Epílogo

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El sol de la tarde se filtraba por las amplias ventanas de la mansión, bañando todo con un cálido resplandor dorado. Los mellizos Yoonji y Jihoon, de cinco años, estaban más emocionados que nunca. Esa mañana, habían escuchado a su papi Yoongi mencionar que tenía una sorpresa para su papá Jimin, y aunque no sabían exactamente de qué se trataba, la curiosidad y la emoción los habían puesto en marcha como pequeños detectives. Con una mezcla de sigilo y entusiasmo, los dos se movían de un lado a otro, espiando y escondiéndose en pequeños rincones, tratando de descubrir cuál era la sorpresa.

Yoonji, siempre la más astuta y decidida, lideraba la misión. Tenía la misma determinación que su padre Jimin, una combinación perfecta de inteligencia y valentía. Jihoon, más tímido y reflexivo, se parecía más a su papi Yoongi, pero eso no lo hacía menos listo. Seguía a su hermana de cerca, dispuesto a descubrir el misterio.

—¡Vamos, Jihoon! —susurró Yoonji, agachándose detrás de una planta mientras observaba cómo Yoongi caminaba hacia el despacho de Jimin.

—Pero, Yoonji… —titubeó Jihoon, preocupado por ser atrapado—. Papi nos dijo que no debíamos espiar.

—No es espiar, es… ¡investigar! —corrigió Yoonji, con una sonrisa traviesa que convenció a su hermano al instante.

Cuando Yoongi se acercó a la puerta del despacho, Yoonji corrió rápidamente antes de que se cerrara por completo y puso su piecito en la rendija, manteniéndola abierta justo a tiempo. Miró a Jihoon y le hizo señas para que se apurara. Ambos entraron sigilosamente, pero al levantar la vista, se encontraron con la mirada sorprendida de sus padres.

—¡Oh no! —susurró Jihoon, sintiendo que sus mejillas se encendían de vergüenza. Se ocultó detrás de su hermana, esperando no haber causado problemas.

—Fue mi idea —dijo Yoonji rápidamente, poniéndose frente a su hermano en un intento de protegerlo.

Yoongi no pudo evitar reír al ver la determinación de su hija. Se acercó a los mellizos, al igual que Jimin, y ambos abrazaron a sus hijos con ternura. Luego, los llevaron al sofá, acomodándolos en sus regazos para poder mirarlos directamente.

—¿Qué estaban haciendo, eh? —preguntó Jimin con una sonrisa, acariciando el cabello de Yoonji.

—Yoonji escuchó que papi Yoonie tenía una sorpresa —admitió Jihoon tímidamente, escondiendo su carita en el pecho de Yoongi—. Queríamos saber qué era.

Yoongi rió suavemente y besó la mejilla de Jihoon, luego miró a Yoonji, quien seguía con esa sonrisa traviesa en su rostro.

—No deberías ser tan curiosa, pequeña —le dijo Yoongi, aunque no pudo evitar sonreír.

—Pero... ¡quiero saber! —insistió Yoonji, con los ojos brillando de anticipación.

Yoongi intercambió una mirada con Jimin, quien asintió levemente. Sabían que era el momento perfecto para compartir la noticia con sus hijos.

—Bueno —comenzó Jimin, tomando la mano de Yoonji—, esta sorpresa es muy importante para papi Yoongi, para mí, y también para ustedes.

Yoongi sacó una pequeña foto de su bolsillo y se la mostró a los niños. Yoonji y Jihoon la miraron con curiosidad, inclinando la cabeza como si intentaran descifrar un rompecabezas.

—¿Qué es eso, papi? —preguntó Yoonji, frunciendo el ceño mientras trataba de entender lo que veía en la imagen.

—Eso, mi amor —respondió Yoongi con una sonrisa—, es una foto de su nuevo hermanito... o hermanita.

Los ojos de Yoonji se abrieron de par en par, y Jihoon dejó escapar un pequeño jadeo de sorpresa.

—¿En serio? —exclamó Jihoon, mirando a sus padres con asombro—. ¿Como en el cuento de los ositos? ¿Vamos a ser hermanos grandes?

—Así es —confirmó Jimin, su voz suave y llena de amor—. Su papi Yoongi tiene un bebé en su vientre, y va a crecer poco a poco durante los próximos meses.

Yoonji miró la foto nuevamente, como si de repente todo tuviera sentido. Una sonrisa se formó en su rostro, igual que en la de Jihoon, que empezó a reír con alegría.

—¡Vamos a ser hermanos grandes, Jihoon! —dijo Yoonji, abrazando a su hermano con emoción—. Tenemos que cuidar a nuestro hermanito, ¡como los ositos!

—¡Sí! —respondió Jihoon, riendo mientras imaginaba todas las aventuras que podrían tener con su nuevo hermano o hermana.

Jimin y Yoongi observaron a sus hijos, sus corazones llenos de amor y gratitud. Era un momento perfecto, un reflejo de la vida que habían construido juntos, llena de amor, risas, y ahora, con la promesa de un nuevo miembro en la familia.

—Gracias por darme esta familia, Yoonie —susurró Jimin, acercándose para besar suavemente los labios de Yoongi.

—No, gracias a ti, Jimin —respondió Yoongi, sus ojos brillando con felicidad—. Este bebé es otro pedacito de nuestro amor, y no podría estar más feliz de compartirlo contigo y nuestros preciosos hijos.

Mientras los niños seguían haciendo planes y discutiendo cómo cuidarían a su nuevo hermanito o hermanita, Jimin y Yoongi se abrazaron, sabiendo que, aunque la vida les había dado muchos desafíos, siempre habían encontrado el camino de regreso a la felicidad. Y ahora, con su familia creciendo, ese amor solo se hacía más fuerte, llenando cada rincón de sus corazones y su hogar con una calidez indescriptible.



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Its definitely you - Jimsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora