Yoongi despertó lentamente, sintiendo un dolor sordo en su cuerpo que antes no había percibido. Cada músculo le dolía, como si la tensión de la noche anterior se hubiese acumulado en sus huesos mientras dormía. Parpadeó, tratando de enfocarse en la tenue luz que entraba por la ventana. Al moverse un poco, un quejido suave escapó de sus labios, recordándole cuán agotado se sentía.Miró el reloj en la mesita de noche; las manecillas marcaban las tres de la tarde. El día ya había avanzado considerablemente, y la cama a su lado estaba vacía. Por un momento, el pánico intentó colarse en su mente, pero lo calmó rápidamente. Su primer pensamiento fue que Jimin debía estar trabajando, atendiendo los asuntos que siempre parecían requerir su atención inmediata.
Se giró con esfuerzo para quedar de espaldas y justo en ese momento, la puerta del baño se abrió y vio a Jimin salir, con el cabello aún húmedo por la ducha. La figura de su esposo, bañada por la luz que entraba por las ventanas, parecía irradiar calma y seguridad, algo que Yoongi siempre agradecía.
Jimin sonrió al verlo despierto y se acercó a la cama, sus ojos llenos de preocupación y ternura.
—Buenos días, mi amor —dijo Jimin con suavidad, sentándose en el borde de la cama—. ¿Cómo te sientes?
Yoongi dejó escapar un suspiro antes de responder, aún sintiendo el peso del cansancio en su cuerpo.
—Estoy agotado... y un poco adolorido —admitió, frotándose los ojos con el dorso de la mano.
Jimin asintió con comprensión, inclinándose para besar suavemente la frente de Yoongi.
—Es normal después de todo lo que pasó anoche. ¿Por qué no te das una ducha caliente para relajarte un poco? Yo te traeré el desayuno, así no tienes que preocuparte por nada.
Yoongi negó lentamente con la cabeza, sabiendo que quedarse en la cama solo aumentaría su ansiedad. Sentía la necesidad de moverse, de asegurarse de que todo y todos estuvieran bien.
—Prefiero que me esperes. Bajemos juntos —dijo, su voz aún ronca por el sueño—. Quiero ver cómo están los demás... Saber quiénes están heridos.
Jimin lo observó por un momento, claramente preocupado por el estado de Yoongi, pero entendió su necesidad de tomar el control y asegurarse de que todos estuvieran a salvo.
—Está bien —aceptó finalmente, ayudando a Yoongi a levantarse con suavidad—. Pero prométeme que si te sientes mal, me lo dirás de inmediato.
Yoongi esbozó una pequeña sonrisa, reconociendo la naturaleza protectora de Jimin.
—Lo prometo —respondió, aunque ambos sabían que Yoongi a menudo tendía a minimizar su propio malestar.
Con la ayuda de Jimin, Yoongi se levantó de la cama y se dirigió al baño. El agua caliente de la ducha ofreció un alivio instantáneo, calmando sus músculos adoloridos y despejando su mente. Permaneció bajo el chorro de agua por más tiempo de lo habitual, permitiendo que el calor lavara el agotamiento y la tensión que aún persistían en su cuerpo.
Cuando salió del baño, se encontró con Jimin esperándolo, ya vestido y listo para bajar. Jimin lo ayudó a vestirse, una rutina que ambos habían desarrollado, especialmente en momentos de fatiga o estrés extremo. No era solo una muestra de cuidado, sino también de la profunda conexión y amor que compartían.
—Vamos —dijo Jimin con una sonrisa tranquilizadora, tomándole la mano mientras lo guiaba fuera de la habitación.
Mientras caminaban por los pasillos de la mansión, Yoongi notó la actividad a su alrededor. Los hombres que habían defendido la casa durante la noche pasada estaban moviéndose con eficiencia, algunos llevando vendas en los brazos o con signos de fatiga en sus rostros. A pesar del cansancio evidente, había una sensación de alivio colectivo en el aire.
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Its definitely you - Jimsu
FanfictionEn los oscuros y peligrosos bajos fondos de Moscú, Park Jimin, el despiadado líder de la temida bratva, gobierna con mano de hierro. Su fama de ser cruel, inhumano y letal con sus enemigos y traidores es bien conocida. Nadie se atreve a desafiarlo...