Its definitely you - Jimsu

2. Quince

(Les recomiendo leer
los capítulos anteriores.
Se subió raro 🥴😭)

Han pasado dos semanas, y la desaparición de Baekhyun pesaba en el ambiente como una losa. Era como si la tierra lo hubiera tragado, y con él, el rastro de los clubes nocturnos más exclusivos de Seúl. La tensión había hecho mella en Jimin, quien, a pesar de todos sus recursos, se encontraba al borde de su resistencia. Seokjin había hackeado todos los sitios turbios, desde la trata de personas hasta las redes de prostitución, pero no había hallado ni una pista, ni un indicio que los llevara a Baekhyun.

Yoongi observaba a Jimin con creciente preocupación. Su esposo no dormía bien, apenas comía, y las pocas veces que cerraba los ojos, se despertaba en medio de la noche con el ceño fruncido y una expresión de agotamiento profundo. Ese día, Yoongi decidió que no podía permitir que Jimin siguiera así. Se acercó a él mientras estaba absorto revisando unos informes en su oficina.

-Ji, ven a dormir conmigo -le susurró con ternura, rozando su hombro con suavidad.

Jimin no levantó la vista de los papeles, negando con la cabeza de forma casi automática.

-No puedo, Yoongi. Hay demasiado en juego ahora mismo.

Yoongi insistió, esta vez pasando una mano delicadamente por el cabello de su esposo, intentando apaciguar la tormenta en su mente.

-Solo será un rato, amor. Necesitas descansar, y yo también. Te necesito conmigo.

Jimin, frustrado, dejó caer los papeles sobre el escritorio con un suspiro exasperado.

-¡No tengo tiempo para eso, Yoongi! -exclamó con dureza.

Las palabras colgaron en el aire como una bofetada. La sonrisa de Yoongi se desvaneció, y sus ojos se llenaron de una mezcla de decepción. Jimin levantó la mirada, y al ver la expresión de Yoongi, supo que había cometido un error. Cuando intentó acercarse para enmendar su comentario, Yoongi dio un paso atrás, alejándose.

-Yoongi, espera... -Jimin alargó una mano, pero Yoongi ya había dado media vuelta.

Jimin lo alcanzó rápidamente y lo atrapó entre sus brazos, pero Yoongi forcejeó, intentando zafarse.

-Déjame ir, Jimin -dijo con voz quebrada, logrando finalmente liberarse y salir de la oficina con pasos apresurados.

La frustración explotó en Jimin como un volcán. Con un grito de impotencia, comenzó a tirar todos los papeles del escritorio, haciéndolos volar por la habitación. Fue entonces cuando Namjoon y Jungkook entraron alarmados.

-¡Jimin! -gritó Namjoon al ver la escena de caos-. ¡Lo hemos localizado!

Jimin, aún respirando con dificultad, detuvo su ataque de furia. Miró a Namjoon y Jungkook con ojos fieros, pero lo que vio en sus rostros lo hizo recobrar el control.

-Prepárense todos -ordenó con voz firme, guardando sus armas en los bolsillos del abrigo-. Nos movemos con sigilo. No quiero errores.

En cuestión de minutos, todos los hombres estaban listos. Jimin, junto con Namjoon, Jungkook, Seokjin, y otros cincuenta hombres, se subieron a varios autos que los llevarían al lugar donde se había informado que Baekhyun podría estar. El trayecto fue largo, más de una hora, hasta que llegaron a una zona boscosa y desolada. Allí, una pequeña casa baldía se alzaba entre los árboles, casi invisible entre la espesura.

-Despliéguense -susurró Jimin al grupo cuando bajaron de los autos.

Se movieron con sigilo, como sombras en la noche, eliminando a los enemigos que encontraron en su camino. Cada uno de los hombres de Jimin sabía exactamente qué hacer; era un trabajo bien coordinado, sin margen para errores.