Con el peso de esas palabras, los cuatro regresaron a Hogwarts. Harry estaba decidido a entregarse; ya había demasiadas muertes a su alrededor, demasiadas vidas perdidas por su causa. En su camino, se encontraron con Sarah, cuyos nervios eran palpables. Con una mano, sujetó a Eileen del cuello, mientras que con la otra le apuntaba con la varita.
—¿Y Snape? —preguntó, su voz temblando de preocupación—. ¿¡DÓNDE ESTÁ SNAPE!? —gritó al no recibir respuesta.
—Sarah... —intentó calmarla Hermione, pero la mirada intensa de Sarah la obligó a hablar—. En el embarcadero, pero... —la frase quedó incompleta, pues Sarah soltó a Eileen y corrió hacia donde le había indicado Hermione, ignorando lo que quedaba por decir.
El corazón de Sarah latía con fuerza. Por fin iba a ver a su padre, y esa expectativa la llenaba de alegría. Aceleró el paso, una gran sonrisa iluminando su rostro, casi al borde de las lágrimas por la felicidad.
Al llegar al embarcadero, abrió la puerta de golpe y suspiró profundamente antes de entrar. Miró al frente, pero tuvo que desviar la mirada, pues su sonrisa se desvaneció de inmediato. Se quedó congelada al ver a su padre en aquellas condiciones.
Se colocó frente a él, observándolo sin pena. No podía derramar ni una sola lágrima; no había lugar para la tristeza. Su ira era dirigida hacia ella misma por la injusticia de su muerte. No podía dejarlo solo, eso era imposible. Se maldijo por no haber podido hablar más con él, por no haber tenido más tiempo.
Con lágrimas de rabia comenzando a brotar, Sarah se dio la vuelta; no quería que Snape la viera así, aunque él ya estuviera muerto.
—¡Vaya! ¿De verdad está muerto?
—Lukas, no toques el cadáver...
La chica reconoció dos presencias familiares y se volvió. Allí estaban su hermano y su madre, luciendo igual que cuando murieron. Sarah se quedó mirándolos, en silencio.
—¿Estoy muerta? —preguntó, su voz temblando de incertidumbre.
—Si lo estuvieras, este estaría aquí también —respondió Lukas, intentando darle una patada a Snape, pero su pie atravesó la pierna del cadáver sin causar efecto.
—Cariño, no estés celoso... —habló Bianca con una voz suave.
—¡Claro que lo estoy, mamá! —exclamó Lukas, acercándose a su madre y luego a Sarah—. ¿Éste es tu padre, Sarah? —señaló a Snape—. ¿De verdad?
—Severus siempre fue extraño —respondió Bianca en lugar de Sarah—. Cuando estaba en Hogwarts, siempre estaba solo o con Evans, pero algo pasó y ya no se juntaban...
—James Potter, eso fue lo que pasó —interrumpió Sarah con un tono desafiante.
—Ah, sí —dijo Bianca, recordando—. Siempre que podían se metían con él. ¿Qué tal está Sirius, por cierto?
—Nos queda poco tiempo —advirtió Lukas, intentando golpear a Snape otra vez.
—Perdona... —Bianca se acercó a su hija, mirándola con compasión—. No estés tan enfadada contigo misma. No es tu culpa; la muerte le llega a todo el mundo.
—Pero no hice nada para evitarlo...
—Sarah, me estás provocando... —Lukas no soportaba que su hermana hablara de Snape con ese tono de culpa.
—No te preocupes, cariño —respondió Bianca, ignorando a Lukas para evitar que la situación se tornara tensa—. Nunca he sido una buena madre; estaba tan centrada en intentar escapar de aquella tortura que olvidé que también los necesitaba. —Se secó rápidamente una lágrima y miró a Snape—. Era un buen padre. Creo que se necesitan mutuamente...
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Our Safe Place | Severus Snape
FanfictionEn un rincón sombrío del castillo de Hogwarts, Severus Snape descubre a una joven con un secreto que la une a él de maneras inexplicables. Con su vida marcada por misterios y sombras, Snape ve en ella un reflejo inquietante de su propio pasado, una...