Capitulo 70.

916 67 2
                                    

Capitulo 70- Sorprises.

Narra Liam

Terminé de armar mi maleta con desgano. Solo faltaban unas horas y ya partiría pero algo faltaba. Liv no había aparecido y no había señales de ella. Se había enojado y tenía toda la razón del mundo. Todo había sido mi culpa, toda mi culpa. Debería haberle dicho desde el principio que pasaría esto pero maldita sea ¿Por qué siempre pasaba algo? Podía tomar el teléfono y llamar a mi padre diciéndole que no iría, que prefería quedarme con el amor de mi vida. ¿Pero qué entendería él de amor? Si dejó a mi madre sola conmigo y se fue a otro país por dinero, más dinero. No éramos una familia de clase media, ya gozábamos de todo lo que la clase alta te podía brindar y mi padre me aseguró eso. Pero tenía que aprender a trabajar en la empresa. Y también había que tener en cuenta a mi madre. Ella deseaba que yo tuviera, la mínima aunque sea, relación con mi padre y al parecer la única manera era yéndome a España, a vivir con él. Maldito mundo donde solo importaba tener un lugar en la alta sociedad y el dinero.

Me senté en mi cama y miré la habitación. Era loco, pero se me vino a la cabeza la primera vez que entró Liv ahí. Me había enfermado y ella había ido a visitarme. Recordé como me había despertado, con pequeñas sacudidas y caricias. También recordé nuestra primera noche juntos. ¿Cómo olvidar eso? Era mía, al igual que yo era suyo. Nos pertenecíamos y era algo que solo ella y yo entendíamos. ¿Cómo puedes amar a alguien al punto de que te duela? La amaba con mi vida, o mejor dicho más que a mi vida, pero debía irme. Debía irme...debia irme... me lo repetía en mi cabeza. Claro, mi cabeza ordenaba que debía irme pero ¿mi corazón? Sólo deseaba quedarse.

-¿Liam?-me llamó mi mama. Al parecer,nuestra partida no le afectaba en lo absoluto. Lucía igual o mejor que siempre- Liam cariño, ya vino el auto para llevarnos al aeropuerto.-

Asentí sin ganas y me encaminé hacia las escaleras. Bajé cada escalón con lentas y pesadas pisadas. Realmente me estaba yendo.

Pude ver como el chofer había metido las maletas de mi madre dentro del auto, esperando a que yo llevara las mías. Me di vuelta y miré mi casa por última vez. Tantos recuerdos había allí, pero se desvanecían mientras ingresaba al auto. El motor arrancó dejando atrás mi vida por completo. Agarré mi celular y mandé un último mensaje a Liv. Ella sabía la hora y el avión que me tomaría, así que todavía tenía esa esperanza de que por lo menos me vaya a despedir. Pero, al parecer no. Llegamos y no había nadie conocido. Solo gente preocupada por su viaje y sus maletas. Me puse en un lugar donde cualquiera que entrara por la puerta pudiese verme, pero fue en vano. Liv no venía o mejor dicho, Liv no vendría.

El altavoz comenzó a llamar a la gente del vuelo que tomaríamos nosotros. Miré hacia atrás buscando con la mirada a alguna colorada pero la realidad era una, Liv no había ido. No pude evitar que mis ojos se cristalizaran. Tenía la ilusión de besarla por última vez, de sentir ese perfecto perfume que usa, de abrazarla, de sentirla cerca, de verla. Subí al avión siendo el último en la fila.

Por culpa de las películas tenía la mera ilusión de que Liv viniera corriendo a buscarme. Pero no, no iba pasar y no pasó. Una azafata colorada nos llevó hacia nuestros asientos a mamá y a mí. Genial, colorada. Cuando menos podía parar de pensar en Liv, mí alrededor me la recordaba aún más.

Era una fila de tres asientos y al parecer nuestro compañero no había subido todavía. Me senté y busqué mis auriculares, la música era lo único que podía salvarme. Apoye mi mochila en el asiento de sobrante, total no aparecía el que la ocuparía.

-Disculpe, ¿en cuánto partiremos?-le pregunté a la azafata más próxima.

-En unos minutos, falta que suban dos pasajeros que llegaron tarde-dijo con una sonrisa.

Tiré mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos. Aunque geográficamente era un viaje corto, para mi, iba a ser el más largo. Me alejaría de Liv, mi Liv. Me sumergiría en otra realidad con mi música asi que sólo cerré los ojos, ya que también era la única manera de no darle paso a esas lágrimas que querían salir.

Alguien me sacudió un poco y abrí los ojos rápidamente.

-Estás ocupando mi asiento con tu mochila, Li-dijo sonriendo- ¿Sabes? Aprendí dos palabras en español. ¿Quieres escucharlas?-

Estaba atónito. Liv estaba aquí, en el mismo avión que yo, tomando el mismo viaje que yo. No podía modular ni una palabra.

- Bueno, como no respondes te las diré igual-se acercó a mi oído y susurró- te amo.-

All you need is love. (Liam Payne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora