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"¡Shhhh!" Exclama uno de los monjes junto a mi.

El extraño de la cámara continua viéndome como esperando a que le reconozca.

Le alzo una ceja, cuestionándolo.

Continua viéndome.

"¿Quién eres?" susurro en un grito.

"¡Shhh!"

"Oh, ¡con un demonio!"  exclamo,  poniéndome de pie .

"¡Shhh!"

"Si, si. ¡Ya se!" grito de nuevo, avanzando hacia la salida.

Pero no sin antes tomar al extraño del brazo y arrastrarlo conmigo.

Una vez lejos de la ceremonia, me alejo de él  y le doy otra mirada .

"¿Acaso te criaron en la jungla?"

Parece tomado por sorpresa ante mis palabras, pero pronto una sonrisita se le dibuja en el semblante y se que ha recuperado su comodidad.

"No, pero suelo pasar mucho tiempo allí."

No entiendo su chiste estúpido, así que no me río.

En cambio, solo parpadeo.

"¿Qué nadie te enseño que una ceremonia budista debe estar callada? ¡Hay personas persiguiendo la iluminación, hola!"

No obtengo respuesta. Ruedo los ojos. Seguro que es americano.

"¿A que has venido? ¿Qué quieres de mi?" presiono, volviéndome impaciente a cada segundo.

"No he venido por ti" responde rápido.

Que alivio.

"Entonces, ¿Por qué me hablaste?"

"Te reconocí."

"Yo no te conozco."

"¿No sabes quién soy?"

"¿Debería?"

"La verdad si" replica, y por el tono que usa puedo ver que esta algo ofendido.

"Pues debes de ser realmente malo en lo que haces; yo recuerdo a todo el mundo."

Si antes no se notaba que estaba ofendido, ahora si. Pero el semblante serio es reemplazado por uno más tranquilo.

Es más, hasta se ríe.
¿De que se ríe?  Esta loco.

"Mi nombre es Harry."

the soles of our shoes are all worn out  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora