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—Por supuesto que los vuelos a Grecia estarían cancelados.


Liam observaba a Harry y Zayn deambular por la sala de estar de la casa del ojiverde.

El par había comenzado a buscar la forma de llegar hasta Louis apenas habían confirmado que se encontraba en su país natal.

Para ello, Harry había usado todos los contactos que tenía cerca del área.

Había sido todo un movimiento.

—Era lógico, nadie puede entrar o salir. Las llamas son demasiado violentas y deben inmovilizar a todos— aportó Liam, cruzado de piernas sobre el sofá.

El par de hombres se volvieron a verle con expresión irritada, a lo que el castaño respondió con un encogimiento de hombros. —Perdón, pero es la verdad. Nadie en su sano juicio permitiría que turistas entren a la nación, para posiblemente morir quemados.

—Liam, amor. Te amo, pero en este momento no ayudas para nada— siseó Zayn entre dientes, dándole una mirada de advertencia.

Liam correspondió con un semblante poco impresionado. Si algo había aprendido en los cinco años que tenía trabajando tan de cerca con aquel tipo de hombres de negocios, era que, en momentos de crisis, ninguno servía para un carajo. Entonces, alguien debía ser la entidad racional en aquella situación. Y ese alguien era nada más y nada menos que él mismo.

De lo contrario, el caos estaría asegurado.


—No comparto esa opinión, cariño— dice el castaño con fingida condescendencia, refiriéndose a lo dicho anteriormente por el moreno. —Alguien tiene que plantarles bien los pies sobre el concreto. No pienso permitir que sus pequeñas e irracionales cabecitas se vayan a meter a un embrollo de este tamaño. Estamos hablando de sus vidas aquí, no de un estúpido trato de negocios que deben cerrar. ¡Sus vidas! Consumidas entre llamas tan fuertes que ni todo el cuerpo de bomberos existente a lo largo de todo un país, puede contener.

El par observa al chico de barba como si este fuese la viva encarnación de Jesús Cristo visitando la tierra.

—No resolverán nada estresándose por lo que no pueden resolver. Debemos concentrarnos en lo que está más al alcance.

—¡Pero no puedo quedarme cruzado de brazos así como así! — exclamó Harry.

Liam sostuvo una mano en su dirección. —No grites, estamos dentro, en un mismo espacio. Ahora, escúchenme muy bien.

—Li, no creo que deberías-

La intervención de Zayn fue interrumpida por la mirada fría de su novio.


Harry escuchaba con cuidado cada una de las instrucciones que Liam iba dando conforme pasaban los minutos. En algún momento de la conversación, tanto Zayn como él se habían despabilado de aquella ensoñación inútil de acudir hasta Grecia. Por el momento, debían concentrarse en lo que podían cambiar inmediatamente.


—Podemos ocuparnos de todo el caos de la agencia— continuó Liam, volviéndose hacia Zayn. —Eso es algo que te concierne sólo a ti. En cuanto a ti, Harry, considero que deberías enfocarte en asegurarte de que Louis este bien, utilizando los contactos de la empresa y después, quedarte acá en casa a abrazar a tus hijos, hasta que sea seguro viajar hasta allá.


—No creo que debamos rendirnos tan fácil— comentó Zayn de repente, detrás de su taza de té.

the soles of our shoes are all worn out  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora