< 83 >

1.5K 211 22
                                    

Al principio no reacciono.

Le saludo.
Él repite lo que dijo.
Le abrazo. Con fuerza.
Vuelve a decirlo.
Tomo su mochila y lo llevo hasta mi auto.

Silencio.
Le pido que suba al coche.
Protesta.

Nuestras miradas se encuentran.
Puede ver la lucha interna que estoy teniendo y al final, cede. Se sube.

Silencio otra vez.
Conduzco a través de la tormenta.
Murmura la dirección de su hotel.

Manejo hasta casa.

—Harry.
Toma mi muñeca, manteniéndome en mi lugar cuando trato de salir del auto.

—Duerme aquí esta noche.

—Me voy a París al mediodía.

—Entonces quédate y márchate al mediodía.

No nos vemos. Nuestra piel continúa tocándose.
Él suspira y me suelta.
Yo voy por su equipaje y él entra a la casa.

Truenos cimbran las ventanas.
Permanecemos de pie en la entrada, a oscuras, con la luz de luna colándose apenas.

—Harry...

Siento su cuerpo pequeño estrellar con el mío. Mis manos han tirado de él en un abrazo. Uno que pareciera durar años.

No se quién de los dos es el primero en llorar. Pero ambos nos estremecemos entre los brazos del otro.

Mis labios dejan repetidos besos en su cabeza mientras mi cuerpo cede poco a poco a la calma.

La nostalgia, la incertidumbre y la tristeza danzan dentro de mi como un trío de moiras, enredando los hilos de nuestras vidas a cada paso que damos juntos.

Louis.
Mi Louis. Esta enfermo.
Ha estado evitándome por ello.
Louis.

Mi cerebro puede pensar solo en su nombre mientras nos abrazamos. Mis lágrimas parecieran trazar el mismo camino sobre mis mejillas.

[...]

Subimos.
Nos acostamos en la misma cama.
Lado a lado, frente a frente. Una sola mano nos une y descansa frente a nuestro rostro mientras tratamos de conciliar el sueño.

Y cuando la mañana llega y yo despierto, el despertador pone el mediodía.

Y Louis duerme plácidamente a mi lado, con su pequeño cuerpo enredado en mis sábanas.

the soles of our shoes are all worn out  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora