61

2.5K 370 109
                                    

Es un martes en la mañana en la que Harry se separa de sus hijos, después de casi un mes sin trabajar.
Y es lo mismo de siempre: Lucas entendiendo todo y Grace indignada.

Pero a estas alturas, a Harry ya no le importa mucho su actitud. Ya no puede hacer nada por ello.

Así que los deja en casa de Tristán—sin ninguna discusión, gracias a Dios— y regresa a su casa, dispuesto a hacer las maletas.

Resulta ser que la revista de National Geographic lanzará un número conmemorativo y lo quieren en la ceremonia de lanzamiento.

Además de eso, aparecerá en la portada, pero la sesión de fotos para ello fue hace varios días.

Tiene que volar hasta Melbourne, Australia para terminar su sección del especial; cada persona en la revista tiene un segmento en el que se resumen sus logros y carrera, junto a fotos antiguas y recientes.
Como Harry no ha hecho mucho recientemente, National Geographic pensó que sería genial que Harry fuese a fotografiar la nueva reserva animal que lleva vigente hace pocos meses.
Así tendrán fotos para su sección y además contaran con fotos frescas de Harry Styles para las demás revistas de siempre.

Así que Harry pasará fuera de casa unas dos semanas y media.

No tarda mucho empacando. Pronto esta en el taxi, en dirección a su vuelo, que sale a las nueve en punto. Son las ocho y diez.

Esta bajando del taxi cuando su celular comienza a sonar.
Ruega a todos los santos que no sea Tristán; realmente no puede cancelar esto.

Cuando ve la pantalla de llamada, sonríe con entusiasmo y alivio; como cuando estas esperando algo indirectamente y de la nada, aparece.

En el identificador esta escrito Pulcino.

Espera a que el hombre del taxi le de su cambio antes de contestar.
"¿Hola?" Harry comienza a caminar hasta el registro.

"Hola, ¿te desperté?" la voz de Louis suena queda, casi como un susurro.

"No" sonríe Harry, extrañamente ansioso con la llamada. "Estoy en el aeropuerto, de hecho."

Escucha movimiento del otro lado de la línea , pero no a Louis. Aprovecha el momento de silencio para darle las respectivas identificaciones a la dependiente antes de registrar su equipaje y entrar a la sala de abordajes.

"Lo siento, acá todos están dormidos y mejor he salido" se disculpa Louis, "¿en el aeropuerto? ¿Que harás?"

"No me decido entre atentado o asalto" bromea el mayor, ganándose una mirada asustada de la chica que le tiende su boleto y pasaporte.
"Estoy bromeando, cariño" le dice.

Louis se ajusta la chaqueta y entierra la nariz en su bufanda; el frío en Rusia no es ningún juego.
"Oh, ¿llevas a los niños?"

"No, ellos han quedado con Tristán" replica a la vez que dice «Gracias, linda» a la chica que le abre la puerta de la sala de abordajes.

Louis siente de repente que no necesita la chaqueta. Tiene mucho calor.
Se aclara la garganta. "Oh, ya veo."

Harry nota el cambio en el tono de su voz. "¿Te encuentras bien?"

Louis responde rápidamente. "Perfecto. ¿A donde dices que iban?"

"Australia. ¿Dijiste iban—?"

"Ah, o sea que si estas acompañado. Interesante" dice Louis. Se siente tonto, tan tonto que le gustaría tirarse en el suelo. Pero sabe que eso solo le daría un resfriado.

the soles of our shoes are all worn out  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora