the soles of our shoes are all worn out || l.s

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A/N: Oigan la canción que deje en multimedia—yo se lo que les digo :p
Es Enjoy the Silence de Depeche Mode.

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Hay un club nuevo entre los otros miles en Ibiza.

La mayoría de los que van al lugar hablan y hablan acerca de ese club. Al parecer ha hecho mucho ruido desde que se ha inaugurado.

Se dice que no es como otros clubs.
No ponen música electrónica constante ni viven con DJ's invitados cada noche. Al parecer aquel lugar manejaba canciones un tanto retro, y el ambiente era incluso mejor que muchos de los clubes allí.

Así que, no es sorpresa que Louis y Harry terminen en el dichoso club en algún punto de la noche, ambos arrastrados hasta allí por sus respectivas compañías.

Las luces son todas de un blanco grisáceo que parpadea lentamente, tornando cada movimiento de los clientes en una instantánea a blanco y negro. El flujo de alcohol esta presente, pero no parece tan constante ni tan salvaje como los otros clubs.

Aquí todos están bailando, perdidos en la música y el ritmo de quienes bailan a su alrededor.
El lugar huele a perfumes entremezclados con tabaco, abarcando el gran espacio en el que se despliega el ostentoso club. Los pisos brillan con negrura cada tanto, cuando el humo de las maquinas de hielo seco no les están cubriendo.

"Entonces, inglés triste. ¿Algo para tomar?" pregunta Fabiola, la chica morena de hace unas horas, a Harry.

"Estoy bien" rechaza él, bailando levemente ante una canción de New Order.

"Deberías intentar ligar esta noche, he visto a muchos chicos lindos" anima una de sus amigas, antes de irse tras la chica.

Harry sonríe para si mismo. Ojalá fuera fácil.

Por su parte, Louis esta cercano a la barra, con dos shots en las manos mientras se mueve cantando.

«Everytime i see you falling i, get down on my knees and pray»

«I'm waiting for the final moment and say the words that i can't say» completa una de las chicas del grupo con el que ha estado desde hace dos clubs.

Louis esta perdido en la fiesta, un tanto borracho y demasiado emocionado con las melodías new wave que retumban en el club.

Y cuando su grupo de nuevos amigos le dice que van por tragos, el ojiazul lo toma como una despedida y se adentra en la pista, buscando algún lugar para bailar y perderse un rato.

Ambos chicos se encuentran solos cuando una icónica melodía llena el lugar.
Jadeos colectivos de sorpresa y satisfacción suenan aquí y allá, contentos con la selección de música.

A Harry le embarga una sensación de contento y nostalgia al escuchar la vieja canción.
Deja atrás su pequeña incomodidad y se olvida por un momento de la inseguridad de tener treinta años y creerse un viejo fuera de lugar.

Su cuerpo baila en conjunto con la masa de personas que le abren paso y le empujan cada vez más lejos de donde estaba.

Todos están perdidos en el momento, como hipnotizados por las luces que ahora parpadean rojas sobre sus cabezas.

Louis tiene los ojos cerrados mientras se mece a ritmo, con la piel erizada de placer ante la música. La letra le ha encantado siempre.
Su mente toma sus alrededores y su ebriedad como factores para crearle locas fantasías en la cabeza; se imagina igual que ahora, como un tallo meciéndose al viento mientras todo le envuelve y la música suena.
Pero la única diferencia es que tiene a Harry frente a él, y casi puede sentir sus labios en los suyos y sus grandes manos en sus pequeñas caderas.

Louis echa la cabeza hacía atrás, afectado por su propia fantasía.
Es ahora que se da cuenta de lo mucho que ha estado pensando en ese hombre sin el darse cuenta.
Se la ha pasado coqueteándole por diversión, según él. Pero ahora sabe que eso es mentira.
Harry le gusta más de lo que pensaba.
Si tan solo estuviera aquí....

Louis abre los ojos con pesadez, dejando que la melodía intermedia le abarque los oídos mientras se ubica.

Ve un hombre alto, bailando entre otra gente.

Un hombre alto de ojos verdes y figura elegante que ha hecho a Louis retorcerse internamente desde aquel viaje a Yucatán.

Una sonrisa tonta se le dibuja en la cara mientras finge no verlo, cerrando los ojos otra vez y dejándose llevar por el ambiente.

Harry ha visto a Louis en una de las pequeñas plataformas alrededor de la pista.
Baila al ritmo de la canción como movido por el viento; delicado, hipnotizante.

Sus pestañas se pegan en el comienzo de sus pómulos mientras se mueve con los ojos cerrados.

El ojiverde no se preocupa mucho por los pensamientos de «¿Deberías acercarte?» «¿Será buena idea lo que quieres hacer?», y se deja llevar por el instinto.

Porque eso es lo que ha venido a hacer.
Encontrar a Louis acá no debe ser mas que una señal, porque joder, Harry lleva babeando por él mas de tres meses y el chico parece ignorante a ello.

Pero ahora esta aquí, frente a él, bailando la mejor canción de la historia de los 80 y Harry en serio, en serio quiere comerle la boca.

Louis siente a Harry llegar por detrás y comenzar a bailar con él. Puede oler su perfume y casi puede sentir cada parte de su largo torso mientras este se pega a su espalda.

El ojiazul se da la vuelta y se deja tocar por el más alto, que deja las manos vagar por la vastocidad del cuerpo petizo de Louis.

Sus cuerpos bailan al ritmo de Depeche Mode y ambos están tan concentrados el uno en el otro que todo lo demás parece desaparecer.

Luces rojas parpadean captando cuadro por cuadro los movimientos de los dos mientras bailan imposiblemente cerca.

«All i ever wanted, all i ever needed is here, in my arms...»

Louis coloca las manos en los hombros de Harry y este le toma por la cintura, alzándolo en el aire.
El ojiazul es rápido y envuelve sus piernas alrededor de las caderas del mayor.

Harry sigue bailando así, un poco más lento, con un Louis que suelta pequeños jadeos cerca de su rostro.

El ojiverde alza el mentón y Louis no puede soportarlo más. Esta borracho, demasiado embriagado en el ambiente y Harry es aún más precioso así de cerca.

Así que toma el rostro del mayor entre sus manos y tira hacía delante, chocando sus labios juntos sin siquiera detenerse a pensar en lo que conlleva.

Louis se siente en el cielo, con los brazos de Harry envolviendo y apretándole contra él mientras siente sus llenos labios acariciar los suyos.

Harry quiere suspirar muy fuerte y tal vez desmayarse porque Louis lo esta besando y es ahora que se da cuenta de lo mucho que ansiaba tenerlo así, para si mismo. El pequeño chico le encanta y es ahora que lo tiene contra él que se da cuenta de la intensidad de sus sentimientos.

Y oh, se siente tan abrumado pero también se siente tan bien.

Por primera vez en años, ambos se sienten completos.

«All i ever wanted, all i ever needed is here, in my arms.....

...Words are very, unnecessary, they can only do harm...»