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"¡You can call me
When you're lonely
When you can't sleep!" canta Grace, desde el asiento trasero.

"¡I'll be your temporary fix
You control me
Even if it's just tonight!" sigue Lucas a todo pulmón.

"¿Esa canción no es algo subida de tono para ustedes dos?" digo, cambiando de estación en la radio.

"Es la banda de moda" dice Grace simple.

"Mhmm, ya veo" digo, pensando en lo inapropiado de la situación.

"Papi deberías seguir contándonos sobre tu trabajo" ofreció Lucas, asomando su cara en el espejo retrovisor.

Sonrió involuntariamente. "Cuanto interés repentino. ¿Qué tanto hicieron con Liam?"

Grace y Lucas intercambiaron una mirada nerviosa.
"Eh...nos regaño" dijo Grace, volteando hacia la ventana.

"Y nos presento a alguien" dijo Lucas, antes de que Gracie le metiera un codazo.

"Gracie, no le pegues a tu hermano" dije, viéndola de reojo.

"Perdón" dijo, forzando la erre. "¿A donde vamos, papá?"

Mi corazón saltó de felicidad en mi pecho. De haber podido, hubiese salido del auto para cantar We are the Champions de Queen a todo pulmón.

Grace me estaba hablando.
Eso era... Dios, era enorme.
Si, no estaba totalmente confiada, pero la veía más relajada a mi alrededor. Me había dejado besarle la mejilla al salir de la oficina.

"Tierra llamando a Papá..." la escuche a decir, impaciente.

"Oh, si" dije. "Iré a revelar unas fotos primero, pero después podemos comer algo fuera si quieren."

Gleh! Casi comemos fuera de casa" dijo Gracie, cruzando los brazos. "El novio de papá no sabe cocinar, y papá nunca esta a la hora de comer."

"Si, Wally siempre quema mis panqueques" aportó Lucas.

"¿Quieren que yo cocine?" dije, sonriendo.
Rodé los ojos secretamente. Eran tan orgullosos que no eran capaces de decírmelo tal cual.

Pero no podía culpar a nadie mas que a mi, pues yo se los heredé.

Ambos se vieron con malicia, notando que su plan había tenido el efecto deseado.

"¡Queremos chuletas con papas!" gritaron ambos, haciéndome reír.

Ese siempre había sido su plato favorito cuando yo cocinaba.
_________

Alrededor del día, había notado que Lucas se rascaba repetidamente la cabeza.

Cuando comimos, comencé a preocuparme.
Pero no fue hasta que me encontraba bañándole a media tarde, cuando noté el problema.

El pequeño, escurridizo y horrible problema.

"¿Que...es...esto?" dije, tomando el animalillo entre mis manos.
Lo acerque a mis ojos, notando al instante que sostenía a un jodido piojo entre mis dedos.

"Lucas" dije, examinándole la cabeza con cuidado. No eran muchos, pero podía ver los huevecillos y a algunos piojos regordetes pegados a la vena de su nuca.

"Dios santo" exhale, enjuagándome las manos en el agua jabonosa.
Me quería morir. Esto era un dilema enorme, ¡se debían hacer mil cosas!

Me revisé las uñas, asegurándome no tener ninguna alimaña de esas en ellas antes de ponerme en marcha.

Até mi cabello en un moño y espulgué el cabello de Lucas lo mejor que pude.

Le pedí a Gracie que me trajera el vinagre de la cocina y le lave el cabello con él a mi hijo, para después ponerle una gorra de baño.

Lo deje sentado en el baño con Grace vigilándole, mientras yo me encargaba de quitar la ropa de cama de su habitación y también me lleve sus peluches conmigo.

Secando el cuerpo de Lucas lo mejor que pude, lo vestí y me lleve a ambos niños a la tienda, donde compre bolsas para lavar ropa que cerraban al vacío y un peine para piojos.

Puse la ropa de cama y los peluches a lavar antes de enjuagar el vinagre del cabello de mi pequeño y después me deshice de los últimos piojos.

Para cuando las sabanas y peluches estuvieron secos y limpios sobre la cama de Lucas, y este estuvo dormido sobre ella, eran las casi las diez de la noche.

Yo estaba exhausto y Grace hacia mucho que se había ido a dormir, enojada por cierto.
La había obligado a lavarse el cabello con vinagre para evitar riesgos.

También acabe lavándomelo. Me daba asco siquiera pensar tener los animalillos esos andando por la cabeza.

Acababa de sentarme, aun con el cabello mojado, cuando vi mi teléfono.
Tenía 7 llamadas perdidas de Tristán, y una mas entraba en ese momento. Me apresuré a contestar.

"¡¿Me puedes decir donde carajo estás?! ¿Por qué no contestas el maldito teléfono? ¿Donde están mis hijos, que están haciendo?"

"También son mis hijos" replique, cansado.

"¿Qué? Harry, no me importa tu opinión sobre lo que digo. Quiero saber porque no contestas tu maldito teléfono."

"Tu tampoco contestas el tuyo" dije, suave. Toda mi energía se había drenado en el curso de la odisea piojosa.

"¿De que hablas? Ni siquiera me llamas."

"Te llamé tres veces a la media tarde para saber si Grace ya no era alérgica a la pimienta. El pediatra dijo que con la edad se le quitaría y no sabía si podía preparar la comida con pimienta."

"¿Les cocinaste?"

"Si. Y te llamé para saber si Lucas era alérgico al medicamento para piojos pero como no contestaste, lo tuve que bañar en vinagre."

"¿Piojos? ¿Para qué querrías saber eso?" dijo, irritado de nuevo.

Parpadee, somnoliento. "Lucas tiene piojos. Tenía, mas bien. He lavado todo."

"¿No se los has pegado tu? Con tanto viaje y pueblitos sucios a los que vas no me sorprendería que hayas sido tu quién lo ha llenado del insecto ese."

Reí sin gracia. "Tenía piojos grandes y muchas liendres. Esos animales no se multiplican tan rápido. Tiene al menos dos días con ellos y yo apenas llevo uno con él."

Tristán irradiaba furia desde el otro lado del país. "En su escuela ha habido varios casos."

Interpreto mi silencio como oportunidad para seguir molestando.
"Grace tiene una pijamada mañana y Lucas tiene que hacer una maqueta para la escuela. En su carpeta de tareas esta todo. Buenas noches."

Le deje colgar. A estas alturas cualquier victoria le servía, por mas pequeña que fuera.

Y con ese pensamiento en la cabeza, la interminable lista de cosas por alistar y comprar para mañana, me quedé dormido en el sillón, demasiado cansado para ir a mi cama.

the soles of our shoes are all worn out  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora