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El olor a alcohol y desinfectante acinado le hacia dar vueltas la cabeza.

Realmente no sabía cuánto tiempo había estado inconsciente, pero no podía ser mucho. Porque al llevarse la mano a la cara, pudo sentir que su barba mantenía el mismo largo que recordaba. Una alarma comienza a sonar a su derecha, y supone que registra su vuelta al mundo porque en menos de un segundo, hay una joven morena casi encima de donde está.

Poco a poco logra enfocar la vista y nota la cofia blanca sobre su cabeza, y entonces es claro: está en un hospital.

—Buenos días, señor Louis. ¿Puede mover sus ojos de arriba hacia abajo?

Louis hace lo que le piden a la vez en que se aclara la garganta. —No me digas señor, me hace sentir viejo. Y, ¿me podrías dar algo de agua?

La chica sonríe y asiente y antes de que Louis pueda ser reciproco, sale y entra de la habitación con un pequeño vaso de papel. Ella lo ve tomar agua atentamente.

—¿Cuánto tiempo llevo aquí? Lo último que recuerdo es haberme desmayado.

—Tiene un día y medio, en realidad, despertó anoche. ¿No lo recuerda?

La chica alza una ceja ante la confusión del ojiazul y continua. —Comenzó murmurando el nombre ''Harry'', entonces supusieron que estaba soñando, después procedió a llorar y yo vine a atenderle. Despertó, me pidió que llamara a Harry y volvió a dormir. Ni siquiera preguntó por comida o agua. Creímos que se había golpeado la cabeza o algo al dar con el suelo. Tuvo una pequeña arritmia y suponemos que debido a la impresión, se desmayó.

—¿Entonces no sufrí un infarto ni nada parecido?

La muchacha negó, tomando el vasito de las manos del ajeno. —Nada de eso. Y basándonos en sus antecedentes familiares, eso es buenísimo. Significa que su corazón es muy sano. Bueno, a pesar de... ya sabe.

Louis asintió. —Entonces, ¿puedo irme ya?

—Oh no, tiene que esperar a que sea de día. Ha habido una serie de incendios en todo el país y no han dejado que nadie entre o salga. Necesitas tener algunas formas firmadas antes de que te dejen irte de aquí.

La chica procedió a tomar unas cuantas jeringas cargadas de una mesita de metal cercana y tomó un cable transparente por donde fluía una solución desconocida. Sólo así, Louis cayó en cuenta del catéter insertado en el dorso de su mano.

—Inyectaré unos cuantos analgésicos, ¿bien? Tiene muchos golpes. Debido a que estaba en medio de la calle, mucha gente tropezó con usted mientras huían de las llamas. Esto... duró poco, pues rápidamente alguien llamó a Emergencias. Pero consumió casi todo el sur de la ciudad, justo donde usted estaba, de hecho.

Louis sintió su corazón dar un salto y el monitor emitió un sonoro bleep.

—¿Alguien preguntó por mí? ¿Alguien ha venido a verme?

—No, nadie. Contactamos a su madre, pero ella negó querer venir a verle. Se que el incremento en su pulso es porque se preguntó si sobrevivió el incendio. Lo hizo, pero como ya dije, no quiso venir. Y de ahí en más, su teléfono no sonó salvo una vez. De hecho ponía el nombre que estuvo murmurando y quise contestar pero la pantalla no me permitió el acceso.

—Oh si, falla a veces— se lamentó Louis. Bueno, al menos sabía que su madre estaba bien. Y que Harry había intentado contactarle.

Pero algo no se sentía del todo bien.

¿Sólo una vez? ¿Sólo una vez intentó llamarle? Estaba seguro que todos los noticiarios habían transmitido la catástrofe.

¿Acaso no le importaba lo suficiente? ¿Estaría ocupado?

O tal vez, ¿confiaba lo suficiente en él como para saber que se alejaría ileso?

—Listo. ¿Quiere que le deje encendido el televisor? ¿Necesita agua o algo? No volveré en un buen rato— se lamentó la chica. Louis divisó las ojeras escondidas tras una capa de corrector y el ligero toque cansado en sus grandes ojos cafés. Sonrió simpatetico.

—No, muchas gracias... Amanea— leyó en el gafete de identificación que tenia colgado en el uniforme.

Ella mostró una deslumbrante sonrisa que le recordó a Harry. Ambos compartían los dientes grandes y blancos. Aquello sólo le dio tristeza.

—Muy bien, Louis. Nos vemos en un rato. Ya viene el doctor a evaluarte.

El castaño observó como se iba y suspiró una vez estuvo solo.

¿Por qué no ha seguido llamando?

¿Estará ocupado con los niños?

Cuando desbloquea su teléfono para enviar un mensaje, se encuentra con distintos encabezados.

''Harry Styles y ex esposo-Tristán Zimmerman: captados en video de seguridad. ¿Experimentan un nuevo comienzo?''

''El imperio Styles-Zimmerman hace un regreso triunfal.''

''Harry Styles anuncia nuevo proyecto: exposición interactiva comienza en N.Y a partir de Octubre.''

''Perrie Edwards como nueva artista designada para el Styles Project.''

''Cómo Harry Styles intervino con edición especial NatGeo y porque ya no será publicada.''

''Louis Tomlinson en el olvido: Harry S. cancela colaboración y vuelve a brazos de ex esposo.''

Y cuando sintió una gota tibia caer sobre la carne de su mano, se sorprendió. No había sido consciente de su propio llanto hasta que este caía sin parar desde sus ojos azules y tristes.

Porque no solamente Harry había olvidado llamar. Como exhibían las fotos, el ojiverde se había olvidado completamente de la existencia del ojiazul. Tenía a su familia perfecta de nuevo, a su vida genial. ¿Por qué necesitaría a alguien como él que no quiere asentarse en un solo lugar? ¿Cómo estaría con alguien con fecha de caducidad?

Encima, Harry estaba presentando su idea. Esa que había estado ideando con el paso de los meses y que había plasmado cuidadosamente en su libreta azul... ¡Su libreta azul! ¿Qué no se suponía que la tenía consigo?

Apenas divisó sus pertenencias al otro lado del cuarto de hospital, saltó de la cama. Tomó su mochila entre manos frenéticas. Excavó dentro de su propia mochila, ignorando la repentina molestia en la mano que la sostenía mientras sacaba cuaderno tras cuaderno. Ignoró las protestas del monitor conectado a su cuerpo, ignoró las voces que ahora sonaban al pie de la puerta y dentro de la habitación.

Tenía que asegurarse primero. Confirmar que sus sospechas eran verdaderas y que estúpidamente, se había metido a si mismo en una situación que había evitado por años.


Una vez que estuvo seguro de que su cuaderno no estaba allí, dejó caer las manos y sólo cuando estuvo sentado quietamente, con sus pensamientos a mil, notó la sangre que salía a borbotones de su mano izquierda. En su carrera se había arrancado el catéter, dedujo, mientras sentía varios pares de manos ajenas tomarle del cuerpo y postrarlo sobre la cama.

Pero no importaba. No dolía. En este momento, había un dolor que le ganaba a todos.

Y ese era el de la traición.


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:3 Louis no se muere, pero uds si. JAJA.

me extrañaron? yo si les extrañe.

the soles of our shoes are all worn out  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora