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Para cuando llegan a la granja, esta empezando a caer el Sol.

Louis conduce a Harry por el bosque adyacente al campo de flores y llega frente a una casa de campo que asemeja a una cabaña. O más bien, lo es.

El aire huele a hierba fresca y flores. Hay humo saliendo de la chimenea de la casa y se puede escuchar el trajinar de alguien dentro, seguramente limpiando.

"Ni siquiera se el nombre de este tipo y ya voy a dormir en su casa" reclama Harry.

Louis le toma del brazo. "Mira Harry, si te estoy trayendo aquí es porque se que él y su esposa nos acogerá, ¿esta bien? Ahora deja tu actitud de diva" reprende el ojiazul.

A mitad del viaje Harry alcanzó su limite de paciencia. El olor a gallinero y el calor del Sol no fueron una buena combinación.

"Lo siento, es que ni siquiera me has dicho quien vive aquí. Y me da pena" confiesa el ojiverde, quitándose una pluma de entre los rizos.

Louis le aprieta el brazo con expresión más relajada. "Es mi amigo Niall. Es sordo, pero no necesitas hacer siempre señas. Sabe leer los labios así que es mas fácil. Además, habla perfectamente."

"¿No nació sordo entonces?"

"No, fue un accidente en el hielo hace unos años" murmura Louis, un poco solemne. "Yo le ayude a sobrellevarlo."

La cara de Harry se ilumina. "Es cierto, escribiste sobre él."

Louis asiente. "Ok, ya que esto quedó establecido es mejor tocar, nos vemos como un par de locos solo viendo la puerta."

Unos minutos después de tocar, hay una mujer de cabello negro abriendo la puerta, con una enorme panza de embarazada por delante.
"¡Louis, eres tú, que emoción!" grita en holandés.

Louis le abraza con ímpetu, cuidando no aplastarle la barriga.
"Eytora, ¡me da gusto verte después de tantos años! Mírate, tan radiante. ¿Cuantos meses tienes?"

Harry alza las cejas, impresionado con la facilidad en que Louis habla la lengua nativa.

"Es genial que hayas venido, espero que pases la noche aquí. ¡Tengo ocho meses! Oye, ¿y ese quién es? ¡Esta guapísimo!" exclama ella con alegría.

"¡Ya casi tengo sobrino, entonces! Es mi novio, Eytora. Es perfecto, te lo juro" Louis voltea a ver a Harry, quien observa todo como quién ve a un par de piedras hablando.

Por supuesto que no entiende nada de lo que esta pasando, pues no entiende un carajo del holandés, pero algo le dice que están hablando de él.

Esa tal Eytora casi se lo come con los ojos mientras le dice algo a Louis.

"Ella dice que pasemos cariño, que no hay problema" habla Louis, nuevamente en su acento del sur de Grecia.

Harry sonríe y se acerca, dandole la mano a la mujer. "Harry Styles, mucho gusto."

Eytora le sacude la mano animosamente, arriba abajo, con ambas manos. "Eytora Horan, encantada. Inglés no se me da mucho. Mi casa es casa tuya."

Harry ríe. Es simpática. "Eres muy amable."

Eytora sonríe con ganas mientras ambos chicos se abren paso en la casa, y cierra la puerta detrás de ellos.

El espacio no es mínimo pero tampoco es la gran cosa. Paredes, pisos, columnas y escaleras están hechas de madera. El olor a roble se entremezcla con el de las flores de lavanda, esparcidas por todo el lugar.

Hay un fuego encendido y una olla encima de el. Eytora se acerca con un cucharón, dispuesta a remover la comida dentro.

"Niall no debe tardar. Fue a cortar leña al bosque y por algo de pan. Pónganse cómodos. La cena casi esta lista" habla Eytora.
Louis traduce para Harry y este le agradece a la chica.

Entre tanto, el par se pone a conversar y Harry examina sus alrededores.

La mujer del tal Niall es bonita, resaltando entre el resto de los rubios de por acá con esa cabellera negra y sus ojos miel amarillentos. Y tiene una cara muy linda.

La casa se ve acogedora y calientita, y a pesar de quejarse del calor hace un rato, ahora no tiene problema con que haya una chimenea encendida dentro.

A pesar de que la construcción del hogar se ve algo lujosa, Harry puede notar que apenas tienen lo necesario.

Esta pensando en ofrecerse a ayudarlos cuando un estruendo en la puerta de entrada, capta la atención de todos.

"Ya llegué mujer" grita Niall. "Pero se me cayeron los jodidos leños, tranquila. No te espantes, cariño."

"¡Ay pero que leñador tan sexy!" exclama Louis en una voz afectada. Eytora rompe a reír y Harry le alza una ceja, indignado.

Niall llega corriendo a la sala.

"¡No fucking way!" exclama en inglés, con los ojos azules bien abiertos.
Louis le abre los brazos y este se lanza directo a ellos, abrazándolo ávidamente.

"¡Te extrañé, imbécil!" lloriquea Niall, haciendo al otro reír.

"Que adorables" comenta Eytora a Harry.

Este asiente sonriendo, sintiéndose totalmente patético y estúpido por la ligera punzada de celos que le ataca el estomago de repente.

the soles of our shoes are all worn out  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora