the soles of our shoes are all worn out || l.s

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"Me pregunto que dirá Tristán la próxima vez que me vea" dice Louis, con la cabeza apoyada en el pecho de Harry.

Aquella era su última noche en Holanda. Al día siguiente volverían a Nueva York por la tarde.

"¿Por qué traes a Tristán a colación? Ni siquiera he recuperado completamente la consciencia" se queja Harry, aún afligido por el polvo que han tenido hace unos minutos.

Louis ríe. "Ha sido divertido escapar un rato de nuestras preocupaciones. Pero haberlos ignorado un mes y medio no las va hacer desaparecer."

El pecho de Harry se alza cuando deja salir un suspiro derrotado, elevando lo mas mínimo al ojiazul que yace sobre él.
"Eres la peor de las distracciones."

Louis ríe ante el comentario, pero hay algo en su cerebro que no termina de circuitar. Aquellas palabras... no le gustaban.

No era una distracción nada más.

El sentir de labios suaves besándole la cabeza le hacen olvidarse de sus retorcidos pensamientos.

"Me gustaría poder vivir en este momento siempre" admite la voz de Harry, ronca debido a una garganta agotada de gruñir y jadear.

"¿De verdad? ¿No te parece malo vivir siempre con el corazón acelerado y el cuerpo sudoroso?" se burla el más joven.

El mayor rueda los ojos en silencio y pellizca la nariz del otro a modo de reprimenda. "Lo creas o no, no tengo problemas viviendo todos los días como si acabara de coger."

"Te apuesto a que te gusta porque te hace sentir el vigor que hace tantos años perdiste."

Louis estalla en risas cuando Harry le aprisiona contra su pecho, con sus fuertes brazos llenos de tatuajes.

El ojiverde frota levemente su nariz cerca del cuello de Louis, haciéndolo temblar por las cosquillas.
"Sigue diciéndome viejo y no te pondré en el testamento."

"Lo dices como si tus camisas de abuela y tus botas de pordiosero fueran la gran herencia" molesta Louis, dándose la vuelta.

Sus estómagos se están tocando ahora, y cada uno bebe de la risa del otro; ambos sonríen y contemplan en silencio lo contentos que están con su presente. El aquí y ahora.

La risa para y abre paso al silencio cómodo.
Harry deja sus dedos cepillar entre los cabellos de Louis, que le ve como si fuera un diamante en bruto.

Pronto la mano de Louis sube y encuentra lugar en la quijada angulosa de Harry. Hay un ligero brillo en sus ojos azules, que sonríen antes de que su boca pueda hacerlo.

"Amo cuando haces eso" dice, cerrando los ojos. "¿Sabías que eso se llama Cafuné en Brasil?"

Harry ladea levemente la cabeza, tomado por sorpresa.
Antes de que pueda decir algo, Louis vuelve a hablar.

"Cafuné es brasileño-portugués y se usa para describir la acción de pasar los dedos a través del cabello de tu amante."

El ojiverde sonríe en silencio, deleitado por los muchos conocimientos en la cabeza de Louis. Es realmente fascinante.

No quiere que se vaya nunca.

"¿Quieres ir a pasear por los campos de flores?" escucha a la voz del menor decir.

Este se levanta sobre su antebrazo, abandonando su pecho, mientras que Harry se queda viéndole con escepticismo.