the soles of our shoes are all worn out || l.s

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N/A: 1911 palabras cuz se lo merecen x esperar :*
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Decidí visitar a Zayn en la oficina.
Estaba demasiado emocionado por el nuevo material que tenía en mi posesión.

Mis días en aquel pequeño pueblo me habían permitido rodearme de la gente de las tribus que allí habitaban, que a su vez, me habían llenado de conocimientos acerca de sus tradiciones y su cultura.

Podría dedicar toda una edición de revista a  este contenido que tenía en mente, e incluso podía incluirlo en algún libro. Pero primero tenía que hablar con Zayn.

Me deje andar por el edificio con confianza, ya conociendo de sobra los alrededores de aquel lugar, habiendo estado por allí más de una vez.

Salude con gusto a los empleados que se cruzaban en mi camino , y me sentí satisfecho al notar que parecían contentos de que estuviese por allí.

"¡Louis!" llamó aquel tono de voz que siempre reconozco como el de Liam.
Me volví en su dirección, aceptando gustoso el corto abrazo que me dio.

"Me alegra mucho verte. ¿Zayn te canceló la cena?"

"¿Qué? Liam—"

"¿Lo hizo, no es así? Voy a matarlo. ¿Que nadie entiende por aquí lo que las relaciones de negocios implican para esta compañía? ¿Qué a nadie le importa?"

"Liam..." interrumpo.

"—Me parto el lomo todo el día consiguiendo conexiones para que el llegue y las deje por la niñata esa que—"

"Liam" habló, más alto que él.
"Relájate un poco."

Él me suelta una carcajada como si fuese lo más gracioso que ha oído en todo el año.
"Ay, que simpático eres. Ya te extrañaba" dice ,dando media vuelta y retomando concentración en los papeles entre sus manos.

Sonrio y niego, emprendiendo la marcha detrás de él.

"¿Perdido, cachorrito?"  se burla, sin volverse a verme.

"Voy a la oficina de Zayn, ¿no es allí donde vives?" digo simplemente.

"Ja-ja, muy gracioso" dice, serio. "Pero has acertado,  me dirijo precisamente para allá."

Se para un momento para llamar al ascensor y se coloca a mi costado.

"¿Qué me has traído de obsequio?" dice casualmente, viendo hacia el frente.

"Nada" sonrío.

"Sabes que no tienes permitido el acceso a esta oficina si no tienes un regalo para mi, Louis. Tu sabes esto. Es una regla para todos tus viajes."

Río un momento mientras el ascensor abre sus puertas. Liam y yo entramos, y sin que se de cuenta sacó una caja mediana de mi mochila.
Se la tiendo sin decir nada.

Sus ojos pardos se iluminan mientras toma la caja entre sus manos.
"Eres la única persona lo suficientemente amable de cumplir mis caprichos" dice, revisando sus papeles con renovado contento.