the soles of our shoes are all worn out || l.s

< 79 >

Tristán y yo nos vemos cuatro días después de mi regreso a Nueva York, en una junta de padres en la escuela de los niños.

Se siente la tensión y anticipación en el ambiente, proveniente de nadie mas que los padres que nos conocen.

Él no me mira mucho.
No hay gritos, no hay maldiciones. Ni demandas ni tratos injustos.

Incluso tenemos una pequeña charla respecto al desempeño de los niños en la escuela.

¿Estará viendo a su terapeuta de nuevo? Eso espero, así tal vez toda esta torcida historia termine.

Podría ser feliz con Louis y los niños.

Louis....
Se esconde en su apartamento secreto, el cual aún no tengo el placer de conocer.
Se de él cada cuatro horas, cuando detiene su escritura para poner más café en la cafetera.

Nunca hemos hablado de su proceso creativo, ni de como se convirtió en escritor. Tampoco he preguntado que es en lo que trabaja ahora.

Me avergüenzo de ello. Nos decimos te amo, nos acostamos y salimos juntos pero yo no se ni lo más básico.

Eso tiene que cambiar ya.