< 45 >

2.2K 418 114
                                    

La oficina de abogados luce atareada desde el interior de la sala de juntas.
Mis ojos vagan entre los muchos hombres y mujeres que se abren paso alrededor de los cubículos, siguiendo con su día.

Mi abogado se sienta a mi lado mientras Tristán y su abogado se encuentran en el otro extremo de la mesa, mascullandose rápidamente el uno al otro.

James, mi abogado, me da una mirada burlona y yo sonrío levemente.
Ambos estamos esperando acabar con esto. Y ya ni siquiera tenemos que discutir mis deseos porque estos no han cambiado en los últimos tres años.

"Estamos listos" murmura el abogado de Tristán.

Yo asiento. "¿Qué es lo que quieres esta vez?"

"Tristán desea la custodia total de sus hijos, además d—"

"—De ninguna manera" interrumpo.
Tristán me ve con molestia.

"Ya hemos dejado claro en cada una de las ocasiones en las que nos juntamos, que el señor Styles no va a ceder su parte de la custodia" habla James.

Tanto Tristán como yo nos dirigimos miradas de resentimiento.
"¿Qué más podrías necesitar? Tienes mi dinero, la antigua casa, el auto. Tuviste al perro, tuviste regalías mías y hasta te quedaste con mis vinilos. ¿Qué más quieres, Tristán?"

Un silencio incomodo se asienta.
El pelinegro frente a mi se sienta mas erguido y cruza los brazos antes de hablar.
"Quiero la casa en Malibu."

"De nuevo, eso no–" comienza James.

"Bien. Es tuya" interrumpo yo, llevándome una mano a la sien mientras apoyo el codo sobre la mesa.

James me da una mirada poco convencida antes de señalar esa parte del acuerdo en los papeles.

"También quiero la casa en Ibiza."

Yo parpadeo. "Pero esa casa la compré antes de conocerte. Pasé mis años universitarios ahí."

Tristán se encoge de hombros. "No me importa."

Yo suspiro. Realmente no quiero darle la casa.
Hay muchos recuerdos ahí. Recuerdos felices.

Antes de que pueda hablar, James se aclara la garganta.
"Déjeme ver si entendí, señor Rowlland. Su cliente y usted nos citaron para hablar de los niños y obtener una cita en la corte y aún así aquí estamos, negociando propiedades. Es fácil ver el nivel de prioridad que se esta dando a los niños."

"No es como piensa" interrumpe Tristán. "Se que no me dará a los niños, dios, su ego enorme y su estatus tambaleante nunca le perdonarían renunciar a la única cosa que aún lo hace agradable al público."

Yo trato de no dejar que me afecte.
Intento no ser muy emocional al respecto, pero se que no esta funcionando, porque el pecho me duele de vergüenza y molestia.

"Oh no" digo, las palabras saliendo de mis labios antes de siquiera pensar bien, "el único que utiliza a los niños como herramienta para tener lo que quiere, eres tu. No trates de arrastrarme contigo en eso."

Tristán ríe. "Gracioso. Me estas criticando y aquí estas, rehusandote a dar una casa. Se nota lo mucho que te importan los niños."

Él continua escupiendo palabras venenosas, sin parar.
Me insulta, se burla de mi y se porta petulante. No tiene fin, y él no parece sentirse ni un poco mal por tratarme de esta forma.

Continua deshaciéndome con palabras unos momentos más antes de que mi ira estalla dentro de mi, años de humillaciones y groserías por fin alcanzando el punto de quiebre.

"¿Qué es lo que quieres?" exclamo.

Tristán parece perdido. "¿Eh?"

"¿Qué. Es. Lo. Que. Quieres?" habló fuerte y decidido, "no es dinero, porque te estas ahogando en el mío. Propiedades tampoco porque ya las tienes casi todas. ¿Autos, cuadros, recuerdos, los niños? ¿Qué posible cosa hará que te calles y me dejes vivir mi puñetera vida de una jodida vez?"

Todos están en silencio.

"¡Estoy harto de ti, Tristán! ¿Y sabes que? Tienes razón: necesito alejarme de los niños y de ti un tiempo. ¿Quieres la custodia? Te daré la jodida custodia temporal."

Ambos abogados están sin palabras.
Podrían pensar que Tristán estaba contento o con una sonrisa triunfal en el rostro, pero su expresión distaba de animosa: parecía a punto de llorar.

"Voy a concentrarme en terminar el jodido trabajo que tengo y después volveré por los niños. Y si ellos no quieren estar conmigo, bien, te los quedas," el me ve con rencor.

"¿Qué? ¿No te agrada que los trate como cosas inanimadas? ¡Pero si tu haces lo mismo! Ya no puedo preocuparme por afectarlos y quitarles la inocencia ante esto, ¿verdad? Tu ya has hecho un trabajo estupendo. Estupendo, Tristán. ¿Sabes?deberías estar sorprendido contigo mismo. No solo me destruiste la imagen a mi, no. ¡También les arruinaste la suya en la escuela y en donde sea que vayan, el resto de su vida. Porque tenías que hacer todo público!"

Comienzo a aplaudir lentamente. "Bravo, Tristán. Ahora si te superaste a ti mismo."

Otra ves hay silencio.
Conozco a Tristán. Estabamos casados, por Dios.
Se que esta luchando por no llorar.
Siempre se incomodaba cuando levantaba la voz, porque era muy raro verme enojado.

Pero sinceramente ahora no me importa una mierda su comodidad.
He renunciado a muchas cosas, ahora caigo en cuenta.
Ni mis hijos aprecian lo que hago por ellos. Nadie lo esta haciendo.
¿De qué me sirve ser comprensivo y pacifico si nadie aquí me da lo mismo a cambio?

Ahora mismo voy a ser egoísta y actuare para mi propio beneficio.

"No quiero toda la custodia temporal" murmura Tristán.
"Pues es eso o la mitad. Ni sueñes tener más" digo.
Él niega. Se ve mas afectado de lo que pensé.

Oh mierda tal vez fui muy malo :( no era mi intención.
Bueno, si. Pero, ay.

"Si no hay nada mas que negociar, creo que ya terminamos" habla James, cerrando su maletín.

Todos asienten y comienzan a ponerse de pie.
Antes de siquiera pensarlo, me pongo de pie y salgo a toda prisa del edificio.
Se que me veo como un loco en este momento, pero no me importa.

Tomé una decisión, y no pienso siquiera pensarlo dos veces.

Merezco dejar de preocuparme por los demás y empezar a ocuparme de mi.

the soles of our shoes are all worn out  || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora