Michael no quería volver a su casa así que Luke le dijo que se quedara a almorzar, ambos chicos se encontraban poniendo la mesa mientras que su almuerzo se calentaba. Michael observó los vasos y de todos los que allí habían tomó uno de al fondo que tenía una pequeña trizadura.
ㅡ Michael ese no, está roto. ㅡLuke caminó hacia él con intenciones de quitar el vaso de sus manos pero Michael lo escondió.
ㅡ No está roto, solo está trizado. ㅡRespondió el teñido, Luke suspiró.
ㅡ Es lo mismo Michael, cambia el jodido vaso que te puedes dañar. ㅡOrdenó el rubio ya molesto por la tonta actitud del teñido.
ㅡ ¿Por qué siempre tienden a creer que algo que está un poco dañado puede hacerte daño? ¿Y si soy yo el que está roto? ¿Crees que yo sería capaz de dañarte a ti sólo porque estoy roto? ㅡMichael lo observó fijamente, Luke no podía quitarle la vista de encima y entonces recordó las palabras de la peliazul.
ㅡ Haz lo que quieras. ㅡTerminó por decir mientras sacaba el almuerzo del microondas, Michael caminó con una sonrisa hacia la mesa y Luke le siguió pensando que efectivamente había caído en el juego de aquel manipulador chico gato.
Al llegar al establecimiento se encontraron con Maddie y Calum sentados en una mesa escuchando Nirvana, Michael preguntó por Amy a lo que Calum respondió que se había saltado las clases con su novio porque había nueva mercancía, Michael rió y Luke sólo se preguntaba cómo diablos es que de treinta alumnos él había caído con los inadaptados sociales.
La profesora de ciencias entró haciendo callar a todos y ordenándoles para que se levantaran y así ella poder saludar. El salón casi entero se levantó a excepción de Michael quien seguía sentado en su banco, la mujer caminó a paso seguro hasta el teñido.
ㅡ Arriba. ㅡOrdenó haciendo un ademán con su mano para que el teñido se levantara, el rubio sólo observaba algo temeroso y es que la mujer no tenía pinta de ser alguien tolerable.
El teñido se levantó y observó a la mujer de forma intimidante para luego hablar: ㅡ ¿Y ahora qué? ¿Saco la lengua y le doy la pata? ㅡMichael rodó los ojos ante la atónita mirada que la mujer le dabaㅡ No soy un maldito perro ¿Entiende? No necesito de su jodido adiestramiento.
Michael volvió a sentarse y la mujer sólo se dedicó a enseñar su materia, el teñido se echó con una sonrisa en la mesa del rubio y este comenzó de inmediato a acariciar su cabello.
En el recreo Michael fue llamado a la oficina del psicólogo, el teñido a regañadientes caminó hacia la oficina de aquel viejo regordete al que odiaba a tal punto de querer golpear su cabeza contra la pared, sin embargo necesitaba tenerlo de su lado así que antes de llegar a la oficina tomó aire y dibujó una hermosa sonrisa en su rostro.
Golpeó dos veces la puerta de color café oscuro y al escuchar un "Pase" entró sorprendiéndose al ver a aquel hombre.
