─Estás raro ─Comentó Luke mientras comía una hamburguesa.
─¿Enserio? ─Interrogó el más bajo comiendo también.
─Sí, lo estás ─Afirmó observándolo.
─Yo me encuentro de lo más normal ─Se encogió de hombros el más bajo mientras observaba a la nada.
─¿Qué te sucede? ─Insistió.
─Nada ─Respondió.
Quedaron en un silencio algo incómodo, aún así ninguno se atrevía a romperlo. Michael estaba pensando seriamente en la relación que ambos mantenían, últimamente el rubio estaba mucho más apegado a las chicas y dejaba completamente de lado a Michael. No estaba celoso, estaba molesto y es que Luke al parecer, tenía más confianza con ellas que con él, le ocultaba cosas y eso le desagradaba un montón. Sonaba irónico viniendo de él, un crío totalmente mentiroso pero era cierto, con Luke había sido siempre transparente, siempre sincero y el rubio ahora se había encerrado en la burbuja que le pintaban las chicas, o al menos así lo veía el teñido.
Esa misma noche Mike recibió un mensaje de Eloy diciendo que necesitaba hablar con él. A penas salieron el mayor arrastró al menor junto a él, Michael lo notaba molesto, demasiado a decir verdad y eso de cierta forma le asustaba. Comenzaron a caminar sin un rumbo fijo, en completo silencio, de pronto el mayor, con una fuerza descontrolada golpeó un árbol. Michael saltó del susto que dicha acción provocó y tan sólo atinó a tomar al mayor por el brazo e intentar calmarlo.
─¿Qué sucede? ─Interrogó el menor.
─Está con otro ─Mencionó Eloy molesto.
─¿Amy? No lo creo ─Intentó calmar Michael, sin mayores resultados.
─¿No sabes nada? ─Interrogó el mayor, Mike negó.
─No me ha mencionado nada ─Se encogió de hombros.
El silencio se apoderó de ambos, Michael observó al frente y se encontró con Amy y el otro chico. El teñido tomó el brazo del más alto haciéndole caminar sin detenerse.
─Quizá son sólo amigos ─Intentó defenderla el teñido. Eloy negó con una sonrisa, Michael suspiró sintiéndose traicionado, ahora comprendía de qué hablaban Maddie, Amy y Luke sin siquiera decirle a él.
Una mezcla de rabia y tristeza le invadió, sin embargo debía contenerse y es que no era el único al que la rabia le consumía. De pronto se percató del rumbo recién tomado, ambos caminaban a la casa de Amy.
Mike intentaba persuadirlo sin grandes resultados, y entonces se encontraron los cuatro. Eloy se acercó amenazante a la parejita y con su dedo índice empujó al chico diciendo algo que sólo él y el joven pudieron escuchar.
