El llorar por las noches se le hacía algo normal, no había razón alguna tan solo lloraba como un crío perdido en medio del supermercado temiendo por jamás ser encontrado. En el fondo lo sentía así, pero temía por jamás encontrarse a sí mismo, temía por las palabras que le dedicaban los demás, temía porque se negaba a ser un adulto, temía porque sus padres estaban constantemente diciéndole que debía ser un hombre, madurar y tener una feliz familia y entonces él cada noche se preguntaba ¿Por qué no romper el orden de las cosas? ¿Por qué tener que obedecer ese estúpido orden de vida? Es decir, había veneno por donde mirase y si quisiera él podría morir mañana con diecisiete años sin siquiera haber terminado la escuela ni haberse casado con una hermosa mujer ㅡComo lo deseaban sus padresㅡ y ahí era donde estaba su fin, entonces no podía comprender porque lloraba cada noche temiendo a fracasar.
Intentaba buscar respuestas, observaba su habitación mientras hablaba con la infinidad de peluches que había en su habitación que en ese minuto eran sus únicos confidentes pero estos le ignoraban y entonces el reía con tristeza derramando más y más lágrimas porque ya estaba cansado de todo, porque él no era especial.
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ㅡ ¿Qué tal te fue? ㅡPreguntó Luke bebiendo de su coca cola en lata, Michael lo observó extrañadoㅡ En la prueba Michael, en la prueba. ㅡRecordó el rubio, Michael abrió sus ojos de forma exagerada.
ㅡ ¿¡La hicieron!? ㅡPreguntó el teñido exaltado, el rubio asintió con una sonrisa divertidaㅡ Oh mierda, no la hice porque el inspector me llamó para trabajar, maldita sea. ㅡComenzó a reclamar el chico teñido haciendo reír al rubio quien solo acarició los cabellos del más bajo.
ㅡ Esto es tan divertido, la única vez que estudias para una prueba y no la das. ㅡEl rubio reía y Michael posó su cabeza ya rendida por tanto pensar en las piernas se su ahora nuevo amigo.
