Aquella mañana de día viernes, Michael deseó poder dormir más sin embargo el peso extra que había en la cama, sobre él, no le dejó. Con cuidado de no dañar lo que había sobre él se volteó, encontrándose con Liam, su pequeño hermano llorón. Una de sus manos la puso en su mejilla notando que esta estaba fría, suspiró y atrajo a su hermano hacia sí para poder taparlo.
Se durmió nuevamente y cuando volvió a despertar, gracias a la comezón en su cuerpo, se dio cuenta de que en su cama se encontraba Liam abrazando su peluche favorito y a los pies de esta, estaban sus tres gatos durmiendo. El teñido suspiró y tomó a cada uno para revisar si tenían pulgas y efectivamente, eran pocas, pero tenían.
Intentó quitarles las que más podía, sin embargo eran difícil de tomar y es que saltaban y se perdían. Michael sentía la jodida comezón en sus brazos y es que era alérgico a los malditos bichos, parásitos o como fuese que se llamaran aquellas mierdas saltarinas.
Una vez que terminó de limpiar a los gatos, les sacó al patio para alimentarles, encontrándose con su madre.
─ Hey. ─Saludó Michael, la mujer estaba fumando de forma relajada, observó a su hijo y le saludó en un ademán con su cabeza─ Liam y los gatos se acostaron conmigo. ─Informó el teñido, la mujer rió suavemente.
─ Nunca te ven, por eso aprovechan de estar contigo. ─Comentó la mujer con una sonrisa, Michael se acercó a ella.
─ Aún así, me dejaron la cama llena de pulgas. ─Murmuró el chico, su madre rió─ Es más efectivo comprarme yo, un collar antipulgas.
Ambos rieron ante lo recientemente dicho. Michael de pronto se quedó observando a su madre o más bien, al cigarrillo que esta mantenía en su blanca y delicada mano. De pronto se vio a sí mismo consumiendo la nicotina, se sintió relajado y desesperado, y, sin siquiera darse cuenta, las palabras salieron solas de su boca.
─ ¿Puedo? ─Preguntó Michael apuntando el cigarrillo, hipnotizado por el humo que este desprendía. Su madre le observó y encogiéndose de hombros, le tendió el cigarrillo ya casi consumido.
Karen sabía que su hijo consumía aquella mierda de la que tanto le ha costado salir, sabía que su pequeño hijo había comenzado a consumir a temprana edad pero a pesar de ello, confiaba tanto en él, en que en algún día dejaría todos esos pensamientos raros y seguiría un buen camino para su vida. Michael en cambio tenía la idea de que él sólo vivía para la música y nada le haría cambiar de opinión, él sólo quería recorrer el mundo conociendo personas, conociendo las diversas historias tras aquellos ojos coloridamente emotivos, porque cada mirar, para él, escondía algo más, un mundo distinto y el quería darse el tiempo de conocerlos a todos, cada historia, cada mundo.

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MIKE IS A CAT (ฅ)
Fiksi PenggemarLuke no puede evitar comparar a Michael con un gato.