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Estaban agotados, habían caminado por todo el lugar sin resultado alguno. Ya hastiados comenzaron a caminar por el centro buscando algún local para comer y es que sus estómagos rugían con fuerza pidiendo algún bocado. Mientras caminaban, Ashton llevaba sus manos en el bolsillo, conversaba con Michael sobre cuanto dinero llevaban para comprar y entonces sintió como alguien le tocaba la mano de forma insinuante, se volteó y sólo pudo ver a un hombre ya viejo, una sensación de repulsión le invadió.

─ Me tocó... ─Fue todo lo que dijo, interrumpiendo la conversación. Michael sin entender observó hacia atrás pensando en alguna mujer pero en cambio sólo vio a un hombre reír.

─ ¿Quién? ¿Por qué? ─Preguntó el menor divertido intentando ocultar la risa.

─ Un viejo, me tocó la mano. ─Respondió el mayor observando para atrás. Michael comenzó a reír divertido─ Si hubiera sido un joven quizá se lo perdono pero, era un viejo ¡Un viejo! ─Exclamaba el rubio algo molesto y era comprensible, es decir un hombre ya viejo se le había insinuado a él y de la misma forma podría hacerlo con alguna niña jovencita.

El teñido agradecía el que Ashton no hubiera visto bien el rostro de aquel hombre y es que el rubio a pesar de siempre mostrar un aura tranquila, si alguien le molestaba a tal punto, no tardaría en ocupar puños y probablemente saldría ganando.

Siguieron caminando hasta un puesto de hot dog, Ashton fue quien compró puesto que Mike aún no podía desarrollar bien la capacidad de hablar con desconocidos. Pidió la promoción y esperó tranquilamente hasta que finalmente les dieron su orden.

─ Ashton, no me gusta este tipo de salchicha. ─Reclamó el menor, Ashton suspiró y es que había olvidado que aquel crío era un regodión.

─ Quítala entonces. ─Sugirió Ashton riendo, Michael con cuidado de no botar todo lo que había echado encima, comenzó a quitar la salchicha con cuidado y cuando lo logró con una gran sonrisa se la metió en la boca al mayor para molestarlo.

Entre ambos compartieron la bebida y cuando terminaron siguieron caminando, Michael de vez en cuando le molestaba diciendo que ocultara bien las manos porque lo podían raptar. Ashton sólo daba zapes amistosos casi sin fuerza.

Finalmente tuvieron que tomar el metro para ir a otra estación y comprar lo que andaban buscando. El mayor estaba nervioso y es que faltaban veinte minutos para entrar a clases, así que una vez que llegaron fueron rápido a comprar las cosas que necesitaban.

─ ¿Estamos listos? ─Preguntó Ashton observando la hora. Michael sonrió.

─ ¡Sí, capitán! ─Exclamó el menor con las bolsas en mano. Ambos fueron a la parada de autobús, Michael pedía a Satán, a Dios a todos los santos para que el autobús pasara pronto y así fue.

Lo tomaron, se sentaron en los últimos asientos mientras hablaban de Luke y Calum.

MIKE IS A CAT (ฅ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora