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Había pedido a su padre que le despertara temprano para poder ir a la casa de Alice, este así lo hizo y cuando Michael estaba cambiándose de ropa su madre entró sin pudor alguno lo que hizo al teñido molestar.

─ ¿Podrías por lo menos tocar la puerta? ─Preguntó el teñido molesto poniéndose la polera de forma rápida, la mujer le observó sorprendida y molesta.

─ ¡Soy tu madre! ─Abogó la mujer, Michael rodó los ojos pidiendo a dios o satán algo de paciencia y es que odiaba que entraran sin siquiera tocar la puerta, más aún cuando su habitación era prácticamente su templo u hogar por decirlo de alguna forma, era en donde él se sentía malditamente seguro de todo y todos, y el que su madre entrara así como así, le hacia sentir para nada seguro.

─ ¿Y qué quieres? ─Preguntó el menor arreglando su cabello, la mujer suspiró y mientras limpiaba alguna mancha invisible en la mejilla de su hijo, comenzó a hablar.

─ Deja que tu padre te lleve a la casa de tu amiga, me preocupa que alguien te haga algo. ─La mujer le abrazó, Michael sintió rechazo y asco a aquel abrazo maternal, quiso empujar a aquella mujer lejos de allí sin embargo se contuvo.

Rodó sus ojos con ironía, su madre se preocupaba tanto por él sin embargo aún irrumpía en su habitación, contaminando su mundo, contaminándolo a él, contaminándose a ella. Un suspiro salió de sus labios y aceptó la propuesta de su madre; esta, contenta con la respuesta de su hijo mayor, salió de la habitación por fin. El castaño terminó de vestirse y salió encontrándose con su padre quien de inmediato preguntó si estaba listo, el teñido asintió y luego de despedirse de su madre caminó al auto de su padre, en la parte trasera.

Su padre subió y emprendió el camino a la casa de la muchacha, en el camino Michael tuvo un recuerdo vago de aquel hombre que le cazó en esa trampa tan vulgar, sin embargo quitó esos pensamientos de su cabeza y miró a otro lado, hasta que el hombre le avisó que habían llegado.

Michael bajó y caminó hasta la puerta de Alice la cual golpeó fuerte, sin embargo nadie salió de aquella pintoresca casa. Gritó también el nombre de la chica pero nada, así que volteó y se devolvió al auto de su padre, este le ofreció dejarlo en casa o ir a trabajar con él, Mike aceptó ir a trabajar con su padre.

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Quizá esto termine más pronto de lo que esperaba. . .

MIKE IS A CAT (ฅ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora