Los días martes los estudiantes entraban una hora más tarde a clases, lo cual, la mayoría aprovechaba para poder dormir más tiempo y Luke no era la excepción, sin embargo su agradable sueño fue interrumpido de pronto por el hostigante ruido del timbre. Se levantó de su cama tan sólo con los pantalones grises algo holgados que utilizaba de pijama y su torso totalmente desnudo y así caminó hacia la puerta, la cual abrió sin siquiera preguntar de quién se trataba y es que de todos modos tenía una intuición de quien podría ser y el hecho de sentir aquellos labios gruesos contra los propios tan sólo le confirmó su sospecha. Tomó a su pequeño novio por la cintura y cerró la puerta pegándolo a esta con algo de brusquedad sin siquiera cortar el contacto de sus labios, el teñido tenía sus brazos alrededor del cuello del más alto obligándole a agacharse leves centímetros para poder besarse de forma más cómoda para ambos.
ㅡ ¿Qué haces aquí? ㅡPreguntó el rubio una vez el beso hubo terminado, Michael se encogió de hombros con una sonrisa en el rostro.
ㅡ Estaba con Eloy y Amy pero se pusieron algo calientes. ㅡMurmuró el teñido haciendo una mueca de molestia, no necesariamente porque le molestara que sus amigos se pusieran calientes si no que por el hecho de que lo hacían frente a él cuando estaba solo.
Luke soltó una carcajada divertida y sin pudor alguno llevó su mano hacia el trasero del chico para apretarlo a su antojo, Michael se pegó más al cuerpo del más alto por la repentina acción del rubio. Entre besos ambos caminaron a la habitación de Luke en donde este, sin delicadeza alguna lanzó al más bajo sobre la mullida y deshecha cama para luego situarse encima de él quien le acogió enrollando sus piernas en la cintura del muchacho más alto, este comenzó a hacer fricción entre ambos cuerpos haciendo al más bajo desear mucho más contacto.
Los cuerpos calientes poco a poco iban quedando desnudos, entre besos desesperados y caricias sutiles, sumergidos en el mar blanco de placer infinito.
Los finos labios rojos e hinchados por los fogosos besos fueron bajando de forma sutil, casi nula, por la mandíbula del teñido, por su cuello, sus clavículas hasta finalmente llegar a aquellos pezones ya duros los que mordió y succionó como si se tratase de un jodido dulce.
Michael mordía su labio con fuerza sin preocuparse por el daño y es que aquel dolor en su labio era mínimo al placer inmenso en el cual estaba sumergido. El rubio sin aviso alguno bajó hasta el pene erecto de aquel chico hecho un lío de jadeos y lo metió a su boca, las manos del teñido de mantenían empuñadas sobre la sábana blanca que estaba bajo ambos cuerpos. Michael quería avisar que estaba en su límite sin embargo las palabras quedaban presas en su garganta y de sus labios sólo salían pequeños jadeos y maldiciones.
El rubio comenzó a lamer el glande con dedicación y tiempo, el teñido llevó una de sus manos a la cabellera del rubio y arqueando su espalda dejó escapar su blanquecina semilla la cual Luke aprovechó para dilatar al exhausto chico. Su respiración estaba agitada, su corazón no tenía control, su mirada estaba perdida en la nada y aquel rubio de definido torso no le daba tregua alguna y es que de inmediato comenzó a dilatarle para no causar mayores daños, Michael se levantó sólo un poco para atraer aquellos finos labios a los propios, necesitaba besarlo.
El rubio cortó el beso de pronto para alcanzar un condón de los tantos que mantenía ocultos en su mesita de noche, lo puso de forma correcta sobre su pene erecto y besó nuevamente al teñido de forma hambrienta. Aprovechó aquel necesitado beso para penetrar de forma dura y certera haciendo al más bajo prácticamente gritar. Las embestidas se volvieron lentas pero no dejaban de ser certeras, Mike sentía su cuerpo vibrar del placer, del deseo y cada vez que Luke aumentaba el ritmo incrustaba sus uñas levemente crecidas en la espalda del chico mientras que este a su vez, dejaba marcas rojas por todo el cuerpo del teñido.
Ambos, sumergidos completamente en aquel placer lujurioso, dejaron salir su semilla blanquecina.
Luke salió de forma delicada y se recostó al lado del teñido quien estaba algo adormilado, el rubio observó el reloj, aún faltaban dos horas por lo que no le molestó acostarse junto al cuerpo dormido de Michael y luego de taparlos a ambos, quedarse dormido junto al chico.
Son las 7:38 de la mañana aquí en Chile y no he dormido nada. (눈_눈)
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