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A penas llegó a su hogar se metió al baño para poder cepillar sus dientes y luego volver a su cama para tirarse a dormir aunque poco duró, pues su madre entró a su habitación con un pequeño bolso lleno de maquillaje.

─¿Qué pasa? ─Preguntó el pelirrojo somnoliento, la mujer le miró de mala manera.

─Vamos a salir y tienes un rostro horrible, así que intenta tapar esas ojeras y darle un poco de color a tus mejillas. Enserio parece como si hubieras bebido toda la noche, además apestas a tabaco. ─Regañó la mujer, Michael se levantó a duras penas y frente al espejo comenzó a aplicar maquillaje en sus ojeras.

Una vez listo, se subió al auto junto a Deniel y Liam quienes no paraban de asemejar a su hermano mayor con un zombie. Sus padres tan sólo reían con gracia, todo era extremadamente sereno para Michael, tanto así que sentía que algo iría mal luego, sin embargo no le dio verdadera importancia e intentó disfrutar del color rosa que había en aquel momento.

Llegaron al centro comercial, su padre estacionó el auto en un lugar seguro y la familia bajó. Un chico de cabello negro quedó mirando fijamente al pelirrojo, este ni cuenta se dio, sin embargo su padre lo notó por lo que le empujó para que pasara adelante. Michael le quedó mirando de mala manera al igual que su mujer.

─¿Qué pasó, cariño? ─Preguntó la mujer con gracia al ver el rostro molesto de su marido, este en cambio soltó un chasquido antes de contestar.

─Un marica se quedó viendo a Michael, eso pasa porque lo dejas tinturarse el cabello, los hombres no hacemos eso. ─Reclamó el hombre, Michael iba adelante con una mueca de disgusto. Deniel le observaba también con una mueca que denotaba más asco.

─Bueno, ya pasó, no hay que enojarse. ─Intentó calmar la mujer.

Michael suspiró molesto, odiaba que su familia fuera homofóbica y deseaba que Liam no siguiera esos pasos que no llevaban a más que odio profundo hacia personas inocentes.

×

El almuerzo había salido bien dentro de lo que cabía, al llegar a casa, Michael se tiró a su cama con la intención de dormir, lo cual no funcionó y es que de pronto sintió un enorme peso sobre sí. Se volteó encontrándose con Maddie y Calum, ambos se habían tirado sobre él.

─Hey ─Saludaron ambos muchachos al unísono, Michael les mostró el dedo de en medio.

─¿Qué hacen aquí? ─Preguntó el de rojo cabello sentándose como indio en su cama deshecha.

─Nada, sólo vinimos a verte. ─Contestó Calum tirándose a la cama seguida de Maddie.

─Me vieron ayer, y hoy en la mañana. ─Murmuró el chico de teñidos cabellos.

─Nos importa una mierda, tenemos que hablar ─Demandó la chica, Michael suspiró hastiado.

MIKE IS A CAT (ฅ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora