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Había llegado la hora de irse Michael fue a dejar al rubio a la parada del autobús, este no demoró mucho en pasar, el rubio subió rápido ya que el chofer cerró la puerta de forma rápida tanto así que Luke juró que si no se apresuraba perdía el brazo. Michael solamente reía desde abajo del bus.

Se devolvió a su hogar, su madre le abrió la puerta con una sonrisa.

─ ¿Luke te acompañará mañana? ─Preguntó la mujer, Michael negó.

─ Está a cargo de la casa. ─Respondió el pelirrojo con la intención de entrar a su habitación, se detuvo a mitad de la escalera al percatarse de que su madre le seguía.

─ Puedo decirle a tu padre que te vaya a dejar. ─Menciono Karen, Michael sonrió y besó la mejilla de la mujer.

─ No hace falta. ─Dijo finalmente para subir a su cuarto.

Llamó a Calum para ver si este le acompañaba, sin embargo el moreno tuvo que negarse debido a otros líos que él tenía. Suspiró y llamó a Michelle a ver si esta podía acompañarle, y para su suerte la chica aceptó.
Le mandó un mensaje diciendo que a las doce estuviera en su casa, la chica respondió con un ok.

×

Se encontraba durmiendo plácidamente hasta que una almohada impactó en su rostro. Se levantó asustado y totalmente desorientado, observó la puerta de su habitación en donde se encontraba su padre con una mueca divertida en su rostro.

─ Tu amiga está afuera. ─Fue lo primero que el hombre dijo, Michael suspiró.

─ Le dije que viniera a las doce. ─Reclamó el teñido, el padre soltó una carcajada.

─ Son las doce con veinte. ─Rió aún más al ver el rostro desconcertado de su hijo─ La haré pasar. ─Dijo finalmente mientras bajaba la escalera para hacer pasar a la amiga de su hijo.

Michael se quedó observando su rostro en el espejo que tenía sobre el escritorio junto a algunos peluches. La puerta se abrió dejando ver a la muchacha de tez morena con el cabello largo y azabache llegando casi a la cadera.

─ Lo siento, me dormí. ─Murmuró Michael quitándose la ropa allí mismo, Michelle sólo comenzó a reír.

─ Me lo esperaba, no importa sólo apresurate.

Cuando estaba ya listo tomó a la muchacha por los hombros y salieron de la habitación.

─ Mamá, nos vamos. ─Avisó el teñido, la mujer salió de la cocina para despedirse de ambos.

Una vez afuera de la casa Michelle preguntó: ─ ¿Y a dónde vamos?

─ A la peluquería y a mi antigua casa.

MIKE IS A CAT (ฅ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora