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El día jueves Michael fue temprano a la casa de Amy y es que había quedado en tinturarle el cabello de negro con algún mechón de color turquesa exactamente igual que él.
Ambos se encontraban sentados en el sofá grande de color café observando la televisión, aunque la chica estaba más concentrada en el espejo observando su reflejo haciendo distintas morisquetas.

─ Oh vamos, te ves bien. ─Michael comenzó a picar las mejillas de la chica recién teñida, esta se giró con la intención de morder su dedo sin embargo Mike alcanzó a quitarlo.

─ Es que me veo morena, no me gusta. ─Murmuró la chica con un puchero el cual Mike tiró divertido.

─ Vamos, te tinturé el cabello igual que el mío por lo tanto te ves divina, cariño. ─Mike comenzó a reír ganándose golpes por parte de su amiga, golpes que terminaron siendo una lucha de la cual Amy salió victoriosa.

─ Te pones tan gay. ─Murmuró la ahora pelinegra muchacha, Michael se encogió de hombros y haciendo un gesto bastante amanerado con su mano habló.

─ Bueno, ¿Qué te puedo decir? Soy bisexual. ─Ambos rieron a carcajadas siendo regañados por la madre de Amy al ser muy ruidosos.

×

Caminaban hasta el establecimiento entre risas recordando anécdotas de sus años de amistad. Michael comenzó a recordar de pronto una vez en la que salieron con todo el grupo y entre Maddie y Amy hicieron una estúpida competencia de quien de las dos se sacaba el brasier más rápido y luego volvía a ponerlo en su lugar. Estaban en pleno parque y Amy fue quien había ganado sin embargo Maddie tuvo muchas dificultades al volver a ponerlo y entre los chicos tuvieron que hacer una pequeña barrera para que nadie le viera.

─ Realmente somos imbéciles. ─Murmuró el teñido aguantando la risa, Amy simplemente asintió.

Estaba lloviendo levemente sin embargo a ninguno le importaba, es más, a ambos le gustaba mojarse y es que le traía enorme cantidad de recuerdos con personas queridas.
Algunos pasos antes de entrar al establecimiento, ambos se detuvieron para quitarse los piercings y ocultar los mechones fe colores de alguna forma. Michael a lo lejos vio a un chico de su estatura, quizá un poco más alto, era rubio y tenia una barba elegante. Se fijó tanto en su rostro que ni siquiera se percató de este no traía el uniforme del establecimiento. Golpeó el hombro de su amiga y con una sonrisa en el rostro se acercó al muchacho, Amy suspiró y con los brazos cruzados caminó un poco más lento para ver si aquel hombre de buen aspecto caía en las redes de su teñido amigo.

Michael se acercó a el con una sonrisa lastimosa en el rostro, el hombre no pareció percatarse a primeras de su presencia por lo que Mike habló.

─ Hey ¿Puedes ayudarme? ─Preguntó en un tono lastimoso, el hombre de no más de veinticinco años sonrió asintiendo mientras se acercaba a él.

─ Claro ¿Qué sucede? ─Preguntó amablemente, Michael antes de responder observó los pies del chico, aún no apuntaban a él así que con una sonrisa coqueta volvió a hablar.

─ ¿Se me ve el cabello verde? ─Preguntó el menor, el más alto tomó la cabeza del pequeño inspeccionando si efectivamente se veía cabello verde, el mayor asintió.

─ Sí, osea es poco porque igual como tienes el pelo largo se cubre un poco pero hay pequeños reflejos verdes. ─ Fue lo que el chico dijo, Michael sonrió y observó sus pies, estos estaban hacia él por lo tanto Michael lo había cazado.

─ ¿Puedes arreglarlo? ─ Insistió, el mayor asintió y comenzó a arreglar el cabello del chico.

─ Creo que ya está. ─ Murmuró el mayor, Michael sonrió.

─ Bueno, gracias. ─ Michael se despidió de forma muy cariñosa para entrar junto a Amy quien no paraba de reír.

MIKE IS A CAT (ฅ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora