El no siempre había sido así, él era un crío jodidamente alegre que cayó en los juegos inocentes de sus compañeros queriendo ser aceptado, él supo lo que significaba ser un simple objeto y desde ese momento pensó que no quería volver a serlo. Él fue contaminado con la cruel inocencia de sus compañeros y nadie lo sabía, él gritó muchas veces, gritos mudos que desgarraban su garganta pero nadie era capaz de escuchar, había caído en la agonía de su reflejo.
Él estaba podrido.
Sus manos estaban empuñadas sobre las sabanas, mantenía sus piernas abiertas soportando el dolor de tener ya dos dedos de Luke forzando su entrada, estaba hecho un lío de sudor y jadeos, sus labios estaban rojos e hinchados y sus abultados mofletes mantenían ese encantador y sensual tono rosa que hacía a Luke derretir. Un nuevo dedo entró, Michael arqueó su espalda queriendo detener al rubio pero ya no había vuelta atrás y de todos modos, tampoco es como si quisiera detenerse, al menos no del todo.
Luke seguía penetrando con sus dedos la estrecha entrada del más bajo, observaba su rostro deleitándose con aquella sensual imagen y sin poder contenerse por más tiempo besó por milésima vez esos suaves labios que de a poco se iban convirtiendo en su propia heroína, eran tan adictivos, no había comparación. Sus dedos fueron quitados de pronto, sorprendiendo al más bajo y es que de pronto se sintió completamente vacío, necesitaba sentir al rubio y como si este estuviese escuchando su mente, posicionó su ya erguido pene en la entrada recientemente dilatada. Michael abrió un poco más sus piernas acogiendo al más alto entre estas, dándole más comodidad.
El rubio comenzó a hundirse lenta y tortuosamente dentro del más bajo, este cortó el beso abruptamente arqueando su espalda mientras contenía la respiración con sus ojos cerrados intentando aguantando el dolor. Luke mantenía sus manos a ambos lados de la cabeza del teñido, observando cada maldito gesto que este hacía, sonrió y de una fuerte estocada terminó por entrar completamente, Michael dejó salir un grito mientras arañaba la espalda del rubio con fuerzas.
Ambos se quedaron completamente quietos en silencio mientras regulaban sus respiraciones escuchando el relajante de las gotas de lluvia golpear la ventana. Michael abrió sus ojos, dejando ver a Luke un mundo completamente diferente, el teñido se levantó lentamente para abrazar el cuello del más alto con fuerza mientras movía sus caderas, dando a entender que el rubio podía comenzar a moverse.
Luke recostó nuevamente a Michael sobre la cama para poder besar sus labios y proceder a dar suaves embestidas en el cuerpo del más bajo. Las embestidas comenzaron suaves, lentas lo cual desesperaba al muchacho más bajo así que sin pensar mucho, mordió con fuerzas el labio del más alto, este dibujó una sonrisa en su rostro y entonces dio una estocada tras otra, fuertes, certeras, haciendo vibrar el cuerpo del teñido casi dejándolo sin aire.
Comenzó a besarlo, de forma desesperada mientras con su mano repartía suaves caricias sobre el pene del más bajo, torturándolo de una forma exquisita. Sus lenguas danzaban en una lucha por dominar el placer, las embestidas se volvían más y más rápidas, el final estaba cerca y ambos lo sabían.
Los jadeos eran mezclados con el sonido de la lluvia, Michael sentía que estaba en el jodido cielo y justo cuando sentía que llegaría al final, Luke salió de él, dejándolo desconcertado.
ㅡ En cuatro. ㅡOrdenó el rubio en uno grave, demandante. Michael obedeció, se volteó tal como lo pidió el más alto dejando sus caderas en alto mientras pegaba se pecho a la cama. Se sentía malditamente expuesto, pero necesitaba sentir al rubio, necesitaba que llenar el jodido vacío que sentía, necesitaba sentirse querido.
Luke lo penetró con fuerza una y otra vez dando de lleno en aquel punto del éxtasis máximo, Michael empuñó las sabanas en sus manos mientras mordía una de sus tantas almohadas que acomodaba diariamente en su cama. Luke esta vez comenzó a masturbar de forma rápida el pene de Michael hasta que finalmente ambos llegaron al punto máximo.
Luke salió del más bajo recostándose a su lado para quitar algunos mechones de su sudorosa frente. Michael en cambio no sabía que hacer, no era que le molestase ser tocado por Luke sin embargo no quería contaminar al rubio y sin poder contenerse comenzó a llorar.
ㅡ Luke, por favor quedate. ㅡPidió entre sollozos, Luke lo abrazó con una sonrisa en sus labios, Michael era su pequeño gato y jamás podría dejarlo.
ㅡ He caído en tu juego Mike, con esto te acabo de confirmar que soy la pieza de tu juego más leal. ㅡFue lo que el rubio dijo antes de besar al teñido.
FIN.
Nah, mentira.
¿Les gustó? 😿😿😿
Pronto subiré las respuestas.
