Capítulo 3

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"¿Por qué siempre las cosas malas les pasan a las personas buenas? Jamás me meto con nadie y siempre sufro por algo".

—¿Está bien? —su voz

—Por favor ayúdeme, viene detrás de mí —mi corazón va tan rápido que siento que se me va a salir

—¿Quién es? —pregunta mirándome

—Es... El señor Collins, por favor déjeme ir —siento mi rostro hinchado y mi cabeza duele

—Eso es imposible, debe de estar confundida...

—Él dijo que nadie me creería, tenía razón —me alejo de él

—Espere...

—¡Maldita zorra! ¡Deja que te ponga las manos encima y vas a lamentar haber escapado de mí, deberías de estar feliz, alguien te va hacer el favor! —escupe molesto.

Me pongo tras mi jefe y solo veo cómo aprieta los puños intentando controlarse, todo mi cuerpo tiembla y yo me aferro al brazo de él. El señor Collins sale del pasillo y se queda perplejo al ver a mi jefe parado delante de mí.

—Señor, yo puedo explicarle...

—No necesitó que lo haga, tome sus cosas y váyase de mi empresa —interrumpe molesto

—No va a creerle a esta muerta de hambre, solo véala es una marrana sin ninguna clase... Ella me sedujo para que le diera un puesto más alto —se acerca intentando verme

—Eso es mentira, usted me dijo que si quería un puesto más alto tenía que hacer una cosa por usted y yo le dije que no —me defiendo.

No voy a permitir que me quiera dejar cómo una cualquiera delante de mi jefe.

—He visto lo suficiente y le aseguro que si la señorita quiere demandar, la empresa le facilitará los vídeos de las cámaras de seguridad que hay en toda la empresa —dice mi jefe retándolo

—No lo haré, solo quiero que me deje en paz, yo no hice nada para que él me agrediera de esta forma —mi corazón se empieza a estabilizar

—No lo volveré a repetir ¿Se va ó llamo a la policía y lo denuncio por acoso sexual laboral e intento de violación? Usted decide —advierte

—Me voy —se aleja a su oficina.

Las personas salen del ascensor y me miran sorprendidos, es que hoy no es mi día, mi jefe me mira y luego mira su brazo al cual aún sigo aferrada, me suelto de él apenada, pasa su brazo por el mío y me acerca a él; me lleva a su oficina y yo solo me limito a mirarlo sorprendida, pero no me detengo a preguntar, estoy muy cansada y el dolor de cabeza se hace más agudo cada vez.

Solo quiero que este día acabe, llegar a casa y poder acostarme en mi cama y soñar con una vida mejor, donde estoy con mis padres y donde tengo mi propia familia.

—Me di cuenta un poco tarde, discúlpeme por no ser más rápido —me ayuda a sentarme

—No entiendo —toco mi cabeza intentando apaciguar el dolor

—Tengo cámaras de seguridad y vi cómo él se le insinuó, pero pensé que usted también aceptaría y me paré a tomar algo, cuando regrese vi cómo él la jaló del cabello y usted lo golpeó intentado defenderse, ahí me di cuenta que él la estaba agrediendo —me ofrece un vaso con agua

—No fue su culpa, pero no puedo creer que crea que alguien cómo yo, pueda prestarse a una cosa cómo esa —tomó un sorbo de agua.

Tal vez esta acostumbrado a ver todo este tipo de cosas en su empresa, pero permitir que pasen lo hacen un cómplice y un incompetente.

AMOR © (Tú, simplemente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora