A veces me odio por hablar sin pensar, por que es unos de mis defectos más notables, pero decir lo que pienso y lo que mi corazón siente no debería de ser un defecto, sino una cualidad, pocas personas dicen lo que piensan y yo simplemente hablo la mayoría de las veces sin meditar mis palabras, pero eso es bueno, al menos para mí.
—Eres muy joven aún —abre la cuarta botella de vino
—Tal vez, pero la edad no hace la madurez —bebo lo que queda en mi copa.
Me siento un poco mareada, pero me alegra compartir este momento con él.
—Ahora tan siquiera tenemos algo en común —me quito las zapatillas y subo mis piernas a lo largo del sofá
—Tal vez tenemos más cosas en común y aún no lo sabemos —bebe y desvía su mirada de la mía.
Sigo su mirada y veo que esta viendo mis piernas que han quedado al descubierto; me acomodo mejor y lo veo fijamente.
—¿Te gusta lo que ves? —lo miro tras mi copa y sonrió.
¿Esto es seducir?.
—No me provoques Marily, no voy a dejar que tú también juegues con mi mente —se levanta y va a la cocina.
Me pongo boca abajo y miro la bella luna, desde esta altura la luna se ve muy bien, es un gozo observarla ¿Qué estoy haciendo? No puedo jugar con fuego, no quiero salir quemada o peor a un, que me guste ser consumida por las llamas...
Regresa con otra botella de vino, lo miro de reojo como la abre mientras desvía su mirada para verme. Vaya que estamos bebiendo.
—Voy un momento al baño —me levanto y tomo el bolso.
Asiente mientras se sirve vino.
Me sentí mareada en cuanto me levanté, pero no lo suficiente como para preocuparme, he bebido con él pero no la misma cantidad... Y no sé si es el alcohol, pero necesito un consejo y espero pueda ayudarme.
Cierro la puerta con seguro y me siento en el retrete, saco el móvil y busco su número en mis contactos...
—Hola Mar ¿Cómo estás? ¿Theo se ha enojado mucho? —pregunta apenas contesta
—Sí y estoy bien, hablo para preguntarte una cosa... Creo que... Creo que —me callo frustrada.
Sé lo que quiero, pero no creo que esté bien hacerlo. Si caigo en el sabor de su pecado, no sé si podré seguir sin quererlo.
—Solo habla...
—Esto es más difícil de lo que pensé... Quiero... Quiero tener a Theo —suelto avergonzada.
Espero y entienda a lo que me refiero.
—¿Y cuál es el problema? —dice obvia
—Qué... No me hagas decirlo —suplico y siento mis mejillas arder
—¡Eres virgen!... No lo puedo creer ¿Cómo puedes resistir tanto teniendo un novio cómo Theo? por Dios yo estaría encima de él todo el tiempo, aunque eso explica por que te ve hambriento
—¡Penélope! Pon atención y deja de hablar así sobre mí prometido, necesito que me ayudes —toco mi cabeza exhausta
—Solo déjate llevar, vive sin planear, siente sin pensar, que el miedo jamás te límite... Si es lo que quieres y lo que sientes, hazlo —cuelga.
¿Cómo voy a saber si es correcto? Si no pienso en lo que haré esto solo me dolerá a mi. Así que lo mejor es que me olvide del tema y no lo vea de otra manera.
Me levanto decidida. Concéntrate Marily, no te dejes llevar por el alcohol de tu cuerpo, usa la cabeza, úsala...
Me detengo al verlo tan relajado y tranquilo, la luz de la luna solo resalta su belleza...
ESTÁS LEYENDO
AMOR © (Tú, simplemente).
RomanceDos almas tomadas presas del destino, con todo y nada en común, pero incluso los opuestos se atraen, de tal manera que hasta el destino sucumbe ante tanta fuerza. Al destino le encanta jugar y ver cómo luchamos contra lo inevitable, solo esperemos q...