Mi padre me abandonó en esté lugar y lo peor es que no sé si sigue con vida o murió cuando me trajo aquí, pero... "¿Quién quiere matar a alguien que trae un bebé en brazos? ¿Qué sucedió con mi madre?" Me levanto sin mirar a Anabell y camino, necesito salir de esta casa que me ahoga, salgo de la casa y camino sin rumbo fijo.
"No tengo familia, no tengo a nadie, solo una maleta llena de ropa, juguetes y una medalla con mi nombre, no sé nada más de mi pasado, del día en que nací; estoy sola en este gran mundo lleno de personas y lo peor es que a pesar de que hay tantas yo no tenga a nadie para mí".
Siento cómo caen las gotas sobre mí, sigo caminando sin importarme que me moje con cada paso que doy, siento que mis pies pesan y mi estomago me pide alimento... Me detengo y miro a mi alrededor, no hay gente en la calle, la lluvia cae cómo una tempestad haciendo que las personas huyan de ella, la noche ha caído y la oscuridad nuevamente gobierna.
Cruzo la calle al ver un restaurante abierto, no me fijo al andar y solo veo las luces del auto que frena repentinamente, sin moverme me quedo parada mirándolo, casi muero y sin haber visto el lado bueno de la vida...
—¿Está bien? —escucho esa voz que siento que alucinó.
Solo lo veo y no respondo, se acerca y me mira sorprendido, he de parecer una loca, me toca buscando alguna herida.
—Señorita Bradley —se acerca un poco más y puedo verlo mejor
—Señor Evans —pregunto incrédula —Disculpe no me fije —regreso a la acera y me limito a quedarme quieta.
No sé ni donde estoy, solo camine sin rumbo... Cómo un animal herido buscando consuelo.
—Tenga más cuidado, pude haberla atropellado —se acerca y me mira
—Sonará un poco estúpido pero, puede decirme ¿Qué calle es ésta? —lo miro un poco apenada.
Que situación tan más incomoda, a de pensar que soy una estúpida.
—Está en el centro de la ciudad, en la avenida Carson —dice mirando a nuestro alrededor
Estoy muy lejos, camine tanto sin darme cuenta ¿Ahora cómo voy a regresar a mi casa? Salí sin nada.
—Gracias, disculpe la molestia, he provocado que se bajara de la comodidad de su auto y ahora está mojado —lo miro y puedo ver su preocupación
—Usted igual, además no entiendo ¿Qué hace una mujer cómo usted a esta hora sola en la calle en medio de una tempestad? —levanto los hombros avergonzada
—Caminar —respondo intentando cubrirme del frío. Ahora que estoy consciente me doy cuenta de la gravedad de mi acto
—Pues que mala idea, hay muchos peligros en la calle y más a esta hora —asiento concordando con lo que dice.
Soy una inconsciente al salir de casa así, Anabell a de estar muy preocupada por mi, solo espero que no haya salido a buscarme en medio de esta lluvia.
—Bueno me disculpo una vez más por mi torpeza y hacer que se mojara, pero me tengo que ir, gracias y adiós —le ofrezco mi mano
—No se preocupe, solo tenga más cuidado, yo la vi, pero pude no haberlo hecho —me responde el saludo y camina.
Se sube al auto y empiezo a caminar, ahora tengo que caminar en medio de la noche y con un frío que hace que todas mis extremidades tiemblan... Todo por no medir mis actos.
Camino dos cuadras más y siento que no puedo, la lluvia no cesa y el frío se vuelve cada vez más difícil de soportar, el caminar por estos rumbos que no conozco me provoca un miedo que me cala hasta los huesos... Escuchó el choque de unas botellas y sigo caminando sin detenerme, se escuchan unos pasos y voces cada vez más cerca.
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AMOR © (Tú, simplemente).
RomanceDos almas tomadas presas del destino, con todo y nada en común, pero incluso los opuestos se atraen, de tal manera que hasta el destino sucumbe ante tanta fuerza. Al destino le encanta jugar y ver cómo luchamos contra lo inevitable, solo esperemos q...