Capítulo 57

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Aún puedo sentir el frío aire que se coló por la puerta cuando se fue, puedo sentir de nuevo el dolor puro y paralizante que intente olvidar, todo regresa de golpe; siento la ira surgir cómo la primera vez, el enojo cegarme y el miedo lastimándome.

—Marily...

No comprendo el propósito de hacer esto, todo fue planeado minuciosamente y con antelación, es cómo si ella quisiera torturarme ¿Por qué hacerme revivir todo de nuevo? Estoy intentando seguir adelante con lo que queda de mi vida, pero no me lo esta permitiendo ¿Qué es tan importante cómo para saberlo? Lo mejor que puedo hacer por mí es dejarla atrás, no necesito saber más.

—Marily...

—No, no haré esto —dejo la caja encima de la mesilla de centro —No hay nada más que quiera saber —limpio las lágrimas que surgen duramente 

—¿Estás segura? Ella lo hizo para que no te quedaras con preguntas sin respuestas —niego y trueno mis dedos angustiada.

Nada la traerá de regreso, así que no importa lo que haya dentro de esa caja.

—Si tienes tanta curiosidad puedes abrirla y leer su contenido, pero no me digas nada por que no me interesa...

—No crees que si vino hasta aquí en medio de esta nevada es por algo, es importante lo que Anabell dejo dentro de esa caja, es un regalo para ti y...

—¡No quiero hacerlo! —grito y me pongo de pie de golpe.

No lo haré y nadie me obligara. Paso a su lado huyendo al estudio, necesito estar en paz para poder tranquilizar mis sentimientos y el dolor de cabeza causado por esta sorpresa.

—No huyas cómo una cobarde, eres más que eso —lo siento venir tras de mí —No te escondas detrás del miedo, es su adiós y es tu obligación ver su contenido —me siento en el sofá frente a la chimenea —Tienes que hacerlo, por ella y por ti...

—Es suficiente Theo —desespera le suplico

—Lo necesitas para sanar de una vez tu corazón —entra y deja la caja a mi lado.

Sale cerrando la puerta, de reojo veo la caja y las lágrimas salen de nuevo ¿Qué haré si esta vez no puedo arreglarme? Sujeto mi cabeza agotada, no lo necesito, sé que puedo hacerlo sin saber que hay dentro ¿Por qué Anabell? ¿Por qué ahora? ¿Qué es tan importante cómo para que lo sepa? Rendida a las preguntas incesantes que divagan en mi mente, decido que es mejor que descubra lo que se esmero en obsequiarme. Mis sudorosas manos toman la caja y con lentitud quitan el listón que la mantiene cerrada, aquí vamos. Saco la hoja blanca doblada por la mitad...


Marily:

Mi pequeña niña, debes de estar preguntándote ¿Para que hago esto después de todo por lo que pasaste? Verás, hay cosas que no te conté, mi falta de valor me hizo comportarme cómo una cobarde y me vi en la necesidad de hacerlo de esta manera. Ahora nos despediremos compartiendo contigo mi sentir. Viví con mucho amor, recibí mucha compañía de ti, fuiste esa luz, que mi oscura y lastimada alma necesitaba.

Fuiste una de las dos hermosas estrellas que Dios me mando; pero solo pude cuidar de una, amé a las dos por igual, pero solo una se quedo conmigo. Lamento no haberte dado más de lo que te di, lamento haber sido tan tonta e ingenua y débil, no sabes con lo que he tenido que cargar todos estos años y es por eso que te lo escribo ahora, no tuve la fuerza para ver tu cara de decepción, ya demasiado me odiaba cómo para saber que tu también lo hacías, no podría soportar ver tu cara y... Perdóname cariño hice todo lo posible por recuperar lo que que había perdido, pero no pude, el miedo y el amor así él; no me dejaron traerlo de regreso a la pobreza en la que viviste.

AMOR © (Tú, simplemente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora