Capítulo 16

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Me levanto por unos fuertes golpes en la puerta... Como puedo busco mi móvil en la mesa de noche y con lentitud abro los ojos, ¡Pero si son las once de la mañana! Me paro deprisa y me dirijo a la sala, los golpes se vuelven más insistentes.

—Ya voy —respondo para que se tranquilice

Se suponía que iría con Anabell y me he quedado dormida, si me apresuro podré llegar a desayunar con ella.

Abro la puerta torpemente y al asomarme veo un gran ramo de rosas blancas; abro más la puerta y las toco suavemente, están hermosas...

—¿La señorita Marily? —pregunta

—Sí, soy yo —tomo con dificultad el ramo.

Nunca antes me habían regalado rosas o alguna otra cosa, excepto por los regalos que Anabell me hace... ¿A caso, serán de... Theo?

—Firme aquí, por favor —me mira de pies a cabeza.

Al sentir su mirada recorrer mi cuerpo, recuerdo la clase de pijama que traigo puesta, las prendas que de manera precaria me cubren el cuerpo, Miranda debió pensar en que Theo podría verlas sexys...

—Puede dejar de verme de esa manera y mirar a otra parte —tomó la tabla que me ofrece.

Voltea su rostro avergonzado y se concentra en los colores de las paredes, o al menos eso parece; me apresuro a firmar lo que necesita y le extiendo la tabla de regreso. Sin decir nada más sale y cierra la puerta tras él.

Veo las rosas de nuevo y pienso en que se verían mejor en mi oficina, pero bueno, ésta es mi casa así que ¿Dónde se verían mejor? Las muevo al comedor y las dejo en medio de la mesa... Que buen gusto tiene Theo.

Regreso a mi habitación para pensar en que me pondré al rato para mi salida con Neithan, sigue pensando en si es buena idea salir con él, no lo conozco de nada y solo hemos intercambiado unas cuantas palabras; por otro lado esta Theo y sus deseos de posesión sobre mí.

Después de pensar mucho en que hacer, decidí en qué salir con Neithan no es tan mala idea; no haremos nada más y tampoco tengo la intención de hacer ver a Theo como un cornudo o algo parecido. Como no supe a dónde iríamos, opte por ponerme unos jeans negros, unos botines blancos y una blusa de su mismo color, una pequeña bolsa casual negra y solo tome unos pendientes de las tantas joyas que Theo me compro.

Me siento en la cama y al tomar el móvil éste suena y en el registro a aparece su nombre Theo

—¿Por qué siempre tardas tanto en contestar? —pregunta irritado

—Tengo cosas que hacer, no me paso pegada al móvil esperando tu llamada —me pongo la bolsa y me levanto

—No estoy de humor para aguantar una de tus niñerías, te llame para decirte que paso por ti en una hora —me detengo al llegar a la sala

¿Las cosas no pueden complicarse más? Si le digo que voy a salir con Neithan se va a poner insoportable.

—No puedo —respondo esperando que esa explicación sea suficiente.

Me paro frente al comedor y toco una de las rosas, que hermoso aroma desprenden las flores.

—No te estoy preguntando, te estoy avisando

—Yo también te estoy avisando —se escucha un leve toque en la puerta y sé que Neithan a llegado

—Voy a estar ahí en una hora y más te vale que estés —su voz se oye llena de decepción.

Dudo un momento en sí lo mejor es esperar a Theo y ver que necesita o salir con Neithan y despejar mi mente un momento...

—No estoy en mi casa, adiós Theo —digo indecisa y le cuelgo la llamada.

AMOR © (Tú, simplemente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora