Capítulo 67

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Desconocido.



Todo va de acuerdo al plan, sabía que solo ella podía hacer el trabajo y no estaba equivocado. Su experiencia es lo que necesito para hacer lo que se espera de mí. Ahora solo tengo unos estorbos de los que pronto me haré cargo.

—Pareces muy feliz, eso quiere decir que lograste tu propósito —canturrea desde la oscuridad.

Adelantarme a decir que gané, sería una estupidez de mi parte; en este juego nadie sale ganando hasta que uno muere y en este caso, él aún no sabe que morirá muy pronto.

—¿Qué es lo que quieres? ¿A caso no te dí ordenes a seguir? —sigo con la mirada fija en los papeles.

Que solo venga a distraerme con una de sus tonterías me irrita hasta el punto de querer callarla de una bofetada, pero solo es una acción innecesaria a la cuál recurro cuándo estoy dejando ver demasiado.

—No quería molestarlo, ya hice lo que me pidió y salió todo como esperaba —sus voz suena temerosa

"Es así como siempre debe de escucharse" o al menos eso es lo que mi padre dice siempre.

—Bien, muy pronto Jenny me las pagará, no dejaré que me quiten lo que es mío por derecho —suspira desde la distancia

—Creí que yo... Significaba algo —se calla al darse cuenta de que la miro.

Sus mejillas se ponen coloradas y sus bellos ojos verdes dejan de mirarme. Me recargo de la silla y suspiro. No entiendo la razón por la que aparenta ser débil.

—Eres uno de mis más valiosos trofeos, pero... Jenny y Marily, ellas son...

—Jenny es una traidora y Marily es muy ingenua, ninguna de ellas tienes lo necesario para estar a su lado —juega con sus manos nerviosa

—¿Y tú tienes lo necesario para estar a mi lado? —me levanto y ella instintivamente se pega a la pared, queriendo atravesar por ella —Mi pequeña niña, eres todo lo que necesito para estar satisfecho, tú me amas a comparación de ellas, pero nadie esta por encima de mí y eso se los mostraré muy pronto —me acerco a ella y paso mis dedos por su pálida mejilla.

Sus pecas abundan en su delicado rostro, sus ojos son tan inocentes que casi estoy tentado a dejarla libre, pero no puedo estar sin ella y ella, mi pequeña ave presa, no lograría sobrevivir en libertad.

—Mi señor... —sus dulce y suave voz hace eco en mi cabeza.

Solo necesito tener de regreso a Jenny y romperla completamente, y entonces, solo entonces Emma podrá tener todo lo que merece. Le daré a mi padre lo que quiere y solo así podré tener lo que quiero.

—Emma —apenas y logró controlar el apetito que tengo —Ve a mi habitación y espérame, iré pronto —levanta la cabeza ansiosa y sus ojos brillan entusiasmados .

Sonríe y asiente eufórica, muerde su labio y sin esperar más sale apresurada de mi oficina. Si tan solo no fuera tan vengativo, podría quedarme solo con Emma e irme a mi amado hogar.

Pero seré el siguiente en tomar su lugar y para asegurar eso, tengo que mostrar mi fuerte postura ante todos y más que nada, ante él, si le doy lo que más anhela me dejara libre el camino.

Me quito la corbata y sigo a Emma, sé cuánto le gusta jugar; uno por uno me quito los gemelos de la camisa y los guardo en los bolsillos de mi pantalón, desabotono mi camisa y al estar frente a la puerta me quito el saco "Mi pequeña ave, espero y estés lista" Abro despacio la puerta y la veo hincada en medio de la habitación "Ambos estamos lo suficiente torcidos" dejo el saco sobre el respaldo de la silla y me pongo atrás de ella, cubro sus ojos con la corbata y toco su hombro, su piel se eriza al tacto y brinca levemente.

—¿Estás lista mi pequeño cordero? —le susurro al oído

—Siempre, mi señor —sonrío al escuchar esa voz maravillosa que tiene.

Mi padre siempre dijo que Emma era muy débil, pero ella nunca a fallado en los encargos que hace, incluso es mucho más fiel que muchos de los amigos de mi padre.

La pongo de pie y me quito la camisa, veo las esposas sobre la cama y sonrío satisfecho por lo osada que puede llegar a ser, camino hasta la cama y recojo las esposas, veo su pálido cuerpo desnudo "Sabes cómo obtener lo que quieres" me pongo frente a ella y esposo sus manos, y la acerco a mi cuerpo y al chocar su aroma a lavanda inunda mis sentidos.

—Tienes mi permiso —entre abre la boca y se pone de puntillas, besa castamente mis labios y duda si seguir o no —¿Debo hacerlo yo? —niega rápidamente 

—Perdóneme, mi señor —agacha la cabeza.

Sonrío y la tomo de la cintura y paso sus manos por mi cuello; quedamos frente a frente y solo así puedo sentir ese calor que emana su cuerpo, esta llena de deseo y yo muy pronto no podré contenerme. Robo ese sabor dulce que poseen sus labios, esos finos y tentadores labios que muero por devorarlos.

Muy pronto solo tendré mi mente para ella y me desharé de él a cómo de lugar, destruiré a todos los que se pongan en mi camino, lo haré todo por ella, pero antes debo saber hasta dónde tienen pensado avanzar y que hará Jenny cómo respuesta a lo que hecho, pero quién me intriga es Marily ¿Será cómo él? o ¿Dejará que se lo quiten? quiero verla sucumbir a sus más bajos instintos.

¿Qué harás ahora que lo que amas está en mis manos?

Su gemido de placer hace eco en mi mete, deseosa se pega a mi cuerpo y su hambriento cuerpo se menea provocativamente. Verla de esa manera es tan gratificante y muy excitante.

Ahora es mi turno de la Venganza.











AMOR © (Tú, simplemente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora