—Elena, ¿te ha saludado? —Vicky acaba de llegar de la fuente.
Se limpia la boca con la manga de su rebeca mientras me mira con cara extraña.
—Eso mismo estaba a punto de preguntarte yo. Por favor, no me digas que han vuelto.
—¡No lo sé! —Laura no me saludaba desde que lo dejó con mi hermano el mes pasado. —No creo que hayan vuelto
La verdad es que es muy poco probable, anoche volví a escucharlo despierto.
—¡Joder! Es que no se lo merecía, y eso que todavía no sé lo que ha pasado exactamente... —Vicky y sus indirectas.
Lo cierto es que sólo lo sabemos Irene y yo. Lo descubrí yo una noche de finales de Agosto, cuando ya se había ido Irene, mientras discutía con ella por teléfono. Inmediatamente después llamé a Irene al Skype y se lo conté.
Laura se había liado hacía tiempo con José, uno de su clase, al principio de su relación con mi hermano, pero él la perdonó. Sin embargo este verano se fue con Dani, el mejor amigo de mi hermano. Dos rollos en una relación que no llegaba ni al año pero en la que mi hermano se había volcado. La quería. Laura se pasó el verano entre Dani y Álvaro, hasta que éste se enteró en Septiembre, cuando dejó de hablarse con su amigo. Lo siguieron intentando pero al final tuvieron que dejarlo el mes pasado, a principios de Octubre. Mi hermano lleva desde entonces sin querer relacionarse con mucha gente y apenas duerme. Falta mucho a clase y hay días en los que no se queda la mañana entera. Además, sé de asignaturas que está suspendiendo por culpa de su mini-depresión.
Laura es de mi curso pero no está en mi clase y Dani va con él a clase. Verlo día a día tiene que doler, aunque ninguno de los dos esté con Laura ya. Por el bien de mi hermano y de Laura, Irene y yo nos prometimos no contarlo a nadie, no queríamos que la cosa empeorara, aunque no sé qué más podría pasar.
—Lo siento, Vicky. Ya sabes cómo es él, no cuenta sus cosas.
—Ya. Por cierto, lo he visto esta mañana llegar mucho antes de que llegara Olivia, y creo que tenía pintas de quedarse la mañana entera.
—Voy a ver si está en la biblioteca. ¿Venís?
—No, nos quedamos aquí. Luego nos vemos en informática. Recuerda que hoy tenemos al guapo sustituto.- Ante la ironía de Olivia, Vicky le saca la lengua como burla y le roba patatas de su paquete.
Me levanto y camino hacia la biblioteca. Atravieso el patio y entro en el edificio. La biblioteca está en la planta baja, en la parte derecha del instituto. Abro la puerta despacio para no molestar y lo veo leyendo. Me alegra y me entristece verlo. Por una parte me alegra que no se haya ido a casa, pero por la otra, no me gusta verlo solo. Me acerco y me siento en la silla de su lado.
—Vete. —aunque susurre, sigue siendo grosero.
—Hola, yo también me alegro de verte.
—Ay. Elena, déjame.
—Me gusta que a estas horas no estés en casa.
—Elena, ya.
—Chssssst. —el profesor de historia, obsesionado con el silencio, nos manda a callar.
—¿Ves? Él también quiere que te vayas.
—No seas estúpido.
Se ríe en silencio. Yo no puedo contener mi risa y acabo riéndome con él.
—Vamos fuera, anda. No vaya a ser que éste nos eche. —Recoge sus cosas y salimos juntos de la biblioteca.
—¿Qué clase tienes ahora?
—Informática.
—Te acompaño. Yo tengo Mates justo arriba. ¿Sabes que hay sustituto?
—Eso dice Vicky. ¿Es verdad? —pregunto, curiosa.
—Creo que sí. Laura ha tenido clase esta mañana.
—Ah. Por eso me ha saludado hace un rato. Ya te hablas con ella, ¿no?
—Eh...Algo así. Sí. No es fácil vernos sin un simple 'Hola'.
—Te entiendo. ¿Qué habéis hablado?
—Nada. ¿A ti qué te importa? ¿Y para qué me buscabas?
—Es que esta mañana no me has esperado para coger el autobús y quería saber si volvías conmigo. Mamá viene a recogernos. —me paro en la puerta de mi clase de informática mientras él sigue andando.
Ya hay algunos chicos de mi clase esperando a entrar. La mayoría son chicas. Supongo que se ha extendido el rumor de que hay un nuevo sustituto.
—Vale.
—¿Vienes?
—¡Yo no he dicho eso! —dice a voz de grito mientras sube las escaleras. ¿Cómo se llama a los chicos como él? Ah, sí...
—¡Bipolar!— Se gira y me lanza un beso desde el rellano de la escalera. Suena el timbre. La verdad es que las cosas han cambiado mucho últimamente. Antes, mi hermano, Dani y yo nos pasabamos el día juntos, o yo me pasaba el día con ellos. Ahora cada uno va por su lado, aunque el más afectado de los tres claramente es Álvaro después de lo de su ex. En cuanto a Dani, aunque yo no tenga nada que ver con la discusión entre ellos por Laura, sí que me he puesto de parte de mi hermano y ahora apenas nos relacionamos.
Sí, las cosas han cambiado bastante.
—En el fondo es mono. —dice Vicky a mis espaldas.
—¿Él también? —pregunta Olivia.
La verdad es que mi hermano es bastante guapo. Diría que me gusta si no fuese mi hermano. No, creo que no. Mi hermano es medianamente alto y lleva el pelo algo largo, 'a lo Justin Bieber' como diría Andrea. Aunque lo cierto es que yo lo encuentro más parecido a Zac Efron. Sin embargo mi hermano tiene los mismos ojos marrones y normales que yo y no esos azules de infarto.
—No sabía que estabais ya aquí.
—Es que queríamos ver al nuevo profe.
—¡Miradlo! ¡Ahí está! ¡Ése es! —exclama la eufórica Victoria.
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Cartas para Irene
Teen FictionElena, a sus quince años, tiene los problemas típicos de su edad: deberes, chicos inmaduros, amigas y discusiones con su familia; y la única manera que tiene Elena para escapar de esa realidad es escribirle cartas a su hermana, Irene, que vive en el...