El domingo me lo paso encerrada en mi habitación intentando olvidarme de Dani y haciendo cosas del instituto. En el exterior llueve como no ha llovido en todo el invierno, y Álvaro, aburrido, se recorre toda la casa rondándola. También toca la guitarra. Desde mi habitación lo escucho tocar Unbelievable de Craig David. Me encanta esa canción, es muy de amor sincero. Y aunque yo no sea de ese tipo de música, ojalá algún día me la dediquen. Laura no sabe que tiene una joya por novio. No sabe apreciarlo y ojalá Álvaro se de cuenta de que no se merece estar con ella.
Hoy supongo que toca mucho la guitarra y da tantas vueltas porque se siente como un pájaro en una jaula al no poder salir y ver a esa persona misteriosa que tanto ansío conocer. Hasta hace poco estaba casi segura de que no era Laura pero mi hermano me ha hecho dudar, ¿qué está pasándole?
Dani tiene que decirle a Álvaro cuanto antes qué pasó con Laura y Andrés este verano. Está pasando demasiado tiempo y temo que la perdone como algo del pasado.
Mi madre por su parte desaparece durante todo el día, supongo que estará en casa de Dimitri ahogando sus falsas penas y derramando lágrimas de cocodrilo después de que yo la pillara. Mi padre, sin embargo, aún ajeno a la infidelidad de su mujer, disfruta como un niño viendo jugar a su equipo de fútbol favorito.
Hugo, por su parte, no da señales de vida en todo el día y a mí me da miedo llamarle para que no piense que estoy obsesionada o que lo estoy acosando. Sin embargo, antes de dormir me llega un mensaje al móvil:
Ya tengo solución para no ocultar lo nuestro. Buenas noches, guapa.
PD: es importante que no se lo cuentes a nadie, ni siquiera a tus amigas.
Ya era hora de tener noticias de Hugo. Llevaba sin saber de él desde ayer, y eso no es propio de parejas.
Me pregunto que habrá pensado para que esté tan convencido de que por fin podremos estar juntos sin ocultarlo. En cuanto a lo de escondérselo a Vicky y Olivia no lo veo muy claro. Puede que quizá se enfaden conmigo pero después lo entenderán, ¿no? O eso espero.
*******
—¿Qué tal el finde? —nos pregunta Olivia a Vicky y a mí después de historia el lunes por la mañana.
—Normal. —miento. Mi fin de semana ha sido de todo menos normal.
—¡Genial!
—¿Has quedado con Jorge? —pregunta Olivia. Yo intento aislarme un poco de la conversación para que no me pregunten nada sobre Hugo, así evito contarles que estamos en serio.
"Estar en serio", nunca pensé que lo diría ni que lo pensaría.
—¡Sí! Todos los días.
—¡Elena! —Claudia aparece a mi lado.
—¿Qué tal, Claudia?
—Quería pedirte un favor.
—Claro. —respondo.
—Mañana tengo que irme a un sitio y no voy a poder venir a clase en una semana. ¿Podrías cogerme apuntes hasta que venga?
—Sí, por supuesto. ¿Dónde te vas?
—No puedo decírtelo. —contesta sonrojándose—. Si pudiera, te aseguro que te lo diría.
—Elena, no has dado detalles de tu finde. —nos interrumpe Vicky. Seguramente ya habrá terminado de contar sus aventurillas con el primo de Dani.
—Eh... sí. Porque no hay mucho que contar. —me giro de nuevo a Claudia para ponerle fin a la conversación con Victoria quien, tras mi contestación, pone cara de enfado y sorpresa al mismo tiempo—. ¿Cuándo decías que venías?
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Cartas para Irene
Ficção AdolescenteElena, a sus quince años, tiene los problemas típicos de su edad: deberes, chicos inmaduros, amigas y discusiones con su familia; y la única manera que tiene Elena para escapar de esa realidad es escribirle cartas a su hermana, Irene, que vive en el...