A través De Mi Ventana [En Edición]

Capitulo 67

-- ¡Estúpido! -- Patee la lata

-- ¡Mala persona! -- Un golpe con más furia la desvío hacia los hierbajos del campo, dándola así por perdida.

-- ¡Idiota! -- Me lleve las dos manos a la cabeza alborotando mi pelo ¡Me había dejado allí tirada!

¡TIRADA!

Ya entiendo cuando me recomendaban comprarme un móvil.
"Te sera útil" me decían "Para ocasiones de urgencia" me repetían.

Idiota, sencillamente soy idiota.

Volvi a centrar mi vista en la carretera dejando la lata atrás, llevaba ya rato caminando ¡Y hacia frío! ¿Quien en su sano juicio deja a una chica dulce, desprotegida he inocente tirada en medio de la carretera? -- Eso suena mucho a película ¿No? -- Tal vez sea demasiado teatrera ahora mismo...
¿A lo mejor me pase? Y él también necesita tiempo...

¿Pero que digo?
¡Ni en broma!
¡El que se paso de listo fue él y solo él!

-- ¿Vas a algún sitio Hindana? -- Una voz familiar destaco sobre el silencio nocturno de las Bahamas -- ¡Te pregunte idiota! -- En ese momento me gire y lamente haberlo hecho a los pocos segundos después de hacerlo y apreciar aquella persona que me hablaba.

Vi un rostro que jamas pensé en volverlo a ver, jamas pensé en que fuera real, jamas pensé que se presentaría frente a mi algún día, el de mis pesadillas.
Un rostro desfigurado por la envidia, por la codicia, por los celos.

Y entones recordé, lo que nunca debí recordar.

*FLASHBACK HINDANA DE PEQUEÑA*

-- ¡O Dios mio! ¡O DIOS MIO! -- Otro golpe a cristal roto resonó por todo aquel largo he inmenso pasillo, yo cerré los ojos con fuerza ¿Que le pasaba a mama y a papa?

-- ¡CALLATE! ¿SI? ¡¡TE DIJE QUE FUE UN ERROR!! ¡¡TE PEDÍ PERDÓN!! -- Una voz masculina destacó sobre aquellos incesables sollozos.

-- ¡¡NI ME TOQUES CA... !! -- El golpe que sonó después de aquel grito no fue un cristal roto, más bien fue de una persona herida, un alma rota, golpeándose contra el duro suelo.

Agarre fuerte mi mantita, tenía miedo.
No era la primera vez mama y papa se gritaban, pero si la primera en la sonaban cosas rotas o golpeandose, y esta vez, no estaba Adam para abrazarme.