Jason seguía mirándome divertido intentando captar mi atención, a su provocación yo simplemente respondí levantándole del sofá rumbo a mi habitación.Donde pensaba encerrarme y no volver a salir.
Esto iba a ser un tanto extraño, convivir con dos chicos sin saber realmente nada sobre ellos...
Sólo sabía sus nombres - Si no me habían mentido sobre ellos claro - Y la carrera que hacían, no sabía ni sus edades exactas ni sus apellidos, vivencias, amigos... Nada por el estilo.- Eh... Hindana ¿Me podrías ayudar a subir mis maletas? - Alguien me hablaba, pero en ese momento yo estaba tan sumergida en mis pensamientos que nada era capaz de sacarme de ellos.
- ¿Hindana...? - Logan paso una mano frente a mi rostro, y fue ahí me desembobe.
Subí la mirada y vi que señalaba a las maletas, entonces entendí lo que quería.
- ¿Y Jason no ayudará? - Mire hacia atrás y vi al nombrado el cual estaba espanzurrado en el salón con un refresco en la mano disfrutando de un programa de vídeos de risa que estaba ofreciendo en aquel momento la televisión - Ya entiendo...
Logan se dirigió al pasillo hacía las maletas. Había miles y miles de ellas... - O eso me parecía a mí, una chica de pocas pertenencias... - Un montón de maletas grandes se encontraban amontonadas en un rincón - ¿Que se ha traído este? ¿Media casa partida y repartida entre todas esas maletas? - Se acercó hacia donde estaban las tres más grandes y cogiendo una roja gigante entre sus manos me miró - Tenía pinta de pesar mucho... - Entonces con el pie me señalo otra de sus múltiples maletas la cuál podía coger yo; era una azul no muy grande que se podía manejar con las ruedas que llevaba en la parte de abajo, pero al ser escaleras el sitio por el cual había que transportarla, estas no valían de mucho...
- ¿Seguro que puedes tú solo con esa maleta? - Dije claramente preocupada señalando con la cabeza su maleta mientras me agachaba para cargar la mía.
En vez de parecer un chico cargando una maleta parecía una gran y gigantesca maleta parlante con patas largas. Sin darme cuenta solté una gran carcajada.
- ¿Pasa algo? - Creo que debió de percatarse de mi sonora risa.
- No, no. Nada, nada... - Dije entrecortada por mi risa todavía - Tan solo que pareces una maleta con patas - Dije acusándolo con el dedo - Y me hace gracia la verdad - Me sinceré.
Tras eso solté una carcajada que incluso me dio miedo a mi misma al percatarme de que era la propietaria de esa... Extraña carcajada.
- Ahh ¿Que graciosilla eres tú no? - Sonrió burlón acercándose a mí, lo que hizo que mi maleta peligrara repentinamente con caer - ¡¡Pues ahora veras las cosquillas que te hará esta maleta con patas!! - En ese momento por impulso eché a correr y él hizo lo mismo tras de mí, a mi espalda aún podía oír sus carcajadas mientras "Corría" escaleras arriba - ¡¡No huyas!! ¡¡Ahora veras!! - Grito entre risas y sonoros pisotazos a mi espalda.
Como niños pequeños corrimos escaletas arriba con las maletas en brazos, entre risas, advertencias de cosquillas, gritos y grandes y estruendosos pisotazos.
Pero entonces a mitad de la escalera ocurrió algo, lo cual no previmos ninguno de los dos.
Sin dar tiempo a rectificar ese paso en falso tropecé con un escalón provocando que me cayera hacia atrás golpeando así a Logan y este a su vez también cedió por inercia cayendo así los dos de espaldas por las escaleras.- ¡¡Mi espalda!! - Grite intentando tocármela en busca de algún rasguño. Había acabado aplastada por la maleta que llevaba en brazos, aplastando la maleta de Logan que a su vez esta le sepultaba a él.
- ¡¡No te quejes mira como he acabado yo!! - Dice lo que parecía ser la voz de Logan bajo una gran pila de maletas y una chica rubia.
- ¡¡JASON!! ¡¡VEN YA!! - Gritamos al unísono. Reímos suavemente por aquello.
- Mi espalda.... - Susurré dolorida sin poder mover ni un solo por minúsculo músculo por pequeño o insignificante que fuese.
(...)
Después de todo aquel trajín acabamos los dos tumbados en el sofá llenos de bolsas de hielo tapando y aliviando el dolor de distintas partes de nuestros cuerpos.
Logan llevaba una en la mano y otra aún más grande en la cabeza, yo llevaba una en el tobillo derecho, ya que se había quedado hecho polvo el pobre...Su color no era el de siempre... Es más... Ahora parecía un lienzo a medio terminar...
Morado, negro, rojo, amarillo, carne, rosa... ¿De qué color era?
(...)
DIARIO
Reflexión del día:
Prohibido subir las escaleras corriendo con una maleta en brazos por mucho que te persiga una maleta gigante y gorda con patas largas y dulce voz por mucho que amenace con hartarse a hacerte cosquillas hasta que mueras por sobredosis de estas.
Fin.
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A través De Mi Ventana [En Edición]
Teen Fiction- Estoy cansado de ser yo quien responda siempre a tus preguntas ¿No crees que esta vez te toca a ti? - El chico alzó la cabeza hacia el blanco techo perdiendo en este su mirada. - ¿Que quieres saber? - Curioseo la chica. - Solo tres preguntas - El...