Capítulo 15

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Me despierto medio llorando y empapada en sudor - Normal, no es que haya soñado algo muy bonito que digamos... -

¡Pero qué calor!

Para un momento

Estoy tumbada en...
¿Algo mullido?
Esto... Estoy en...
¿El sofá?
Espera, si...
¡¿QUE!?

- ¡Buenos días bella durmiente! - Tras abrir mis ojos con cierta pesadez me encuentro una cabeza asomándose por la puerta. Es una cabeza fea y gritona ¿El chico raro? Si ese.

De repente de su cabeza se pasa a ver medio cuerpo, de medio cuerpo unas piernas y de unas piernas todo el cuerpo y esta...

¡¿En calzoncillos?!
Si espera...
Si, si, está en calzoncillos...
Espera... ¡¿Y sin camiseta también!?

Lo único que impide ahora mismo que pueda recorrer con mi mirada cada palmo de su piel es ese delantal que lleva puesto que le tapa algo, pero no mucho ya que aún con el puesto se le nota todo -No voy a especificar mucho, solo imagínense un chico "Guapo" en ropa interior y tan sólo un delantal tapándole... -

¡Ahg!
Vamos a dejar de pensar en ello ¡Por Dios!

¡Hindana! ¡Acuerda te de que es tu enemigo! ¡¡Concentración por favor, concentración!! ¡¡Que esos buenos abdominales y firmes músculos no te distraigan de tu objetivo!!

Tras haber recapacitado sobre las palabras que mi subconsciente acaba de soltar en mi cabeza cambio la miada a una de odio y le suelto con frialdad.

- Antes de preguntarte como me has conseguido desatar y dejarme en el sofá ¿¡Te importaría hacernos un favor a todos y subirte o ir a donde quiera que tengas tu ropa y ponerte algo más de tela encima!? - Le eche una mirada desafiante - GRACIAS - Exclamé con ironía mientras me tapaba la cara con el cojín más cercano que encontré para mostrar mi "descontento" sobre su atuendo mañanero - Que las vistas no son muy bonitas que digamos... - ¡Y si! Estaba en lo cierto, por muy cachas que estuviera tenía que mantenerme alejada, ¡Sigue siendo el enemigo! Y no pienso ceder por nada del mundo...

¡Di que si mujer!

- Que chica más rara eres... Cualquiera otra disfrutaría con las vistas. Lo raro es que tú no - Río con aires de superioridad.

Vale, vale, vale... Me da que este niñato que tengo en frente se cree mucho... Pues así vamos mal si quiere llegar a "un acuerdo" o lo que sea...
Pero que MUY MAL.

- Bien dicho - Le solté mirándole de reojo tras el cojín - Lo has clavado, es que yo no soy "Cualquiera" tú mismo lo has dicho hace apenas unos segundos. - Recalque bien cada palabra con retintín y voz de niña pequeña

Todavía seguía con la cara oculta tras el cojín

- Lo que tu digas - Dijo desafiante - Perdona todavía no nos han presentado... ¿Tú eres...? - Dijo con ansias de que llegara mi respuesta.

Yo resople apartándome unos pelos revueltos que volaban sobre mi frente mientras apartaba el cojín de mi rostro, ahora las únicas vistas que tenia eran de los pelos rubios que amontonaba frente a mis ojos y la tela del cojín rojo que sujetaba entre mis manos.

- La propietaria de esta casa - Sonreí - encantada, con lo que... ¿Te importaría irte ya de ella? Gracias - lo solté sin pensármelo dos veces la verdad, puede que un poco borde sonase. Pero se lo merece.

- Ehh... Si claro, y ahora... ¿Tú nombre real? - Me señalo con el brazo como exigiendo una respuesta clara, así que al fin me decidí a soltarse la soltársela

- Eh... Hindana - Dije en bajo, me daba vergüenza decir mi nombre.

¿La razón?
Ni yo la se.

- Con que Hindana... Es un nombre extraño, algo peculiar - Rió - Pero a la vez curioso - Se rasco la barbilla pensativo.

- Yo... Si eh... Creo que es ¿Original?

¿Enserio?
¿Original?
¿No tienes nada mejor que decir?

Creo que en ese momento esboce una pequeña sonrisa sonrisa, pero duro lo suficiente para que el no fuese capaz de captarla. Pero por precaución me volví cubrir el rostro con el cojín lo más rápido que pude.

Que estúpida soy.

- Encantado yo soy... - Noto que me mira confundido antes de continuar mientras se lleva una mano a su nuca y ladea la cabeza hacia su lado izquierdo - Bueno mejor te lo digo luego, me voy a poner algo de "tela" como tú dices, no te veo muy cómoda hablando así conmigo - Hizo una LARGA pausa mientras respiraba profundamente una y otra vez - Que esto de hablar con un cojín parlante es un poco extraño -Y dicho esto soltó una pequeña risa y a continuación desapareció por el pasillo.

Me baje el cojín con cautela sin saber si quiera el motivo de esta, puede que no quisiera llevarme una sorpresa y que en realidad mi oído me hubiese mentido y siguiese el aquí parado frente a mí.

¡Este chico me vuelve loca!
Pero LITERALMENTE, a este paso acabaré ingresada en un manicomio.

No por lo bueno que está la verdad, si no por él en sí, su carácter su... ¡Todo! ¡Es mi casa! ¡Que se valla ya...!

Bueno al menos así tendré una habitación con ventana, baño amplio y una cama calentita y mullida para tener donde vivir ¿No?

Olviden lo.

 A través De Mi Ventana [En Edición]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora