Capítulo 70

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-- ¡MUJER ESTAS LOCA! -- Grite alarmada -- ¡¡LA PODRÍAS HABER MATADO!!

Ella sonrió como si nada y amenazantemente se acercó caminando hacia mi arrastrando el bate vacilante.

-- ¿ACASO INSINÚAS QUE QUIERES SER LA PRÓXIMA? -- Apoyándose sobre el bate se inclino hacía mi y clavándome sus uñas apretó fuerte mi mentón a lo que yo respondí girando fuertemente la cabeza de lado ¡A mí que ni me tocara! -- Eres tan jodidamente parecida a ella.

-- ¡Me las pagarás! -- Masculle entre dientes.
Juro que como apretara más los dientes estos se partirían.

Mire hacia todas partes, necesitaba la llave ya.

-- ¿Buscas esto? -- Margaret metió una mano por dentro del cuello de su camisa sacando así una llave la cual colgaba de una pequeña cuerda atada a su cuello

Sin saber que hacia exactamente moví una de mis piernas enroscándolas con las suyas haciéndola caer hacia mí, lo que me permitió girarme lo suficiente como para arrancarle la cuerda del cuello y meter la llave en la cerradura.

Gira y... ¡Listo!

Con dificultad me incorpore, no notaba mis piernas.
Hice el intento de echar a andar, pero me fue en vano ya que una mano agarró mi tobillo.

-- ¡Sultame loca! -- Le grite mientras zarandeaba mi pie para intentar  liberarme.

-- ¡¿A DONDE TE CREES QUE VAS MOCOSA?! -- Tiro mas de mí tobillo hacia si, pero fui lista y con la otra pierna libre le propine una de mis mejores y más fuertes patadas en el estomago.
Ella soltó su agarre para llevar su mano al estomago y un alarido de dolor salio de su boca.

Corrí saliendo de aquella habitación.

Nada mas ver el gigante cuadro que se situaba en el pasillo supe donde estaba.
Corrí con todas mis fuerzas hacia la puerta principal, pero al girar el pomo esta estaba cerrada, desesperada lo gire unas cuantas veces más
Esto no podía ser real.

Corrí hacia el lado contrario pero al llegar a la puerta trasera me la encuentro cerrada igual, la angustia empezó a recorrer mi cuerpo. Mas miedo que ahora, en mi vida.

-- ¿Que quieres jugar a las escondidas? -- Canturreo con esa carrasposa voz suya -- Adelante, creo ya te he encontrado. Tengo un regalito para tii Hindanaa...

Pasos acelerados se oían cada vez mas cerca, sin saber donde meterme apresuradamente entro en la cocina pero tan solo me da tiempo a llegar a la altura de la encimera cuando la puerta de la cocina se abre bruscamente dejando ver a esa loca y su rubio y despeinado pelo, al ver que entre sus manos sujeta una pistola instintivamente me tiro a suelo, consiguiendo así esquivar la bala.
Me levanto con rapidez y cojo uno de los cuchillos del fregadero.

No pienso luchar, pero tampoco moriré sin defenderme.

Me acerco a ella gateando y tiro de su pierna haciéndola caer de nuevo y de un fuerte manotazo le apartó la pistola.
Esta se enrosca en mi pelo por lo que yo no soy menos y hago lo mismo, llevando mis manos a su estropajoso pelo rubio.

Por unos instantes estoy yo a horcajadas sobre ella, pero a otros esta ella sobre mi intentando arrebatarme el cuchillo de mis manos clavándole así sus largas uñas en mis muñecas y en mi espalda de un fuerte tirón me lo arrebata de las manos y por unos instantes puedo notar el filo del cuchillo rozando mi espalda y a los otros siguientes pasando rápidamente por mi cuello provocándole así una herida de la que empieza a brotar sangre descontroladamente lo que me obliga a hacer una mueca de dolor.

Me hierve la sangre.

Ahogo un grito de dolor mientas
Margaret sonríe al ver lo que provoco su movimiento.

 A través De Mi Ventana [En Edición]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora