Trajes

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POV: Stef

Habíamos regresado a Torres Blancas para solo despedirnos de Mina, Max, y Nicolas.

La despedida fue breve, intercambios unas cuantas palabras, fuertes abrazos, y pocas lagrimas.

Ellos nuevamente se hicieron uno con la oscuridad y desaparecieron.

-Stef...

Escuché mi nombre salir como un susurro de los labios de Nube. Rápidamente hice mi mano en puño y limpié la ultima lagrima que se deslizaba por mi mejilla.

Enseguida sentí su mano sobre mi hombro.

-Entremos... No perdamos mas tiempo. (Nube comentó)

-Pero antes...

Caminé a un árbol que estaba un poco retirado y ellos me seguían

-Aquí es...

Quite unas cuantas hojas y poco después escarbé un poco. Saqué una valija que tenia varias armas del grupo.

-Dejaremos nuestras armas en este lugar... Los guardias en Torres Blancas se quedan con las armas que uno trae.

Caminamos hasta la puerta.

-Alex... Tengo una pregunta...

-Dime...

-Ramiro... ¿El te conoce?... ¿Sabia que eras hijo de Bianca? (Pregunté)

-No... Nuca nos llegamos a ver.

-¿Crees que tu madre le comentó de ti?

-Lo dudo... Había personas en Montaña de Oro que no sabían la forma en que estábamos relacionados el uno con el otro.

-¿Quien esta ahí?

Los dos guardias se levantaron en las torres.

-Soy Stef... Vengo de regreso con algunas personas.

Uno de los guardias alumbro mi cara e hizo lo mismo con los demás.

-Esta bien... Abran...

Abrieron una de las puertas y al entrar nos revisaron y nos quitaron cualquier arma que trajéramos con nosotros. Nos habíamos quedado con la navajas y una pistola para que ellos no sospecharan nada al encontrarnos sin armas.

-¿Saben a donde ir? (Preguntó)

-Claro... Los llevare conmigo.

-¿Son nuevos?

-Si... Lo son...

-Tienen que ir con Ruth a que los registre.

-¿A estas horas?... Es muy posible que Ruth ya este dormida.

-No importa... Vayan en este momento.

-¿De verdad es necesario?

-Ya Che... Déjalos ir... Se registraran mañana a primera hora... ¿Cierto?

-¡Abran la maldita puerta!

Escuchamos un grito afuera.

-Ya volvió el malhumorado.

Una voz tan peculiar.

-Marco... Abre la maldita puerta.

-Y si no lo hago... ¿Que vas a hacer?

-¿De verdad crees que tengo tiempo para tus jueguitos?

Los guardias reían y nosotros estábamos seguros de quien se encontraba del otro lado de la puerta.

The Walking Dead (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora