The Walking Dead (Sin editar)

Puerta

Todavía no me cabía en la cabeza el saber que Ana estaba muerta. Era tan difícil aceptar la realidad y más al saber que esta mañana todo era tan normal.

Todo el día me había encontrado en la universidad y me ponía a pensar sí afuera de esta todo se encontraba igual.

-Tal ves esto comenzó aquí y afuera tienen todo bajó control.

Me repetía a mi mismo, tratando de hacerme sentir mejor. Lo único que escuchaba a mi alrededor era mi propia voz. Ya no se escuchaba nada, no había señales de otra persona, ya no se escuchaban más gritos.

Si me detenía por un momento a lo lejos podía escuchar gemidos y sonidos extraños producidos por esas cosas pero ya no les ponía tanta atención como lo hacia al principio.

Me sentía raro al llamarlos "cosas" pero me sentía aún más incómodo llamándolos zombies. Después de todo, la mayoría de sus características eran humanas pero no se podía decir que pensaban igual que nosotros.

Trataba de pensar en otra palabra con la cual pudiera distinguirlos. Al ir caminando por esos pasillos vacíos que hace unas horas estaban ocupados por estudiantes, pase por una ventana y mire hacia abajo. En el piso inferior había varios, como decir lo...varios de ellos. Sólo caminaban, chocaban unos contra otros y no parecía molestarles.

-¡Caminantes!

Esa fue la palabra que por el momento podía usar para describirlos.. No me sentía incómodo al decirla y creo que definía muy bien el estado en el que se encontraban.

Apareció Ana otra ves en mi mente y me recordó mi meta que era salir de aquí con vida pero antes tenía que hacer lo que me había propuesto a mi mismo, encontrar a Josue.

Seguí caminando, al final del pasillo se encontraban las escaleras que me llevarían al primer piso. Empece a caminar más deprisa y cuando llegue a las escaleras me di cuenta en lo oscuro que se estaba poniendo la universidad. Me había enfocado tanto en encontrar a Josué que olvide mirar a mi alrededor.

-¿Porque no han prendido las luces? (Me pregunté)

-¿Hola?.....

Escuche una voz y mire como la puerta que se encontraba atrás de mi empezó abrirse poco a poco.

-¿Puedes hablar verdad? Te escuche decir algo sobre la luces... ¿Esta alguien más contigo?

Era una joven. Al igual que yo se encontraba toda sucia, llena de sangre y parecía estar sola.

-No, sólo soy yo. Disculpa la pregunta pero la sangre que esta en tu playera es...

-¿Mía?...no, no se que esta pasando... la mayoría de las personas empezaron actuar agresivamente.

-Se a lo que te refieres... ¿estas tu sola?

-Si...tuve un incidente con un hombre. El intentó atacarme pero sin pensarlo le di en la cabeza con esta hacha. Al mirar lo grave de la situación rompí el vidrio del equipo de emergencia y puse en mi mochila lo que encontré.

Me enseño lo que tenia dentro de su mochila.

-Supongo que eso explica la hacha.... Vendas, desinfectantes, y varias cosas más... esto nos será de mucha utilidad. Perdón, mi nombre es Stefano pero la mayoría de la gente me llama Stef.

Ella me abrazo brevemente.

-Yo soy Rubí...supongo que con todo lo que esta pasando el introducirse es cosa del pasado... ¿verdad? (Sonrió)

-Supongo que sí... Va sonar tonto pero ¿hacia donde te diriges?

Que estúpida pregunta, en este momento nadie tenía rumbo fijo la única cosa en nuestras mentes era sobrevivir.

-Bueno creo que no tengo rumbo alguno y no tengo pensado seguir sola, así que iré contigo.

-Antes de cualquier cosa, tengo que decirte que estoy en busca de un amigo y tengo que ir al siguiente edificio y tratar de encontrarlo...¿Vendrás conmigo o decides esperar aquí?

-Dije que no estaré sola otra ves así que iré contigo.

-Muy bien, vamos...

Bajamos las escaleras y al abrir la puerta para cruzar al siguiente edificio miramos como varios caminantes voltearon a vernos.

-Cierra, cierra la puerta (susurre)

¿Porque abrí la puerta tan rápido? ¿Porque no pensé antes en que cosas podría haber al otro lado y ser un poco más cauteloso?

Cerramos la puerta y era como sí se haya serrado cada esperanza que tenía para encontrar a Josué.

-¿Y ahora que hacemos? (Rubí dijo alarmada)

-Tengo que pensar en algo...¿que tal sí paso entre ellos haciendo ruidos y pareciéndome lo más que pueda?

-Créeme cuando te digo que eso no funciona, mire como un estudiante trato de hacer lo mismo pero por alguna razón no funciono. Aún que no se miran muy inteligentes al parecer hay algo que nos delata al estar entre ellos.

-Me pregunto que es...

En ese mismo momento los dos escuchamos un grito que venia del otro lado de la puerta.

-¡Hay alguien afuera! (Rubí grito sorprendida)

Tape su boca con mi mano

-Calla, no podemos hacer nada... Recuerdas cuantos caminantes hay afuera.

-¿Caminantes? (Pregunto confundida)

-Luego te explicare

-¡Mantenganse juntos!

-¡Es más de una persona! (Rubí exclamó)

-¡Tenemos que abrir la puerta! (Repliqué)

Abrimos la puerta y eran tres jóvenes, venían casi al otro lado del patio que dividía los dos edificios.

-¡Tengo que ayudarlos!

-¡Stef!...toma la hacha te será de utilidad.

-Quédate al tanto y cuando nos escuches cerca abre la puerta.

Salí y Rubí cerro la puerta. Me empece a dirigir hacia el otro lado. No pensaba en nada sólo miraba sangre salpicar mi cuerpo. Con la hacha cortaba las cabezas de algunos caminantes y trataba de pasar por ese mar de muertos en el cual podía perder la vida. Era tanta la adrenalina en mi cuerpo que aún que estaba rodeado de muerte, eso era en lo último que pensaba.

-¡Por aquí! (Grité)

Llegue aún punto donde tope con el otro grupo y regresamos a donde se encontraba Rubí. Parecía que tenían todo planeado se miraba tan fácil como acababan con los caminantes.

-¡Abre la puerta! (Grité)

Rubí abrió la puerta, entramos los cuatro y la cerró. Afuera se escuchaban los caminantes golpeando y haciendo ruidos. Esta vez era imposible ignorar el ruido.

-Tenemos que alejarnos de aquí (Dije muy agitado)

Cuando voltee y mire a los jóvenes, uno de ellos tenía su cara cubierta con un pañuelo pero reconocía la mayoría de esas características, si ese era Josué.

-¿Josué?!...

Se removió el pañuelo de la cara

-¡Stef!