8

8.3K 431 6
                                    

LAUREN
Intenté darme vuelta en la cama pero fue imposible. Y en esta ocasión no eran los brazos de Cami que me lo impedían sino el terrible dolor que sentía en casi todo el cuerpo. Gruñí alto. Era insoportable, dude un momento más si levantarme o no. Culpé a los analgésicos del hospital que me tenían acostumbrada a quitar mi dolor durante todo el día, hasta ayer cuando llegué a casa.
En medio de todo esa sensación sonreí como niña, estaba en casa. Junto a mis hijos y Camila. Lo sé, era tonta por que en lo más profundo agradecía haberme roto el brazo y la cabeza, simplemente por el hecho de que ahora estaba en mi hogar, por compasión, pena o lo que fuera, pero Camila estaba preocupada por mi, por su esposa. Como pude me senté sobre la cama y miré a la pared de enfrente donde solían estar las fotografías de nosotras, la primera foto de Cameron y la de Kilian con el skateboard​, pero algo faltaba era obvio. Camila había quitado nuestra foto, donde yo la sostenía por la espalda y besaba su dulce mejilla. Suspiré y comencé a moverme un poco, mi cuerpo necesitaba acostumbrarse a la molestia y andar, no quería depender de la silla por más días.
La puerta se abrió poco a poco  y de mi posición miré a Camila entrar casi a hurtadillas. Justo cuando se giró pego un salto.
-¡Demonios! Gritó.
Yo me reí pero fue un error, las malditas costillas cobraron factura. Me dolía demasiado. Para colmo comencé a toser. Mierda, dolía como la mierda. 
-¿Lauren?
Sus manos me sostuvieron y acercó un vaso de agua.
-Es...estoy...bien.
Dije entre espasmos. -Mierda.
Kilian entró a la recámara.
-¿Estas bien ma? Yo asentí aún con dolor.
Cuando por fin me recompuse Cameron comenzó a llorar.
-Yo voy. Kilian salió y nos dejó solas.
-Sabes creo que llamaré a mamá.
-¿Que? ¿Porque? Pregunté ansiosa. No quería que se fuera.
-No puedo salir de la casa y dejarte a Cam, te ves mal Lauren.
Dios, otra vez mi nombre completo. Dime Lau, Lolo, Amor. Rogué en mi mente.
-No, es solo la tos y al parecer estaba acostumbrada a los analgésicos pero pasará, puedo cuidarlo mientras llevas a Ki a clases.
Sus hermosos ojos café me miraron con duda.
-Es en serio. Ella los entrecerró y yo insistí.
Por favor, quiero pasar tiempo contigo a solas. Por favor cariño. Pedí de nuevo en mi mente. No quería a Sinu en este momento en casa.
-Ok, pero no te muevas de aquí, le pediré ayuda a Ki para traer la cuna a la habitación, así Cam te verá.
Yo asentí pero cuando sonreí de forma sincera ella se negó a hacer lo mismo. Mordía su labio inferior con duda, ella dudaba de lo que hacía, de mi, seguía dudando de mi y se hacía obvio que me ayudaba solo por pena o quizá por responsabilidad.
Minutos después Cam me miraba sonriente desde su cuna y bebiendo de un vaso entrenador. Yo había tomado un cuento para leerle y esperar a que durmiera un rato más.
Camila estaba arreglando su cabello en el espejo del baño, yo la miraba entre espacios de lectura.
-Listo. Miró hacía Cam. -Ya vengo mi amor. Se inclinó para dar un beso en su mejilla. Deseaba que me dijera lo mismo.
Venga, ven y bésame a mi Cami. Sus ojos toparon con los míos y se dió la vuelta.
-Ya vuelvo.
-¿No olvidas algo? No podía creer que yo había dicho esas palabras, solo las había pensado, su mirada amenzante de nuevo.
-No. Espetó y salió. Me hundí más en la cama.
Se olvidó de la conversación en el hospital sobre intentarlo, el dormir juntas como ayer, o tal vez era yo pensando algo que ya no existía. Cameron me llamó, detuve la lectura para pensar y a el le molestó.
-Ya voy, dios eres igual a ella o ¿A mi?

El teléfono sonó a mi lado justo cuando había terminado el libro animado y Cameron dormía abrazando un osito.
-¿Hola?
-Soy yo. Su voz, Camila estaba hablando conmigo.
-¿Pasa algo? Pregunté sin saber que mas decir.
-Solo llamaba para saber si estaban bien. Su voz sonaba algo inquietante.
-aaa si Cam se durmió y yo...
No me dejó continuar.
-Bien, tengo que irme, tardaré un rato más al parecer Kilian se metió en problemas y hasta ahora me entero.
Yo fruncí el ceño ¿Desde cuando Kilian hacía eso?
-¿Que fue lo que hizo?
-No se, por eso me quedaré, la directora va a decirme.
Y colgó, sin decirme más y dejándome con la palabra en la boca.
Era bastante extraño en Kilian, el siempre fue un chico tranquilo. Esperé aún intranquila por la que Camila tendría que decir.

Lo que no ves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora