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LAUREN
Había sido demasiado tarde para que Cami me pidiera algo así estaba demasiado nerviosa y una vez entramos a la sala de partos, sentía que mis piernas se ponían débiles. Sin embargo, sujete la mano de ella sin problemas y la apoyé durante la siguiente hora. Para nuestra fortuna no hubo complicaciones y esta vez me aseguré de no caer. Camila estaba demasiado concentrada en mirar a nuestra hija por primera vez así que la admiración que tenía por ella ahora estaba demasiado alta. La amaba, siempre me demostraba lo fuerte que era.
La ví llorar hasta el momento en que el doctor sostuvo al pequeño cuerpecito hasta nosotras. Lloraba y parecía que en serio sería como Camila. Ambas besamos de forma torpe su pequeña frente y apreté su manita. Era realmente hermosa. El resto del tiempo solo pude observar como la limpiaban y la llevaron un poco lejos de ambas. Miré a Cami por un largo tiempo hasta que sentí que alguien tocaba mi hombro.
-Señora, felicitaciones pero ahora debe salir de la sala.
Cami me dió una media sonrisa.
-¿Pasa algo?
Pregunté asustada, no quería irme de su lado.
-Todo esta bien amor, pero debes esperar afuera, ahorita te vemos.
Sabía que se refería a ella y a la niña. Sonreí y besé sus labios por un largo rato. Hasta que me pidieron salir de nuevo. Sabía que era un momento un poco incómodo para Cami, decidí no ser más torpe y salí. Mis manos temblaban y quería sostener a la nena en mis manos por primera vez.
Me ayudaron a retirar la bata azul que me pidieron llevar para el momento y salí hacía la sala de espera. Donde estaría Alejandro desesperado.
Una vez lo miré me dió una sonrisa.
-¿Como están?
Preguntó cuando llegué frente a el. No contuve las lágrimas.
-Estan hermosas, ambas bien, debemos esperar.
Nos dimos un breve abrazo y nadie pudo quitarme la sonrisa por los siguientes minutos.
-He llamado a tus padres. Dijo a mi lado.
-Demonios, lo olvidé por completo.
Recordé lo que le dije a Ki y de inmediato busqué mi móvil en el bolsillo.
-Debo hablar con mis hijos.
Sostuvo mi hombro y asintió.
-Felicidades Alejandro tienes otra nieta. Le dije antes de alejarme y llamar.
Caminé por el pasillo corto y de paredes blancas, mientras escuchaba los tonos de llamada.
Sinu habló primero.
-Esta tan hermosa Sinú, ambas. Fué lo primero que dije a través del aparato.
-Felicidades Lauren, no lo dudo, te comunico a Ki esta muy inquieto.
-Claro.
El teléfono se pusó en silencio unos momentos​.
-¿Mamá?
-Hola Ki, es una linda y sana bebé, debes decirle a Cam.
-Wow, ya quiero conocerla Lolo.
-Lo harás, pero en unas horas, felicidades cariño ahora eres un hermano más mayor.
Kilian soltó una risa divertida. Estaba demasiado contentó.
-¿Y mamá?
-Ella esta bien, recuperándose, en unas horas me dejaran entrar y verla, debe estar desesperada por ver a Michelle.
Los siguientes minutos estuvieron llenos de risas y bromas de su parte, recordándome la situación pasada con Cam, según el había pasado lo mismo pero yo les mentía. Estaba bastante segura de estar consciente durante todo el parto.
Regresé a donde Alejandro y mis padres no tardaron en llamarme. Mi madre lloró por la línea haciéndome reír y mi padre prometió venir pronto para conocerla.

CAMILA
Tenía esa sensación de que algo enorme había pasado sobre mi. Aunque a la vez estaba más tranquila por que esa parte difícil ya había pasado. Satisfecha y ansiosa por ver a mi pequeña.
La enfermera me sonreía haciendo su trabajo.
-¿Es la primera? Preguntó en un momento.
Yo sonreí.
-Es la tercera.
-Wow, no podría creerlo, te vez muy joven cariño, además tu esposa tenía una cara tan pálida, por eso pensé eso.
Yo me reí pero algo en mi vientre me molestó un poco haciendome parar.
-Lauren es así, fue así con el anterior, en realidad se desmayó en la sala de partos hace años.
La enfermera rió y supe que apenas ver a Lau, ella recordaría mis palabras.
Dios, ¿porque tenían que tardar tanto en traer a mi bebé?
-Ya miré que estás ansiosa, no te preocupes apenas se pueda yo misma traigo aquí a su pequeña.
Asentí con una sonrisa. En ese momento una Lauren con sus ojos brillantes y sonrisa enorme entró a la habitación.
-Tuve que golpear a unos cuantos para entrar. Dijo feliz y se acercó hasta mi. La enfermera como supusé soltó una carcajada. Lau frunció el ceño pero yo llamé su atención para que no se molestará.
-Mi amor, estás tan linda y no sabes lo que te amo ahora.
-Ya sé, yo también te amo.
Besó mis manos, mis mejillas y finalmente unió nuestros labios.
La enfermera carraspeó la garganta.
-En unos minutos tendrán a su bebé aquí.
-Gracias. Le dije antes de que saliera.
-¿Porque se reía? Preguntó Lau haciendo una cara divertida.
-De nada. Negué y la acerqué a mi.
-Quiero que tenga tus ojos. Le dije en referencia a nuestra hija. Ella asintió pero se pusó seria. No era momento para dudas.
-Eres muy ambiciosa Cami.
-No te asustes, sabes a qué me refiero.
Asintió y recargó su frente en la mía.
-Hable con Kilian, esta demasiado contentó y no tardan en venir ¿Tu? ¿Como te sientes?
-Increíble. Susurré en sus labios.
Mi esposa estaba preocupada por la salud de Michelle, de sus ojos, específicamente, yo no dudaba de que ella estaría más que bien.
Acaricié su mejilla perezosa, yo tenía algo de sueño.
-Duerme un poco amor, cuando esté aquí yo te despierto.
Entrecerré los ojos.
-No quiero, es posible que tu te aproveches y la sostengas por horas sin despertarme.
-Venga, no haría algo así.
La miré sospechosa y se rió nerviosa.
-Vale vale, no te duermas mejor.
Acercó una silla a la camilla y se quedó a mi lado por un tiempo más. Hablamos de cosas cotidianas, en realidad yo me sentía muy bien y me sorprendía. Recuperarme del parto iba a ser mejor de lo que esperaba.
-Es demasiado raro ver como nace por ese sitio los bebés.
Dijo haciendome reír.
-Lau.
-Cami, de verdad yo no me veo en esa situación nunca. Declaró asustada.
-Pero...
-Algo a favor es que se recupera y bueno puedes volver a estar normal para mi, ya lo ví después de Cam.
Que hablara sobre eso ahora no me hacía gracia. Mis mejillas se enrojecieron y le dí un pequeño golpe en el hombro.
-Ok, dejaré de hablar.
Mi padre entró a la habitación un poco enfadado. Lauren no le avisó que ya podría entrar a verme, según mi esposa, quería pasar un rato a solas conmigo, pero para mi era más que egoísmo, no quería que nadie más cargara a la bebé más que ella.
-Lo siento Alejandro, la mamá aquí soy yo.
Le dijo demasiado segura y después de que mi padre me diera un beso en la frente se sentó y se cruzó de brazos en el sofá disponible.
Mi madre y los niños también llegaron. Lauren acercó a Cam para que yo lo abrazará.
Se veía algo tímido. Supusé que era el miedo de dejar de ser el más pequeño en casa y aunque yo pasará horas platicando con el aún no lo entendía. Lo abracé hacía mi como siempre.
-Mi bebé grande. Le dije en su mejilla y el se acurrucó más.
Kilian besó mi mejilla y la de Lau.
Todos estábamos nerviosos por recibir a la pequeña.
Michelle era la niña más querida de todas en este momento y aún no lo sabía.
La puerta fué tocada por fuera.
-Adelante. Dijo mi padre. Los niños se acercaron a la puerta.
Lauren apretó más su agarré en mi mano.
La enfermera entró junto al doctor quién dirigía la cuna movible dentro de la habitación.
Lau tenía esa sonrisa enorme en su labios.
Yo sentí mis ojos humedecer.
-Felicidades a todos, Judith Michelle es una hermosa niña y muy sana.
Colocó la cuna a lado y todos se acercaron.
-Venga pueden cargarla. Dijo el doctor animando a Lauren. Ella se separó de mi ansiosa. Con mucho cuidado tomó a la bebé de la cuna y suspiró profundo.
-Dios, es tan linda. Lauren dijo. Besó sus mejillas.
-Huele a bebé. Declaró Kilian justo a lado de Lau.
Cameron estaba en los brazos de mi madre con una carita triste.
Una vez mi padre la vió. Intentó hacer que Cam la viera también pero se negó medio enfadado.
Kilian me guiñó antes de hablar.
-Wow, es tan parecida a ti Cam. 
Mi pequeño se inquieto un poco.
-¿De verdad?
Preguntó con una vocecita.
-Si, muy guapa que es. Dijo mi padre esta vez y Cam saltó de los brazos de mi madre.
Al llegar al lado de Lauren, ella se agachó para que la viera. Una vez Cam sonrió al mirarla sentí un alivio muy grande. Sus ojitos estaban brillando. Tocó la manita de Michelle.
-Hola Mich. Dijo y Lauren soltó una risita.
-Es tu hermanita Cam, es muy linda como tu ¿Verdad?
Cameron asintió. Kilian lo tomó a el en brazos y está vez Lauren la llevó cerca de mi.
-Mira amor. La bebé estaba dormidita y llevaba ese pequeño traje que preparamos para colocarle. Era rosa y destacaba de su piel tan blanca. Sin duda era parecida a Lau.
-Hola amor, eres tan hermosa. Susurré en su mejilla. Parecía haber sonreído. Poco a poco mi esposa la dejó en mis brazos y yo la abracé. Era tan calentita.
Sentimos un flash sobre nosotras. Kilian y Cam se colocaron de mi lado.
-¿No es linda? Les pregunté a ambos y asistieron de inmediato.
La sonrisa nadie podía quitarmela ahora. Sentí un beso húmedo en mi mejilla. Lau estaba ahí conmigo.

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