CAMILA
Probar sus labios me hace perder esas dudas sobre nosotras.
Kilian esta jugando con ambas, sabe que mentimos en parte al decirle que estamos bien.
Lauren en lugar de detenerse, me sujeta con su mano libre en la parte posterior de mi cuello y me obliga a besarla por un rato más.
-¡Ma! Gruñe Cameron a lo alto y Kilian suelta la carcajada. En ese momento Lauren me dejó tranquila y yo miré a todos en la mesa. Cam se pusó celoso cuando besé a su mamá y Kilian se burla de la situación haciéndolo mucho más incómodo. Luego miré hacía Lauren, aún cerrando los ojos y con una sonrisa boba en su cara.
-Suficiente Kilian Jauregui.
Le dije y cubrió sus labios con la palma de su mano tratando de no reír más.
Cameron comenzó a patalear en su sillita.
Cuando intenté volver a mi sitio Lauren tomó de nuevo mi cara y me besó otra vez, sus labios me roban el aliento.
-Cami.
Finalmente besó mi mejilla y abrió sus ojos para mirarme.
-¿Ki puedes cuidar a Cam por un rato?
Le preguntó sin pena alguna. Yo la fulmine con la mirada pero fue innesario. Kilian asintió y tomó en brazos a Cam para llevarlo al patio donde comenzó a mostrarle las mariposas sobre las flores que yo regaba casi a diario.
Sin detenerme me puse en marcha para limpiar todo.
-¿Que es lo que te molesta tanto Camila?
Ella preguntó con su risa burlona.
-A que no debemos demostrar tanto cariño entre nosotras frente a los niños, no hay razón.
-Venga solo lo pidió. Ella se defendió.
-Mira Lauren, estoy en mi límite y si vuelves a sostenerme así para besarme me harás estallar y créeme no querrás verlo.
Estaba de pie tras de mi, tan cerca que sentí su respiración en mi nuca. Yo seguí dándole la espalda, no necesitaba caer por ella tan pronto. No cuando estaba enfadada.
-Esta bien, yo lo respetaré, pero recuerda que frente a sus ojos nosotras estamos muy bien, no te sorprendas tanto si te beso.
Su mano recorrió mi brazo con lentitud y me envió a volar al instante. ¿Porque soy tan débil ahora?
A claro Camila, ahora sabes la verdad, ella jamás te engaño, pero si te hirió por dios. Me sugiero mentalmente.
Se acercó a mi oído.
-Voy a convencerte de seguir conmigo amor, lo prometo.
Me llamó amor. Mi Camila interior comenzó a saltar sin parar. Sus palabras habían sido clavadas sin querer en mi pecho, ahora tenía más esperanza en todo esto. En nosotras.
-¿Vas a decir algo? Preguntó.
-Quizá debas cuidar un rato de los niños, yo me ocuparé aquí en la cocina.
Me arrepentía de haber pedido ese permiso en la oficina. Lauren era imposible cuando se ponía en plan seductor.
Salió al patio junto a los chicos y desde la ventana los miré hablar. Lauren y Kilian tenían un plan entre manos. Cameron solo era una víctima como yo.
La tarde pasó rápida entre algunos juegos de Lauren con los niños, por unas horas Kilian tuvo que iniciar su tiempo de estudio. Yo miré como sostenía su cabeza sin entusiasmo sobre sus manos tratando de concentrarse.
Gruñía y luego leía el párrafo de nuevo.
Era por el partido, le pesaba bastante no participar, después de duros entrenamientos el estaba listo para jugar pero nosotras se lo impedimos. Mi madre interior consentidora estaba saliendo a flote y miraba con mucha ternura a su hijo.
El partido era en dos horas, Lauren apartó sus ojos de mi cuando yo la miré. Estaba mirándome. Ambas en el sofá y con Cameron dormido sobre su pecho, todos estabamos aún con la pijama y ropa informal. Intenté concentrarme ahora en la televisión pero fue imposible. No soportaba ver a ninguno de mis bebés sufriendo.
-¿Lauren? La llamé por lo bajo. Inclinó su cabeza para poder mirarme.
-¿Hmmm?
-Kilian esta triste y poco concentrado en su libro.
Me miró raro. -¿Y? Se supone que es un castigo ¿Lo recuerdas?
Se encogió de hombros y acarició el cabello de Cam.
-Ya lo sé, pero me da pena que no asista a su partido de ahorita, el se esforzó demasiado en las prácticas.
-¿Que intentas decirme?
-Que debemos llevarlo para que juegue, además se está portando muy bien.
Rodó los ojos.
-Camila es el primer día de castigo le conviene actuar bien, ¿Lo sacaron de clase por una semana? ¿No te parece suficiente?
Me sorprendía su poca comprensión, siempre era muy linda con Kilian y solía consentir todo lo que quería, incluso aunque fuera exagerado.
-No soporto mirarlo así. Dije.
Se volvió a encoger de hombros.
Yo me senté en el sofá y la fulmine con la mirada.
-Voy a llevarlo.
Sus ojos se entrecerraron.
-Camila. Dijo entre dientes cuando me puse de pie. Ella me imitó y abrazo con fuerza a Cameron.
-No puedes hacerlo, va contra las reglas de todo castigo. Gruñó.
-Pero no soportó mirarlo así ¿Puedes cuidar a Cam por algunas horas?
Caminó despacio hacía la recámara de Cameron y lo acostó sobre la cuna, luego se volvió hacia mi.
-No lo llevarás. Declaró muy segura.
Yo la rete con la mirada y salí para avisarle a Ki que podría ir a jugar.
-Camila, detente. Exigió tras de mi, a medio pasillo me sostuvo por la cintura y me giró. ¿Como demonios lo hizo? Se suponía que tenía golpes y un dolor de cabeza todavía ¿Donde tenía tanta fuerza?
-Solo suéltame. Exigí enfadada y muy sorprendida.
-Camila, ¿no puedes solo hacerme caso?, no podemos hacerlo ¿Que y si se toma a juego lo del castigo? ¿Si vuelve a hacer eso en clases?
Yo me resistía a abrazarla o si quiera tocarla, si lo hacía me convencería muy pronto de quedarme en casa, sus ojos verdes poseían una magia oculta para convencer a todos de que ella tenía razón.
-Lauren, ya estoy decidida a llevarlo.
Sus manos se soltaron de mi y luego pusó una cara burlona. Levantó sus cejas.
-Ok, señora Jauregui. Se rió. -Solo opinó que no está bien lo que haces, no podemos consentirlo.
Mi cara tal vez estaba roja por muchos motivos. Enfado, tensión y por la manera en que ella me tocaba.
-Lauren, ¿No escuchaste lo que nos dijo en el desayuno? Solo es una etapa, ambas lo conocemos bien, Kilian es un buen chico, quizá hizo lo que hizo por la situación en casa, por nosotras y se sentía confundido, debemos tratar de entenderlo y actuar de manera correcta, incentivar a que sea responsable y que ocupé su mente en cosas buenas, el deporte por ejemplo, te aseguro que mientras encesta no esta pensando en que tu no vives con nosotros, que te extraña y que me odia por no dejarlo estar contigo tanto tiempo.
El nudo en mi garganta apareció al terminar de decir esas palabras. Lauren me miró triste y agachó la cabeza.
-Bien, entonces hay que ponernos en marcha. Susurró.
-Claro que no, tu debes guardar reposo Lauren.
-Lo haré desde las gradas, quiero verlo jugar, es lo que te pido a cambio de permitir que lo llevemos al partido.
Rodé los ojos.
-Bien. Dije y fui a darle la buena noticia a Ki, quién me dió un abrazo entusiasmado corrió a su habitación para alistar su uniforme y demás cosas.
Yo me vestí de forma casual, intenté hacerlo con Cam pero pusó resistencia por despertarlo de su siesta. Así que lo dejé como estaba, con su traje de osito panda.
Cargué con la bolsa llena de juguetes y comida para Cam, pero miré a Lauren pelear con su ropa.
Solté a Cam y corrió seguramente a con su hermano.
-Te ayudo. Deslicé su blusa negra por su pecho y juntas logramos ingresar su escayola.
-Gracias cari...Camila.
Miré sus zapatos con las agujetas sueltas y rodé los ojos, siempre lo hacía.
-Así déjalos. Dijo sin dudar, yo me incliné para abrochar.
-Las agujetas tienen una función Lauren. Le dije.
-¿Y tu ceño fruncido también? Preguntó riendo.
-Muy graciosa.
Me di la vuelta dispuesta a salir y alejarme de ella.
-¿Si te pido un beso me lo darías? Preguntó y yo me quedé estática. Sostuve la puerta con fuerza.
El silencio reinó entre ambas hasta que los pasos de Kilian se acercaron.
-Listo mamá. Sonrió como nunca. La pregunta de Lauren rondó en mi mente durante todo el trayecto al gimnasio del colegio. Era un poco tarde así que el sol se ocultaba. Entre semáforos miré a Lauren suspirar junto a la ventana y por el retrovisor a Kilian jugando animado con Cameron. Sin duda era algo que debía ser cotidiano, estar todos juntos, pero no sabía como demostrar mis sentimientos ahora.
Definitivamente debía darle el beso a Lauren, pero no ahorita.
Al llegar Kilian corrió dentro por que era tarde, Lauren y yo caminamos más lento. A su ritmo para que no se fatigara.
Cam iba en su carrito más cómodo.
El juego estaba por iniciar y todos los padres orgullosos aplaudían en cada salto que daban en el calentamiento.
-¡Vamos Ki! Gritó Lauren a mi lado. Parecía más entusiasmada y nerviosa que Kilian.
La miré, su lado en la cabeza aún llevaba una banda para cubrir la herida y un pequeño golpe en la ceja que desaparecía. No había estado cuidando de ella y me dolió. Iba a ser todo lo que necesitará de hoy en adelante.
-¿Que pasa? Lo sé no me dió tiempo a peinarme. Dijo apenada, yo sonreí. Cam miraba en su carrito el inicio del partido. Distraída acerqué mi boca a la de Lauren. -Si te lo daría.
Nuestros labios se tocaron levemente y me separé para mirar el partido. Dentro de la cacha Kilian nos miró a ambas levantando sus pulgares. Lauren se rió, Cam y yo la seguimos. Sentí sus ojos en mi durante minutos.
-El partido esta en la cancha. Le dije, ella volvió a reír.
-Te amo Cami. Susurró. Yo sentí que mi cuerpo se estremecía y de repente quise decirle lo mismo. Kilian encestó y las personas en las gradas aplaudieron.
-Bien hecho hijo. Gritó Lauren. Yo me contuve de responder.

ESTÁS LEYENDO
Lo que no ves
Fiksi Penggemar2da parte Lo que no se ve La realidad para Lauren ha cambiado, dos años después del nacimiento de Cameron todo terminó. Camila jamás había acabado de comprender su vida y para su mala suerte ahora no la dejaba estar cerca de sus hijos. En resumen...