LAUREN
-¿Entonces has dejado de escribir?
Camila me preguntó sorprendida.
-Si, no tenía mucha en que inspirarme.
Mordía su labio inferior, pensativa y finalmente sonrió.
-¿Sabes que tu lo eres no? Pregunté divertida, teníamos días en la misma fase. Después de haber hecho el amor aquel día no ocurrió más y avanzar de poco era lo mejor. Las conversaciones ahora eran más cómodas y largas.
-Me parece bueno. Solo dijo.
Los juegos también eran divertidos.
-¿Solo bien?
-Si. Me dió la espalda para seguir cocinando.
Sin decir nada llegué a su espalda y la abracé.
-No podré cocinar si tu...
Besé su cuello y aspiré el olor tan lindo del cabello.
-Cami, podrías dejar de poner resistencia en esto, solo confía.
-Bien.
Dejé de pensar en cualquier otra cosa y me concentré en transmitir todo lo que sentía por ella. Tomé su mano con la mía y besé su mejilla.
-¿Porque me haces esto? Su voz era muy baja y suspiró.
-Me gusta abrazarte.
Se giró para quedar frente a mi y se sujetó de mi cuello. Sonreía como nunca y se acercó lentamente a mis labios. Apenas se tocaron y el teléfono sonó.
¿Porque ahora?
Salió de mis brazos y se llevó el teléfono al oído.
-Es tu mamá. Susurró.
Mis padres, apenas y tenía cabeza para pensar en ellos. Caminó de un lado a otro con mamá al teléfono. Después de conocerse formaron una relación de amistad muy cercana y aunque no se veían ahora compartían recetas y Camila le contaba algunas de mis vergonzosas situaciones.
Sonreía y pusó a Cameron al teléfono, se divertía diciendo palabras sin razón.
-¡Pa! Gritó. Seguramente era papá que hablaba con el. Eran muy buenos amigos. Quizá mi padre extrañaba convivir con otro chico en casa.
Camila me miró de reojo. Ahora era mi turno de hablar.
-Si, tu hija está mucho mejor ¿quieres comprobar tu mismo?
Me dió el teléfono. Cam se sujetó a mi cuello y besó mi mejilla un par de veces antes de irse con su mamá.
-Hola.
-Por fin sabemos de ti. Dijo mi padre poco animado, enfadado.
-Lo siento, la estoy pasando demasiado bien.
-¿Tu y Camila?
-Estamos bien, es decir, lo intentamos.
Un gritó de mi mamá me sorprendió y me obligó a separar el aparato de mi oído. Luego demasiado ruido, como si hubiera arrebatado el teléfono.
-Hola Lau.
-Mamá.
-¿Hablas en serio? No van a firmar esos papeles ¿Verdad?
-No, pero...
-Nada Lauren, tu no sabes cuanto sufrí al pensar que jamás lograrías hacer tu vida con alguien más, una familia y ahora al recibir esa mala noticia de que se separaban me provocó un dolor de cabeza, Lau, no dejes que todo por lo que lucharon se vaya abajo, vuelve a conquistarla si es necesario, vengan de vacaciones y yo te ayudo, tal vez pueda cuidar a los niños mientras ustedes van a pasear por ahí ¿Otro nieto tal vez?
-¡Mamá!
Me tomaron por sorpresa sus palabras.
-Mila piensa lo mismo. Dijo casi en susurró.
-¿En serio? ¿Quiere otro bebé? Pregunté insegura.
-Yo le di la idea pero se pusó nerviosa como tú.
Que graciosa.
-¡Mamá! Deja de presionarnos.
Se rió de mi.
-Solo soluciona todo Lau y por favor dale un abrazo a Kilian de nuestra parte.
-Vale, les habló pronto.
Colgué y recordé a Camila en todo el embarazo de Cam, no era una mala idea. Enfócate en tu relación, repetí en mi cabeza.
Los encontré en la habitación de Kilian, los tres charlaban muy animados de algo.
-A hola mamá.
-Hola cariño.
Cam corrió para abrazarse a mi pierna.
Vi sus ojos suplicantes para que lo levantará y con esfuerzo lo hice.
-Quiero ir a Vancouver mamá, ya extraño a los abuelos. Kilian pidió.
-Aaaa pues sería bueno ir, un fin de semana. Propusé.
Camila de pronto se quedó en silencio. No le gustaba la idea de ir, le incómodaba imaginar la situación con esa mujer.
-Si.
-¿Vas bien con los temas?
-Si, solo dos más y el exámen es pan comido.
Kilian sabía que ambas nos pusimos en un momento incómodo e intentó cambiar de tema. Lo menos que necesitaba era ponerlo en esa situación.
-Aunque Mamá puede opinar diferente ¿Un día en la playa?
-Si quieren pueden ir a visitar a tus padres, yo...
-Todos. Mencioné en voz alta.
-¿Mañana puedo acompañarte al doctor? Tenía que ir a revisión de mis puntos en la cabeza y además a una nueva radiografía para mi brazo. Ki lo intentó una vez más.
-Si, podrás ir conmigo. Sonrió y me dió un abrazo.
El maldito hoyo en nuestra relación seguía ahí, uno vacío, después de darle la explicación no había motivo alguno para que dudará ¿Porque me hacía eso? Me senté un poco cansada en las escaleras del porche y miré el atardecer. No tenía nada más que hacer y las inspiración no venía para nada a mi. Marcus llevaba insistiendo semanas en que debería tener ya una buena parte del libro. Pero no podía. Todo me llevó a recordar al primer día que estuve lejos de Camila.

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Lo que no ves
Fanfiction2da parte Lo que no se ve La realidad para Lauren ha cambiado, dos años después del nacimiento de Cameron todo terminó. Camila jamás había acabado de comprender su vida y para su mala suerte ahora no la dejaba estar cerca de sus hijos. En resumen...