LAUREN
Sonreí como una loca al plantarme frente a la casa. Verifique la hora en mi reloj de mano y gruñí. Eran las 3 am y seguramente todos dormían, a menos que Ki se hubiera quedado mirando algo en su televisión, varias veces lo había encontrado y reprendido por eso.
Busqué mis llaves en el bolsillo y pensándolo mejor, se me ocurrió algo, era más probable despertar a todos si abría la puerta y arrastraba la maleta por la sala. Rodeé la casa por el lateral del jardín y miré la ventana. Para mi buena suerte estaba sin seguro.
La abrí despacio y recordé que hace años hacia lo mismo para dormir junto a mi chica. Metí como pude la maleta y luego entre yo, para después cerrarla.
Divertido, y suspiré.
La sombra de Camila sobre la cama me hizo sonreír aún más. Aquí estaba.
En silencio quité la mayor parte de mi ropa, la dejé sobre el piso y me metí a la cama.
Camila gimió muy bajo y yo logré rodearla por la cintura con mi brazo. Se estremeció hasta que poco a poco se acurrucó frente a mi.
Respiré su lindo aroma y cerré mis ojos.
Estaba dos días antes de lo previsto en casa y me hacía sentir orgullosa, apuré todos los asuntos con la editorial, para sorprenderlos. Y aquí estaba, por fin junto a ellos. Moría de ganas por cruzar el pasillo y dirigirme a las habitaciones de mis pequeños. Besar sus mejillas. Como no podía hacerlo al momento, mejor besé el cabello de mi esposa, nos cubrí más con la sábana.
Apenas estaba conciliando el sueño, cuando Cami dió el salto, desprendiéndose de mis brazos.
Yo me senté un poco asustada y luego enfoqué mi vista débil hacía ella. Sostenía con fuerza la lámpara de noche.
-¡Aleja...¿Lauren?!
Estaba a punto de gritar cuando me reconoció.
-Hola amor. Dijé divertida.
Soltó la lámpara con cuidado y me fulminó con la mirada. Despeinó su cabello un poco más.
-Dios me asustaste a muerte ¿Como se te ocurre? ¿Que haces aquí?
Yo reí, luego bajé un poco mi tono.
-Quería darte una sorpresa. Levanté mis cejas juguetona y extendí mi mano para que la tomará. Solo nos miramos hasta que reaccionó alegre y se lanzó hacía mi. De inmediato llenó mi cara de besos.
-Lau, te extrañe tanto bebé.
-Yo también. La sujeté contra mi pecho con fuerza. Por fin podía tocarla y verla.
Pasar días separadas se me hacía una eternidad.
-Dios si me sorprendiste, pensé que se trataba de alguien más.
Me reí. -Shhh los niños.
Reclamó.
-Te viste muy graciosa con la lámpara en la mano, pensé que si me ibas a golpear.
Negó divertida y nos miramos. Su pequeño cuerpo se recargó contra mi.
Miré esa linda luz en sus ojos, tan hermosos color café. Toqué la nariz con mi dedo y finalice acariciando su labio inferior.
Los silencios entre nosotras eran muy cómodos, y a veces sentía que podía escuchar sus pensamientos.
-Mi cuerpo se sentía tan débil sin tenerte cerca Cami.
Sonrió de una forma tan tierna que no pude evitar capturar su labio inferior que tocaba.
-Te amo Lauren.
Rocé su nariz con la mía y pusé un mechón de cabello tras de su oído.
-Te amo Camila.
Era diferente decírselo en persona, ahí podía estudiar sus reacciones y además tratar de compensarlo. Besarla y oír su voz en directo.
Sujetó mi cuello y me guió a sus labios rozados.
Sonreí en medio del beso. Eran tan tibios y carnosos que besarla me llevaba al cielo.
Traté de quitar la poca ropa que llevaba, con ansias, pero me detuvo.
-Alto ahí vaquero. Dijo sonriente.
-¿Que pasa? Fruncí el ceño.
-Quiero dormir abrazada a ti, tengo mucho sueño, sin ti no he podido dormir bien en los últimos días. Admitió triste.
-Vale, vamos a dormir, pero quítate la ropa. Sugerí con voz autoritaria. No lo pensó mucho y sin pena quedó sin ropa frente a mis ojos. La miré de arriba a abajo.
-Hermosa. Sus mejillas se sonrojaron y se vió cálida.
Con entusiasmo terminé de desvestirme y esta vez entramos bajo las sábanas para descansar. Tardé un poco más de hora para dejarme vencer por el sueño, yo quería mirarla por más tiempo.
Horas después algo me molestaba en la nariz, de forma aún autómata, sin muchas ganas de despertar intenté alejar lo que interrumpía mi sueño.
Moví mi mano sobre mi cara y me giré al otro lado.
Pero las pequeñas cosquillas no se detenían.
-Sin ropa. Gritó Cameron. Ahora estaba sentado en mi abdomen y se reía. Abrí los ojos apenada y busque a tientas para cubrirme, mis pechos habían quedado expuestos por segundos.
Una vez lo hice miré aquellos ojos verdes casi igual a los míos, Cam me miraba risueño y enseñaba sus dientitos. -Ma Lolo. Dijo entusiasmado. Yo lo levanté para hacerlo reír y besé sus mejillas.
-Mi pequeño. Cameron estaba feliz de verme. -Te extrañé bebé. Hice un puchero y el me imitó. Solo que el si estaba dispuesto a llorar, era tan sentimental a veces que me recordaba a Camila.
Lo impedí al tratar de jugar al avión en el aire. Se distrajo.
-¿Cam? Entró Camila a la habitación para buscarlo, luego de verlo sobre mi nego divertida.
-Le pedí que te dejará dormir. Miró sospechosa a Cam y el se encogió en mis brazos, para que lo protegiera.
-No pasa nada amor, así quería despertar, bueno tu faltas aquí de hecho.
Asintió con pena y se justificó.
-Lo siento, tuve que despertar temprano por Kilian.
Claro el colegio, se me había olvidado que aún no era fin de semana.
-Quiero ir por el. Le dije.
Bajé de mi regazo a Cam y busqué mi ropa.
-Ma Lolo sin ropa. Le dijo mi hijo en una queja y las dos reímos sin poder evitarlo. -Ya lo sé Cam, ¡Lau! Me regaño de forma fingida para que el pequeño recordara la regla de siempre estar vestido en casa.
Deshice mi maleta en un rato y bajé para desayunar. La mesa estaba llena de panecillos, café, jugo y fruta.
-Lindo. Llegué a Camila y la besé.
-Gracias cariño.
-¿Como fue el asunto del libro?
Me pregunto mientras comía.
-Muy bien cariño, el libro les encantó y firme algo sobre los anteriores, vamos a vender muchos. Dijé entusiasmada. -Mis padres te envían saludos.
-Me hablaron por teléfono para asegurarme que estabas bien.
Sonreí.
-No tanto, estaba la mitad del día mirando a la nada y llamándote.
Molesté tanto con mis llamadas. Pero de verdad que no entendía que debía hacer para sentirme mejor sin ellos.
-Me gustaron tus llamadas.
Me miró pervertida y recordé la famosa llamada. Increíble. En ese momento tuve unas inmensas ganas de tomarla y encerrarnos en el dormitorio por días.
-¿Ma?
Cameron sostuvo un juguete frente a mis ojos.
Tomamos parte del desayuno de forma tranquila, hasta que Cam se pusó inquieto, quería salir a jugar en el jardín.
Perseguía al pequeño en el pasto y tras de nosotros corría Lolito de forma perezosa, estaba gordo y además con sus patas cortas no podía correr a prisa. Camila nos miraba, mientras ella cuidaba las flores. ¿En que momento se había convertido todo en algo tan lindo?
Me dejé caer en el pasto y Cameron me siguió. Sus manos se abrazaron a mi.
-¿Están bien? Cami nos preguntó.
-Si.
Necesitaba reiniciar mi caminatas por la mañana.
Miré el reloj de forma constante, quería ver a Ki, lo extrañaba demasiado.
-¿Van a ir conmigo por Ki?
-Aqui les esperamos mejor.
Camino hacia nosotros y se recostó a mi lado, miramos el cielo sin motivo.
-¿Lau?
-¿Que pasa?
-Debemos comenzar el tratamiento pronto ¿Cuando será?
Aclaré mi garganta un poco nerviosa.
-Yo...cuando tu quieras cariño.
-No es tu mejor respuesta.
Tomé su mano con la mía y me giré para besar su mejilla, Cam había reiniciado a correr.
-Cami...cuando tu quieras iremos, es de verdad mi respuesta y no intento hacerte enojar lo prometo.
Buscó mi mirada y luego sonrió de forma sensible.
Levanté un poco de su blusa para acariciar su abdomen, me lo imaginaba otra vez. Con su vientre crecido y andar por la vida como un ser gruñón. Las hormonas la enloquecían.
Si ansiaba el momento de dormir con ella y abrazar su barriga.
-Mañana vamos Cami.
Di mi respuesta y siguió besando mis labios de forma tierna. Tenía las esperanzas de que está vez iba a ser una hermosa niña.
Llegué al colegio justo a tiempo para mirar salir a Kilian. Hablaba con sus amigos de algún tema. Miró a todos lados buscando el auto de Camila. Hasta que se topó conmigo y sonrió como nunca.
-¡Mamá! Camino a prisa hasta mi sitio.
-Hola mi pequeño.
Sonrió con dulzura y lo abracé, ya llegaba a una parte alta, crecía muy rápido.
Besé su mejilla una vez subimos al auto, ya lo sabía, que le daba pena que los demás miraran que lo mimaba tanto. Rodaba los ojos y mencionaba que ya estaba grande.
-Que sorpresa mamá.
-Quise dartela, llegué por la noche.
Sonrió de forma sincera y aventó la mochila a los asientos de atrás. Se negaba a sentarse como un niño pequeño.
-Que bueno, mamá y Cam estaban insoportables. Me extrañaron, asentí y tomé el camino más corto a casa.
-Especialmente mamá.
Imaginé que todo era verdad, casi estaba segura que lo había regañado más de la cuenta por su humor en esos días.
-Hablando de ella, quiero que me ayudes en algo, en unos días será nuestro aniversario y quiero darle un regalo.
Kilian seguía siendo mi mejor amigo y sabía que si le contaba algo siempre lo guardaba.
-¿De que trata?
-¿Crees poder cuidar a Cameron algunas horas?, bueno con ayuda de tus abuelos.
-Si puedo ma. Estire mi puño para chocarlo con el suyo.
-Es un hecho entonces cariño.
Me detuve frente a la tienda de helados más cercanos a casa. Sabía que aunque pasará el tiempo Kilian siempre aceptaría uno como regalo. Le encantaba el helado, su sabor favorito banana con chocolate.
Llegamos a casa más tarde de lo habitual y Camila no perdió el tiempo para cuestionarnos.
-¿Donde estaban?
Me pusé nerviosa y Ki me miró de reojo.
Decir algo sobre el helado no era opción, seguía siendo estricta con los temas de la comida. Aclaré mi garganta con dificultad. ¿Porque me intimidaba tanto?
Ninguno de los dos soportaba su mirada ejerciendo presión. Alguno de los dos estallaría con la verdad.
-Mi mamá me llevó a comprar un helado.
¡Traición! Quise decirle.
-¿Es de verdad? Se cruzó de brazos.
-Yo ammm... Si, perdón cariño.
Rodó los ojos y continuó en lo suyo. Kilian se encogió de hombros y se fue a su habitación.
Estaba un poquito tensa.-¿Cami?
-Lauren, ya sabes que no deben comer hel...
-Ya lo sé, solo que quería hacer eso junto a Ki... Perdóname.
La abracé por detrás y besé tu pequeño hombro. Suspiró profundo y se giró entre mis brazos.
-Dame un buen beso y lo haré.
Yo reí. -Hablo en serio.
Miré por la sala para ver si nos espiaban y no tardé en unir nuestros labios. Lo profundice y caminé con ella a la cocina.
La retuve contra la pared unos minutos. Hasta que sus labios estaban hinchados por la actividad.
-¿Funciono?
Solo asintió y se abrazo a mi.NO PUEDO ENFOCAR LA HISTORIA EN UN PEQUEÑO CACHORRO😍 (LOS PUGS SON TAN TIERNOS), YA QUE VARIOS HAN PREGUNTADO POR LOLITO EN LA 1RA PARTE DEL FIC😂 LO INCLUIRE EN VARIOS CAPS LO PROMETO😚

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Lo que no ves
Fanfiction2da parte Lo que no se ve La realidad para Lauren ha cambiado, dos años después del nacimiento de Cameron todo terminó. Camila jamás había acabado de comprender su vida y para su mala suerte ahora no la dejaba estar cerca de sus hijos. En resumen...