40

7.3K 339 11
                                    

CAMILA
Llegó el momento de levantarse y no podía, Lauren había salido de casa por alguna reunión con su editor.  Me escribió una nota donde me explicaba que me miraba muy linda dormida,  así que ella traería a los niños a casa mientras yo descansaba. 
Sonreí como tonta al leerla y terminé otra vez dormida hasta que mi cuerpo reclamaba,  también tenía hambre.
Mi movil sonó.  Un mensaje. 
-Hola amor, tarde más de lo que debía,  apenas voy por los niños, en el taxi tardaré más. 
Contesté con un montón de corazones y caritas sonrojadas.  - Estoy agotada,  aquí los espero. 
Después del mensaje pasaron segundos para obtener su respuesta.  - Te amo hermosa,  esta noche seguimos.  Y un guiño. 
Comencé  a reír cual adolescente. La noche anterior fue un sueño, jamás  me había sentido tan satisfecha. Lauren había agotado todas mis energías mientras hacíamos el amor de todas las maneras posibles. Era demasiada obvia mi cara y no ir a la casa de mis padres era de gran alivio, así no tuve que ser interrogada por mi madre y mi hermana.
Hice el pastel favorito de Lolo y los niños, quería sorprenderla y mi humor estaba deslumbrante.
Corrí a la ducha después de terminar el pastel e intenté colocarme lo más guapa posible en pocos minutos. Quería ver a Lauren y lanzarme a sus brazos, besarla por un buen rato.
Caminé dando vueltas a la sala mientras  los esperaba. Mordí  mis uñas y sonreí a la nada como tonta.
Hasta que escuché como se estacionaba un auto frente a la casa.
Abrí la puerta  y los niños caminaron apresurados para besar mi mejilla. Cameron me hizo cargarlo.
-Te extrañe mi amor. Susurré en su mejilla redonda. El sonrió y correspondió a mi gesto.
-Yo también mamá.  Dijo Ki mientras entraba a la casa y me regalaba una tierna sonrisa.
-Yo más cariño. 
Lauren entró después de nosotros con unas cajas de pizza.
-Hola. Me guiñó. 
-Hola amor. Mis mejillas seguramente estaban sonrojadas. Mirarla me hacía recordar todo.
Dejé a Cam entre nosotras y besé sus labios por corto tiempo. El pequeño se había puesto celoso y nos empujó a las dos.
-Hablé con tus padres sobre Maní.
-¿Que fue lo que hizo ahora?
-Nada grave a parte de morder sus zapatos.
Sonreí apenada. Maní había vivido un tiempo con nosotros, hasta que Cam estuvo más grande y fue demasiado tenerlo en casa. Sofía amaba el perro así que no dudo nada en adoptarlo, así no estaría fuera de la familia.
-Es igual de revoltoso que mi hermana.
Lauren asintió dándome la razón.
Quizá ya era momento de recuperarlo, Cameron necesitaba otras distracciones.
-Bueno ya hablamos con ella luego. Me dijo en la mejilla, hey campeón déjame abrazar a mamá.
Le reclamó mientras Cameron se sujetaba a mi cuello y negaba con el ceño arrugado.
-No. Dijo sin más.
Lauren hizo un puchero tierno y simular que estaba triste con nuestro pequeño. Cameron se removió en mis brazos y miró a Lau.
-Mamá llola. Me señaló.
-Si amor, esta triste ¿Me dejás abrazarla? -No. Dijo esta vez más fuerte y se cruzó de brazos de forma graciosa. Lauren no soportó y soltó una carcajada. Luego sentí que nos tomaba a los dos en sus brazos y depositaba otro beso en mis labios.
-Lo siento Cam, pero debes compartir a mamá, yo también la amo y la extrañe.
Gruñó el pequeño y quiso bajar de mis brazos. Se olvidó del conflicto corriendo hacía sus juguetes en la esquina de la sala.
-Dios, siempre es tan difícil, pero ahora estás toda para mi ¿Como estas mi amor?
Sonreí como tonta frente a sus hermosos ojos verde y mordí mi labio.
-Muy feliz. Se rió.
-Yo también ¿crees que funcione para lo del niño o debemos intentarlo más? Levantó sus cejas juguetona.
-Lauren, por favor no lo menciones más, hasta que estemos a solas ¿comemos?
Asintió y entrelazando su mano en la mía me llevó hasta el sitio donde las pizzas estaban. Kilian sintió ese olor delicioso en el ambiente y no tardó en volver a la sala para comer todos juntos.
-¿Porque no fueron ayer por nosotros?
Soltó. Iba a responder pero Lauren se ahogó con un pedazo de pizza. Se pusó nerviosa con la pregunta.
Estaba tan roja de las mejillas cuando logró pasar la comida y beber un poco de agua.
-¿Estas bien? Pregunté preocupada. Kilian nos miraba de forma sospechosa.
-Si, mejor. Lauren dijo con la voz más ronca de lo habitual y buscó mi mirada.
-Ki, solo se nos hizo tarde con el médico ¿No te gustó quedarte con los abuelos?
-Ya sabes que si ma, solo que Cam se pusó a llorar antes de dormir.
Cameron negó de inmediato e intentó arrojar algo hacía Kilian, se negaba a no ser un niño grande.
-Ya tranquilos ambos. Dijo Lauren cuando Kilian siguió asegurando lo anterior. -Ki, basta no lo molestes, es un pequeño aún. Cameron sonrió muy feliz porque su mamá Lolo lo defendió. 
-Es un bebé. Dijo Kilian con burla y los tres nos sorprendimos. Cam había lanzado un pedazo de pizza a la cara de su hermano mayor.
Estallamos en risas y Kilian se quejó.
-Niño gande. Le gritó el pequeño furioso.
-Dios ¿De quién habrá sacado esos modales? Pregunté al cielo.
Rodé los ojos hacia mi esposa que seguía retorciéndose de la risa.
Cameron la siguió de forma tan tierna que no pude evitar querer besarlos a ambos.
-Lo que no ves mamá, es que estos dos son igual de malos conmigo. Reclamó Kilian refiriéndose a su mamá y hermano.
-Ya basta a todos, mejor comamos y Cam no debes aventar comida al aire. Lo reprendí. Solo me enseñó sus dientitos.
Quiero comérmelo a besos.
-Bueno aprovechando que están todos en casa debo darfles ufa nofiafia.
Me miró Lauren con duda y continúo hablando, seguía con comida en la boca y rodé los ojos otra vez, parecía una niña pequeña.  -Am...lo siento, bueno tengo que viajar a Vancouver por unos días. Bajó el tono de su voz y sonó débil, esperando una respuesta de mi parte.
-¿Para que? Preguntó Kilian.
-Trabajo cariño. Le dijo Lau.
-¿Puedo ir con los abuelos?
-No creo que sea conveniente cariño, tienes colegio. Asintió cabizbajo.
Lauren me miró a mi aún esperando mis palabras y trató de darme una media sonrisa. Confianza, repetí en mi mente. Ahora no había ningún motivo para dudar y confiar en que su viaje sería rápido, que pronto la tendría en casa otra vez.
Cameron no entendía muy bien que pasaba pero se recargó en su mamá con una linda sonrisa.
-Tengo que salir mañana por la tarde y de verdad que quiero llevarlos pero será solo dos días y bueno...
-Lo entiendo amor, yo me encargo de los niños.
Asintió y tomó mi mano con cariño.
Kilian terminó animando a Lolo.
-Esta bien ma, yo los cuidó a ellos. Le guiñó a Lauren y le dió un beso en la mejilla.
-Gracias cariño, eres todo un hombrecito. Kilian ayudó a recoger todo para la cocina y nos dió el tiempo suficiente para charlar, convenció a Cameron de seguirlo a otra parte de la casa.
-¿Estas bien con esto Cami?
Se estaba formando un nudo en mi garganta pero aclaré la garganta un poco más convencida.
-Si amor, es solo que me hace recordar, confío en ti plenamente.
-Te prometo que después de esta voy a rechazar viajar hasta allá.
-Es tu trabajo y...
-Shhh. Besó mis labios repetidas veces y quitó mi cabello de la mejilla.
-Ya no viajare después de esta.
Le dí la razón y todo mi apoyo. Recargué mi cabeza en su hombro y besé su piel libre.
Al día siguiente por la tarde miré a Lauren caminar por el pasillo hacía la chica que verificaba los boletos para el avión. Cameron lloraba en mi hombro porque su mamá Lolo no lo llevaba y Kilian tomó mi mano para salir del aeropuerto.
-Te llamaré preciosa, te amo demasiado y a los niños, pórtense bien.
Me mandó en un mensaje. Los tres regresamos a casa para continuar con la rutina diaria y extrañar a Lolo.
Horas más tarde recibí su llamada.
-Mis padres ya han venido por mi, hace frío y los extrañó.
-Igual nosotros Lolo, abrígate bien amor
Rió tierna.
-Claro que si hermosa. Respondió, sonaba cansada por el viaje y lo mejor era ir a dormir todos. -Duerme bien amor, por favor manda un beso a mis pequeños de mi parte.
-Si, yo les digo, te amo mucho Lo, no olvides.
-Nunca preciosa, te amo con una loca, hablaré por la mañana.
Colgué con una sonrisa grande.

Lo que no ves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora