LAUREN
Que haría para suavizar lo que tenía que decirle.
-Mira, Cami...
Mi voz era temblorosa, me encantaría poder tener un bebé con mi herencia genética en su cuerpo, pero me hacía dudar. Tenía miedo por todos.
¿Que ocurría si a los pocos años perdía la vista como yo?
Desde luego nos tendría a nosotros pero de pensarlo y recordar mi vida sumida en tanta oscuridad me ponía los vellos de punta.
Levanté mi cara hacia el techo.
-Di lo que debas decir.
-No es muy seguro cariño, ¿Que pasá si sus ojos son igual que los míos?
-Son hermosos.
Reconoció sin dudarlo, así eran de forma externa pero dentro eran problemáticos y uno de ellos no funcionaba.
-Cariño. Me quejé.
-Lauren, quiero que sea de ambas completamente.
-Cami, pasarán los años y lo que menos quiero para mis hijos es que dejen de ver el mundo lleno de colores, por dios, no podía siquiera verte a ti, no quiero que se pierdan todo lo que conocí.
Camila había sido callada por unos minutos. Mismos en lo que mi mente jugaba conmigo. Los años tan malos que tuve que pasar no se los deseaba a nadie, en realidad lo único bueno que había tenido era conocer a Camila. Apreté mis manos al recordar como caminaba temerosa hasta dentro de propia mi habitación, un sitio de poco metros cuadrados que fingía ser el sitio más seguro para mi.
No lo comprendía y sin duda jamás cambiaría nada de lo que tenía actualmente. Gracias a ella todo era diferente, pero mis hijos eran demasiado importantes.
-Lauren...tu jamás le harías eso a tu hijo, jamás, tu eres diferente y estoy muy segura que pase lo que pase estaremos ahí para los niños. Se inclinó para besar mi ceño.
-Se lo que piensas, puedo leerlo en tus ojos, tu historia es única y poco probable que se repita con un hijo nuestro, por que lo amaremos incondicionalmente y si algún día tu o yo hacemos algo mal, estaremos para ambas, para hacernos ver la realidad y corregir nuestros errores.
La miré a ella. Sus ojos llenos de nostalgia y ese amor que no lograba mirar en alguien más. El brillo especial en sus ojos y la hermosa sonrisa detrás de aquellos labios carnosos.
Tomé sus mejillas y la besé lentamente.
Las dudas seguían ahí, pero simplemente con verla me habían dado ganas de hacer otra cosa.
Tendríamos más tiempo para pensarlo y analizar que tan bueno era someternos a un tratamiento.
Bajé mis labios a su cuello para comenzar a besarlo.
Sus manos fueron directamente a mi cabello. Amaba su tacto de forma brusca y eso era lo que hacía exactamente.
-Lau...no trates de cambiar de tema.
Se quejó tratando de apartarme, por supuesto entre suspiros.
-Hay que ponernos en marcha cariño, hacer la tarea como dicen, ¿quieres un bebé?
Asintió como una pequeña.
-Si. Dios, me calentaba verla así de tímida.
-Bueno, pues conozco el método tradicional.
Sonreí de forma pervertida. Me regaló a cambio un golpe en el brazo.
-Cami, terminemos este día de forma increíble, luego discutimos esto.
Era demasiado tarde para oponerse, mis manos ya había viajado hasta su culo, donde dieron un apretón.
Sus piernas rodearon mi cuerpo al momento en que me senté sobre su pelvis.
-Te quiero enloquecer. Le dije sobre el oído, sus manos se apretaron en mi espalda y suspiró pesadamente.
-Voy a hacer que veas las estrellas ¿Sabes como?
Negó divertida. Yo le mostré mi mano derecha moviendo los dedos.
Luego levanté su polera para poder besar su abdomen. Besé su ombligo y seguí entre sus pechos. Iba a quitar el sostén cuando un pequeño de ojos verdes nos llamó desde la puerta.
-¿Mamá? La voz adormilada surgió.
Camila me empujó y se recompuso, de la nada había salido de mis brazos y camino hasta donde Cam permanecía, abrazado de su osito y descalzo.
Yo me dejé caer en la cama, vaya planes. Lauren, no puedes tener intimidad con tu chica y quieres otro hijo. Negué divertida.
-¿Que hacen? Preguntó Cameron en los brazos de Camila. Ella me miró asustada y yo comencé a reír.
Sin duda el listo había pillado. Lo único bueno era que yo no había sido más rápida y aún ambas estabamos con ropa. -Bueno... Empezó Cami a justificarse.
-Le hacía cosquillas a mamá. Declaré. Ambos se sentaron en la cama.
Camila frunció en ceño.
-¿Como saliste de la cuna Cameron?
Lo reprimió, Cam se hizo bolita en sus brazos y soltó una risita. Sus mejillas estaban rojas y abrazaba a su osito en forma de protección.
-Eres travieso Cam ¿Has saltado? Le pregunté.
Camila me miró de mala manera.
-¿Que?
Sus gestos me indicaron que no estaba bien lo que hizo, salir de la cuna sin avisar, pero porque pudo haberse lastimado. Aclaré la garganta.
-Bebé no hagas es otra vez ¿Si?
Cameron sonrió con dulzura, y como descubrió que su mamá estaba enfadada, se plantó sobre la cama y besó su mejilla esperando el perdón.
Camila se cruzó de brazos fingiendo estar muy molesta.
Mi pequeño me miró suplicando ayuda. Le guiñé a Camila y susurré algo en el oído de mi hijo, era un consejo.-Dile a mamá que la amo, eso funcionara. Susurré. El pequeño estaba divertido por que sabía que todo se convertía en un juego de mensajes. Con cuidado de no tropezar en las sábanas llegó a Camila quién aún permanecía igual.
Trató de decirselo en susurró pero finalmente también yo lo escuché.
Camila sonrió al instante y abrazó a Cam.
Le estaba dando un mensaje para mi.
-Ella no. Me dijo a mi segundos después también tratando de que fuera un secreto. Camila me miró divertida desde el otro lado de la cama.
-Dile que no haré la tarea.
Esperaba que el pudiera decir el mensaje con exactitud.
Camila soltó una carcajada cuando Cameron dijo todo mal. Me miró por instantes y de la nada tenía a los dos sobre mi. Me había traicionado mi propio hijo y me hacía cosquillas. No podía dejar de reír, entre los dos se convertían en un gran equipo y Camila me retenía en la cama.
-Dios, ya no. Me quejé. La tierna risita de Cameron resonaba en la habitación. Camila se subió sobre mi abdomen para sostenerme y usó sus manos en mi cuello.
-Ya basta amor, necesito ir al baño. Grité. Cameron seguía feliz de hacerme reír. Con cuidado de no empujarlos fuera de la cama, me di la vuelta y sostuve a Camila por la cintura.
-Es mi turno. Le dije. -Cam, ahora a mamá. El pequeño fue directamente a su vientre y con sus manitas le hizo cosquillas, Cami reía sin poderlo evitar y se retorcía bajo de mi. Sus ojos se llenaban de lágrimas.-Lau, ya no...por favor... Suplicaba entre risas.
Cameron no se cansaba y yo me reía más de el, el momento tan caliente de antes había sido sustituido por uno mucho mejor, lleno de risitas graciosas. Por supuesto que quería tener otro bebé. Los tres no dejamos de reír. Cameron tenía un ataque de risa y Cami y yo reímos de su situación.
-Esta enloqueciendo.
Cuando por fin paro, se abrazó sobre su mamá.
-A tu cuna Cam para dormir. Le susurró. El negó y no se separó de ella.-Aqui.
Cameron tenía planes desde antes, quería dormir con nosotras por algún motivo.
-Pero....
-Esta bien cariño, Cam duerme con mamá hoy. Les dije. Lo acomodamos entre ambas y arropado no tardó en volver a los brazos de morfeo. Lo miré dormir, con sus mejillas regordetas y pestañas rizadas. Toqué su mejilla con el dorso de mi mano. Camila no dejó de mirarme.
-Tus planes no salieron como querias. Sonrió.
-Estos son mejores amor.
Se inclinó y me besó tiernamente en los labios.
-Yo también te amo y me tienes.
-Ven.
Entendiéndo lo que quería movió un poco a Cameron para acostarse delante de mi. Ella pasó su mano sobre la barriguita de Cam y yo los abracé a ambos.
-Descansa mi amor.
Besé su hombro.
En medio de la madrugada me aseguré de que Cam durmiera cómodamente y que no cayera de la cama pero la mano de Camila en forma de protección seguía ahí. Yo los sostuve.
Era también una buena noche para mi Cami, desde aquel día eran constantes las pesadillas, por la madrugada respiraba y murmuraba cosas sin sentido, yo besaba sus mejillas tratando de tranquilizarla y por fin cuando abría sus ojos café y me miraban podría darse cuenta que ambas estabamos bien y que yo jamás sería capaz de dejarla.
La abrazaba tan fuerte contra mi y solo suplicaba que de una u otra forma ambas fueramos capaces de dejar esa experiencia terrible en el pasado. Esta noche había sucedido, durmió como un ángel al lado de Cameron.
Los miré por mucho tiempo, me sentía feliz, besé sus mejillas hasta lograr acurrucarme y dormir.
Por la mañana sentí como unas pequeñas manitas intentaban abrir a la fuerza mis ojos. Luego un beso en la mejilla.
-¿Ma?
Yo gruñi bajo, quería dormir un rato más.
Luego dejó de moverse, solo por instantes por que me sorprendió al sentarse en mi abdomen y comenzar a saltar.
-¡Ma! ¡Ma! ¡Lolo! Gritaba Cam riéndose. En alguna parte de la habitación Camila reía por la situación.
-Cam. Me quejé nuevamente.
-Venga amor, levántate, Cam esta bastante inquieto.
-Si no me dices ni en cuenta. Con un movimiento rápido y provocando un grito divertido de mi pequeño lo levanté y lo coloqué sobre la cama. Comenzó a reír mucho más. Levanté su pijama y comencé a hacer sonidos graciosos con mi boca en su barriguita.
-Hola cariño. Dejé de hacer cosquillas y besé toda su carita.
-Hola ma. Sonrió.
Camila llegó hasta la cama, su cabello estaba húmedo por un baño y llevaba un albornoz muy sexy. Por dios. Se sentó a mis pies y me lanzó un beso.
-Venga, le prometí a mamá ir al almuerzo. Todo ahora estaba arruinado, suspiré profundo, los suegros. Gruñí.
-No me lo dijiste.
-Fue hace unos momentos, venga Ki ya debe estar listo. Me guiñó. Cameron intentó huir de la cama, sabía que lo que seguía era vestirlo y tampoco le gustaba, si fuera por el andaría en ropa interior donde sea o con su pijama.
Intentó correr pero Camila lo atrapó.
-Venga Cam, ¿No quieres ver a los abuelos?
Asintió y me lo dejó en los brazos.
-Suerte. Susurró en mis labios. Cameron se retorcía en mis brazos, era revoltoso.
-Cam, vamos a ponerte guapo ¿Si? Besé sus mejillas y lo cargué a todas partes hasta que ambos estuvimos listos.
Los dos vestiamos con jeans rotos, playera negra, chaqueta de cuero y lentes negros. Sin duda el se miraba gracioso pero insistía en vestirse igual que yo.
Cami me miró feliz cuando llegamos a la sala. Ella estaba vestida de forma casual y con su cabello en una coleta. Llegué frente a ella y la atraje a mi para besarla. Sus manos se colgaron en mi cuello y respondió. Fue un beso corto, por que Ki se quejó tras de nosotras.
-Tienen dos hijos ¿Saben? No es apropiado. Las dos reímos, el solo rodó los ojos como yo siempre lo hacía.
-Ajam y tal vez uno más pronto. Hablé bajo solo para Camila, ella se inclinó para dejar un último beso y buscar las llaves del auto.
Todos charlamos durante el camino hasta llegar a la casa de mis suegros.
Tomé a Cameron de su asiento para niños y se quiso bajar. Apenas lo pusé en el piso corrió a la entrada.
Kilian camino al lado mío.
-Nada de videojuegos Ki. Le advertí. El gruñó pero finalmente asintió.
-Si mamá, solo televisión ¿Te parece?
Yo asentí mientras sentía la mano de Camila entrelazarse con la mía para llegar hasta la puerta. Donde Alejandro tomó a Cameron en los brazos apenas lo vio. Nos saludó a todos y nos permitió entrar.
Estaban haciendo una parrillada, algo debían festejar, Sofía llegó hasta nosotras y besó con cariño nuestras mejillas.
-Mila debo hablar contigo un momento.
Me miró de forma sospechosa y me ví obligada a soltar a mi esposa después de tanto tiempo de estar unidas. Extrañé su tacto en mi mano al instante.
Ella regreso para besarme tiernamente.
-Ya regreso mi amor. Susurró.
Sinu miraba divertida como Alejandro lanzaba esa mirada acusadora, me causaba gracia como la seguía cuidando cuando Camila era ya mi esposa y tuviéramos dos hijos.HEY 🌝 MUCHAS GRACIAS POR SUS VOTOS, LA HISTORIA PRONTO LLEGARÁ A SU FIN, ESPERO Y LES GUSTEN ESTOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS. UN BESO 😘

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Lo que no ves
Fanfiction2da parte Lo que no se ve La realidad para Lauren ha cambiado, dos años después del nacimiento de Cameron todo terminó. Camila jamás había acabado de comprender su vida y para su mala suerte ahora no la dejaba estar cerca de sus hijos. En resumen...