LAUREN
-¿Que estás haciendo? Preguntó Alejandro muy serio, lograba intimidarme.
-Bueno, Camila y yo tratamos de...
Negó continuamente mientras yo trataba de que mis palabras salieran correctamente de mi boca.
-¿No? Pregunté.
-Lauren, me refiero a lo que te pedí, a intentarlo de verdad.
-Aaa bueno pues yo...yo...
Alejandro se sostuvo la cabeza desesperado, yo no entendía que demonios me pasaba, dios, eso de pedir su consentimiento ya había pasado y no entendía por qué estaba tan nerviosa.
Apreté el reposa brazos de la silla en donde estaba y miré por segundos los ojos de Alejandro. El sonrió del otro lado de la habitación, recargado sobre un mueble.
-¿Puedes dejar de balbucear?
-Aaaa si...digo si.
El siguió negando. Comprendí que eso de estar sentada no iba ayudarme.
-¿Entonces?
-¿Quieres todos los detalles? Le pregunté insegura, había sido una tontería decir aquello, me arrepentí de inmediato.
Frunció el ceño.
-Lo siento, yo me refiero a que...bueno Camila está enterada de todo y decidimos darnos la oportunidad para solucionar todo.
-Eso es bueno. Declaró.
-Pero...
-¿Pero que? Me volvía a intimidar. Dios ¿Jamás iba a ser fácil tratar con los suegros? Alejandro definitivamente era duro al cuidar de sus hijas. Lo creí más con Camila por la separación que habían tenido por años.
-Camila sigue sin recuperar la confianza hacía mi. Solté.
-¿Y no harás nada?
-No se que hacer. Le dije con sinceridad. El me paró frente a mi, yo esperé a que me tomará por el cuello y me soltará un sin fin de insultos. Aunque no era agresivo, el miedo permanecía. Venga Lauren no seas cobarde, sostén al menos la mirada. Repetí en mi cabeza, además no has hecho todo tan mal.
-Mira Lauren. Dijo frente a mi y mirando a mis ojos. -Hago esto por que no me gusta ver a mi hija sufrir, te lo advertí ¿Lo recuerdas? Asentí como tonta, de forma automática.
-Si. Mi voz apenas salía.
-Bien, pues entonces entenderás que estuve en el límite estos meses, por un momento creí toda esa mentira en la que te metieron y te odié por hacerla sufrir, pero ahora comprendo muchas cosas y una de ella es que Camila te eligió a ti por algo, te ama y simplemente ella esta mal sin ti, lo que tu debes hacer y lo único que te pido es que te esfuerces por hacerla feliz, antes que yo mismo decida alejarla.
El no podía estar amenzandome con alejar a mi familia de mi, jamás lo permitiría, aunque fuera el padre de Camila.
-¿Que necesitas para hacerla feliz? Estoy dispuesto a ayudarte.
Sentenció yo volví a asentir y me arme de mucho valor.
-La voy a conquistar, voy a lograr que ella vuelva a creer en mi, que me ame como antes incluso más, haré feliz a mi familia, Alejandro, lo juro.
-Perfecto. Dijo y se dió la vuelta. Minutos después estalló en risas.
¿Que demonios? Reía tanto que limpiaba lágrimas de los ojos.
-¿Que...
Estaba enfadandome ¿Se burlaba de mi? -Ok, esto es...
-Perdón. Sostuvo su abdomen aún riendo y entre risas habló. -Debiste ver tu cara Lauren, fue gracioso.
-¿Que te sucede? ¿Soy divertida?
Pregunté entre dientes.
-Bien bien, relájate, solo quería asegurarme de que temías de mis palabras e ibas a ponerte en marcha.
Tendió su mano a la mía. Y yo la sostuve aún enfadada.
-Tranquila, venga vamos con nuestras esposas.
Lo seguí pero me detuvo antes de entrar al comedor.
-Otra cosa.
Asentí esperando sus palabras.
-Quiero tener más nietos. Dijo en tono serio y se fué dejándome un apretón en el hombro y sin palabras.
Genial, algo más en que pensar. Durante la comida el pequeño Cam fue el centro de atención así que no hubo tiempo para hablar con Camila, quién la pasó con su mirada sobre mi y su padre. Yo le sonreí desde mi lugar tratando de calmar las aguas. Aunque solo duro poco el ambiente, por que Sofía apareció en la puerta.-Oh por dios. Gritó. -Mira a quién tenemos aquí. Se estaba riendo de mi -La cuñada más odiosa del mundo. Le daba gusto verme pero tal vez solo para fastidiar y hacer todo más incómodo.
-Que casualidad. Le dije. -¿A caso tienes otra?
Error, pregunta fuera de lugar. Todos en la mesa que comprendían un poco mis palabras me miraron mal.
Sofía en su primer intentó de salvarme. Se inclinó y me abrazó.
-Ni que tuvieras otra idiota. Dijo en mi oído.
Llenó de besos a los niños y Kilian se limpió la cara segundos después.
Sus padres la saludaron poco entusiasmados y al final a Camila la abrazó con mucho cariño.
-Me da gusto tenerte de vuelta hermana, lo digo en sentido literal, era un ogro.
Dijo. Camila le sonrió por compromiso y susurró alguna ofensa en susurró.
-Bien, ven a comer cariño. Dijo Sinu.
El resto fue bien, Cam comenzó a lanzar comida a todos lados haciéndonos reír entre bocados. Solía llenar la mesa de comida, su ropa y la de Camila.
-Iré a traer la bolsa de Cam para cambiarlo. Dijo para todos al terminar. Alejandro me miró.
-Aaaa... iré contigo. Mi voz sonaba culpable. La risita por lo bajo de Sofía me sacaba de quicio.
Camila me miró raro y sin decir más salí tras de ella.
Estábamos en el jardín de enfrente minutos después.
-¿Que te dijo mi papá? Fue directa.
-Solo discutimos un poco sobre nosotras pero debes estar tranquila.
-Odio que hagan eso, que hablen a mis espaldas.
Gruñó y dejó la bolsa en el pasto.
-Cami.
-No Lauren, estoy molesta, es incómodo y se suponía que intentarías arreglar todo con el.
-Lo estoy haciendo, solo llevara tiempo.
-Dices lo mismo para todo. Espetó molesta. Sus manos se hacían un puño y me preocupaba. Era la verdad solo se trataba de nosotras y no estaba tan mal.
Venga piensa algo para contentarla. Hablaba conmigo misma.
-Bien, entonces ya no hablaré.
Iba a golpear mi brazo pero actúe rápido. La sostuve por la cintura y la besé. Sus manos se habían unido tras de mi cuello y me siguió.
-Venga Cami, todo esta bien, ya no hablemos.
Gimió y siguió el beso hasta que el sonido de la puerta nos obligó.
Sinu asomó su cara por un pequeño espacio y nos miró incómoda.
-Lo siento por interrumpir, es solo que fue demasiado tiempo, pensé que se habían ido sin los niños.
Se rió.
-Mamá, yo jamás haría eso. Soltó Camila enfadada. La tomé de la mano para entrar y crucé una mirada divertida con Sinu.
Cambiamos a Cam entre las dos.
-¿Ma? Cam pedía una vez más mi atención mientras me mostraba algo en el pequeño libro que Sinu le regaló. Yo no podía dejar de ver a Camila. Me parecía tan linda cuándo ponía los labios así por estar enfadada, y rodaba los ojos.
-Oso. Pronunció claramente Cameron para mi y Camila sonrió, poco a poco el pequeño ampliaba las palabras que decía correctamente.
-Es linda esta flor, mirá como mamá ¿Verdad? Con mi mano le indiqué el pequeño dibujo, le pregunté a mi pequeño si coincidia conmigo y con un gesto divertido miró a Camila y asintió.
Camila le dió un beso en la mejilla antes de comenzar a guardar toda la ropa llena de comida. Cam y yo nos recostamos en la antigua cama de su mamá. Siempre la usamos para descansar cuando veníamos de visita todo el día.
-¿Oye? La llamé antes de que saliera.
-¿No hay beso para mi? También te dije linda, incluso antes que Cam.
Sus mejillas se enrojecieron y negó.
¿Que fue eso? Una señal positiva posiblemente solo que no me besó.
Regresé a la sala con Cam estirandome de la mano y los encontré a todos mirando algo en televisión.
Con mucha astusia ocupé el lugar a un lado de Camila y descanse mi mano en su pierna.
-¿Quieres quedarte más rato?
Asintió, el sol estaba por meterse y se hacía tarde. Ella estaba demasiado cómoda junto a sus padres y hermana, pero yo tenía unas ganas enormes de estar a solas. En nuestra cama tal vez.
-Si Lauren. Dijo bajo. Yo me rendí. Solté su pierna y me dediqué a golpear mi pie contra suelo, algo inquieta.
Kilian se reía por la película y yo ni siquiera tenía cabeza para pensar. Sofía me lanzó un cojín a la cara, pero este falló. El dolor prendió en mi brazo y yo me quejé muy alto.
-¡Sofia! Gritó Camila al tratar de ayudarme. Me encogí a mi brazo y traté de calmarme.
Sinu dedicó unas palabras a su hija.
-Lo siento Lau, no era mi intención, solo que te vi dormitar.
-Estoy bien. Y era verdad, el dolor estaba bajando. Camila besó mi frente y todos nos miraban.
Aclaré la garganta y le sonreí.
-Aaa bueno, creo que es mejor llevarte a descansar Lau.
Sofía me miró culpable.
-No te preocupes cuñada, estoy bien.
Al despedirse Camila la reprendió. Los niños estaban agotados y Cam se quedó dormido en el viaje. Kilian miraba por la ventana.
-¿Segura que estás bien? Me preguntó.
-Si amor, creo que sigue en su sitio y con el medicamento mejorará.
-Dios, Sofía a veces se pasa, no debió golpearte.
-Fue un accidente, además creo que fue mi culpa, le causó gracia verme distraída.
-¿Porque?
-Te estaba viendo a ti.
Por el lateral miré su perfil, había sonreído poco.
-Puedes detenerte de coquetear. Pidió otra vez.
Con esfuerzo y poco dolor le dí un beso en la mejilla.

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Lo que no ves
Fanfic2da parte Lo que no se ve La realidad para Lauren ha cambiado, dos años después del nacimiento de Cameron todo terminó. Camila jamás había acabado de comprender su vida y para su mala suerte ahora no la dejaba estar cerca de sus hijos. En resumen...